Esta localidad es perfecta para desconectar de nuestra rutina, pues invita a poner la mente en blanco y a dejarnos llevar por sus calles que nos descubrirán significativos monumentos a cada paso.
Y es que en Birkirkara hay muchísimos lugares de interés. Uno de ellos es la antigua estación del ferrocarril, que hoy en día es un jardín público. Pasear por los encantadores caminitos de este parque o sentarnos en alguno de sus bancos y contemplar el vaivén de los lugareños será una experiencia de lo más gratificante. También podemos visitar el acueducto Wignacourt, que data del siglo XVII y que se construyó para proporcionar agua a localidades como La Valeta. Una función que mantuvo hasta el siglo XX. Como curiosidad, añadir que este canal recibe el nombre de Alof de Wignacourt, gran maestre de la Orden de Malta que financió esta construcción. Entre los edificios más emblemáticos de Birkirkara no podemos perdernos el Palacio de San Antón, residencia oficial del presidente de Malta desde el año 1974. Este emplazamiento está rodeado de jardines privados y públicos llenos de fuentes y esculturas que le dan un mayor encanto.
