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De castillo en castillo

Fortalezas impresionantes

Luxemburgo presume de castillos y fortalezas y no es para menos. La mayoría de ellos provienen de la Edad Media, aunque como es lógico han sufrido numerosos avatares a lo largo de la historia, especialmente en la Segunda Guerra Mundial. En todo caso, un recorrido por algunas de estas fortificaciones es fundamental para entender la larga historia de la región y, de paso, contemplar paisajes espléndidos.

¿Por dónde empezar? Tienes mil opciones, pero una que mata muchos pájaros de un tiro es el llamado Valle de los Siete Castillos. Está a tiro de piedra de la capital y te asegura unos paisajes sublimes. Eso sí, sólo dos de los castillos se pueden visitar, porque los demás son propiedad privada o están cerrados por seguridad. Los podrás ver desde fuera y disfrutar del enclave, que es precioso. Las dos fortalezas donde puedes entrar son Schoenfels y Ansenbourg –posiblemente el más bonito de todos-. Completan la lista Mersch, Septfontaine, Koerich, Hollenfels y el viejo castillo de Ansenbourg. Pero hay muchos más castillos en Luxemburgo y merecen una visita. Por ejemplo, el castillo de Vianden, que con sus tejados de pizarra y sus paredes blancas, que forman una panorámica espléndida cuando cae la luz. En su interior, hay una interesante muestra de lanzas, armaduras, planos y maquetas. También hay una capilla con un foso en el centro, una cocina muy interesante, una sala con fotos de visitantes famosos e incluso un bar muy acogedor. Ah, y para ir y venir desde el pueblo, la mejor opción es coger el telesilla. En Esch sur Sûre sólo se mantiene en pie la torre principal, pero merece la pena aunque sólo sea por las vistas. El de Larochette se asienta sobre una roca y parece que está suspendido en el aire, así que la fotografía es espectacular. Cerca de la frontera con Bélgica está el castillo de Clervaux, reconstruido prácticamente en su totalidad después de ser arrasado en la Segunda Guerra Mundial. La lista sigue con el de Colmar-Berg –residencia de la familia real luxemburguesa-, el de Bourscheid, el de Beaufort –cuya visita guiada es muy interesante- o el de Bourglinster, que en verano acoge conciertos y exposiciones.