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Hanói

La ciudad del Dragón naciente

La dinastía Ming, los franceses, japoneses, americanos y una propia guerra civil no han conseguido desvanecer la historia y cultura de una de las ciudades más antiguas de Asia.

La capital del país es caos, pero un caos ordenado. Calles bulliciosas donde el claxon hace las veces de intermitentes, comercios milenarios, cafés, bares, lugareños sorteando motos e incluso una antigua línea de tren que sigue en funcionamiento y que cruza la ciudad por estrechas calles. Una ciudad llena de vida que no deja de crecer y de atraer visitantes. Empezaremos por el barrio antiguo. Este enclave laberíntico de callejones estrechos es el latido comercial de la ciudad y tiene una historia que se remonta a 1.000 años. Un lugar donde la arquitectura medieval ha logrado coexistir con el bullicio moderno de las motos, los vendedores ambulantes y el comercio dinámico. Si uno mira hacia arriba mientras deambula, el área tiene una gran arquitectura vernácula. La mayoría de familias vive en el piso superior de su comercio, así que no te sorprendas si entras a una tienda y ves a una familia comiendo. Para desconectar del bullicioso centro puedes acercarte hasta Tay Ho (West Lake) el lago más grande de la ciudad donde se encuentran la pagoda Tay Ho- extremadamente bonita y dedicada a la diosa madre- y la pagoda Trấn Quốc, uno de los templos más antiguos de Vietnam. Por último, si estás interesado en cómo fue la vida de los lugareños de Hanói durante una edad más temprana, el Memorial House responderá a tus preguntas. Ubicada en el casco antiguo, esta casa ha sido amueblada para parecerse a las viviendas habitadas por comerciantes. Repleta de antigüedades y objetos cotidianos de siglos anteriores, su diseño respeta la arquitectura tradicional. La vivienda está construida entre patios para dar espacio al aire libre y dispuesta de acuerdo a la antigua tradición del feng shui, que permite un buen flujo de energía en la casa.

No puedes perderte

Catedral de San José

La Catedral de San José (calle Nha Tho) fue construida en 1886 bajo el dominio colonial francés y es un excelente ejemplo del estilo arquitectónico neogótico. La entrada principal se mantiene cerrada a excepción de celebración de la misa. Sin embargo, es posible acceder al interior de la iglesia desde la parte posterior a través de las oficinas de la Diócesis de Hanói.

Mausoleo de Ho Chi Minh

Lugar de peregrinación para muchos vietnamitas, el Mausoleo de Ho Chi Minh es un extenso complejo ubicado dentro de los jardines de la ciudad que contiene la tumba del primer ministro. Un austero edificio de mármol donde reposa el cuerpo embalsamado de Ho Chi Minh en el interior de una caja de vidrio. También alberga el Museo Ho Chi Minh y documentación sobre la Revolución vietnamita. Vale la pena visitar la Casa sobre pilotes, que una vez fue el hogar del mandatario, y se mantiene en perfecta conservación. Por último la Pagoda del Pilar Único. Una reconstrucción del templo original del siglo XI que fue destruido por las tropas coloniales francesas.

Museo de la Prisión Hoa

Construido por el gobierno colonial francés a fines del siglo XIX, el Museo de la Prisión Hoa se utilizó originalmente para albergar a revolucionarios vietnamitas y a cualquier disidente del dominio francés. Ubicado en pleno centro de la ciudad, el museo exhibe las celdas y los instrumentos de tortura, entre ellos la guillotina francesa.

Ciudadela imperial

El área de la Ciudadela Imperial de Hanói fue, una vez, el asiento vital del poder militar y continuó desarrollando un papel estratégico hasta la década de 1960. En 2010 obtuvo el reconocimiento de Patrimonio de la Humanidad por sus 1.000 años de historia y su trabajo arqueológico realizado que permitió descubrir los cimientos de varios palacios que una vez fueron construidos en este enclave.

Museo de las Bellas Artes

Los amantes del arte deben hacer una parada en el Museo de las Bellas Artes que alberga una colección de arte vietnamita desde la prehistoria hasta los artistas contemporáneos del país. Algunos de los tesoros incluyen esculturas de piedra y terracota que datan de la dinastía Tran y la dinastía Champa, estatuas de Buda de las dinastías Mac y Le, y las intrincadas estatuas de la diosa Guan Yin.