Ayuda Ayuda
Menú Menú

La singularidad del Chile insular

Islas de aventuras y misterio

La singularidad que acompaña a todas las islas de la República de Chile podría transcribirse en un aura de misterio que crea un marco único en cada una de ellas y nos acoge como si formáramos parte de este territorio.

Con 3.739 islas y 2.180 islotes, el territorio insular chileno forma casi un 14% de la superficie total del país. No es de extrañar, pues, que buena parte de los tesoros de Chile se encuentren rodeados por mar. Al planificar un completo viaje por el país seguramente vamos a incluir alguna de sus maravillosas islas. Tanto si se encuentran en mitad del océano, incluso formando parte de Oceanía, como si se encuentran tan al sur que solamente son habitadas por pingüinos autóctonos que adoran el frío. Relajarse, vivir aventuras, hacer deporte o descubrir culturas milenarias casi desaparecidas son solamente algunas de las propuestas que se desplegarán ante nosotros.

Aterrizando en las mejores islas

Isla Magdalena e Isla Marta

La Patagonia tiene grandes experiencias que ofrecer, y una de ellas es acercarse a la fauna más característica de lugares donde el frío es constante, como son los pingüinos y los lobos marinos. En una excursión en barco por el Estrecho de Magallanes, partiendo de Punta Arenas, podemos atracar en Isla Magdalena y ver una de las más importantes colonias pingüineras de todo el país. En la zona está prohibida la pesca para preservar la fauna local, por eso puede decirse que el pingüino es el rey de este territorio. Siguiendo en la ruta en barco podremos avistar la gran colonia de lobos marinos de Isla Marte. Aunque el desembarco está prohibido en este punto sí que podremos tomar hermosas fotografías de los acantilados de la isla y de los lobos marinos descansando sobre las rocas que se funden con el frío océano.

Isla de Pascua

Intentar desvelar el misterio que esconde la Isla de Rapa Nui, anteriormente conocida como Isla de Pascua, será una de las tareas más difíciles a la que podamos enfrentarnos. De hecho, los expertos en la materia, siguen con grandes interrogantes en alguno de los aspectos clave para conocer al completo el pasado del lugar. Separada por unos 3.500km de distancia del continente, esta isla podía constituir un viaje aparte. En ella podremos rodearnos de naturaleza y admirar los enigmáticos rostros gigantes llamados moáis. Completamente integrados en el paisaje, estos 900 bustos registrados son el símbolo de la isla y de su cultura ancestral. Hoy en día la mayor parte de la población, 7.750 habitantes, se concentra en su capital, Hanga Roa, que puede convertirse en nuestro punto de partida para explorar cada rincón de la isla.

Chiloé

Este archipiélago constituye una parte importante del territorio insular de Chile. Situado en el sur del país está compuesto por una isla grande y un buen número de islas e islotes de menor tamaño.
En la conocida como Isla Grande de Chiloé podremos gozar de maravillosos e infinitos paisajes, realizar la mítica Ruta de las Iglesias, declaradas Patrimonio de la Humanidad, ver playas únicas en un entorno melancólico, casi siempre nublado, que acentúa los vívidos colores de cara rincón y conocer la famosa arquitectura de las casas de madera de colores que se alzan sobre pilares anclados directamente en el agua. ¿Que nos parece poco? Aquí tenemos también la oportunidad de tomar varios ferris para conocer islas vecinas más chiquitas pero también de gran belleza, como por ejemplo Lemuy, de la cual dicen que es la más bella de todas. ¿Lo comprobamos?

Isla Robinson Crusoe

En el archipiélago Juan Fernández se encuentra la conocida Isla Robinson Crusoe, antiguamente llamada Más Atierra. El mítico personaje de Daniel Defoe da nombre a este territorio insular lleno de preciosos paisajes y silenciosas colinas. Las mejores aventuras de Chile pueden vivirse en este territorio en medio del Pacífico, además, podemos acompañar nuestros descubrimientos saciando el hambre con las exquisitas langostas de la costa de Robinson Crusoe, tan bien valoradas en todo el continente sudamericano. Puede que lleguemos hasta aquí para ir a la búsqueda del tesoro, pero lo que nos conviene es tener los ojos bien abiertos porque el auténtico tesoro de la isla se presenta ante nosotros con su espectacular naturaleza. ¡A vivirla!