MARRAKECH
Bienvenido a Marrakech. La “ciudad roja”, ya que sus edificaciones de color ocre rojizo la mimetizan con las arenas del desierto, es un lugar muy especial en el que te esperan experiencias únicas. Te adentrarás en la Medina, el centro histórico de la urbe rodeado por una muralla de 15 kilómetros de largo y 10 metros de alto. Este casco antiguo es un auténtico laberinto de callejuelas que esconde el lugar más emblemático de la urbe: la plaza Djemaa el Fna. Allí te toparás con buscavidas, encantadores de serpientes, músicos y artistas que llenan de ambiente la plaza. También podrás comprar algún producto local en el zoco, tomar un té o comer algo en los deliciosos puestos de comida. Descubrirás la famosa Mezquita de Koutoubia con su icónico minarete de más de 70 metros de altura y el excelente Palacio Bahía con sus patios, jardines y salones. Por otra parte, al oeste de la ciudad explorarás La Menara, un majestuoso jardín al frente del Atlas con un gran estanque junto a un peculiar edificio. En cambio, por la Ville Nouvelle, la ciudad nueva, recorrerás calles rodeado de cafeterías, bares y restaurantes gourmet, parques frondosos y arte contemporáneo. Por otra parte, a las afueras encontrarás un enorme palmeral que, sin perder la esencia, poco a poco se ha ido urbanizando llegando a ser lo que es: una zona de lujo, con hoteles, campos de golf y residencias. No te pierdas tampoco el Mellah, el antiguo barrio judío, con sus callejuelas, sus tiendas, sus sinagogas y su cementerio. Y recuerda que tienes incluida una visita histórica de medio día por la ciudad. En definitiva, Marrakech es un rincón de ensueño lleno de magia y sorpresas que te harán vivir experiencias que nunca olvidarás.