Día 7: Stavanger – Oslo. Cultura, arquitectura, bosques y fiordo
RÉGIMEN
Desayuno. Almuerzo. Cena.
Transporte
Autocar, minibús o van
Visitas
Panorámica de Oslo
Acabado nuestro desayuno, saldremos de Stavanger, cruzaremos el sur de Noruega, disfrutando de los hermosos paisajes que nos sorprenderán por el camino y almorzaremos en ruta antes de llegar a la capital del país. Oslo es una ciudad en la que, hoy en día, se combina la naturaleza, representada por su fiordo y los espacios verdes que la rodean, y la cultura presente en sus numerosos museos, que nos introducirán en las costumbres y tradiciones de país.
Lugares de enorme interés como el Opera House y el museo Astrup Fearnley, entre otros, están cambiando el aspecto de la ciudad, pero, al mismo tiempo, Oslo mantiene una refrescante cercanía con la Naturaleza. Situada entre el fiordo Oslofjord y varias colinas cubiertas de bosques, Oslo fue nombrada Capital Verde de Europa en 2019.
Oslo es la capital de Noruega desde 1814 y aquí se encuentran las sedes de algunas de las instituciones más prestigiosas de la cultura noruega. Durante todo el año, se representan óperas, ballets y teatro de primer nivel, y los amantes del arte pueden ver obras famosas en el Museo Nacional o el Museo Munch, o recorrer las numerosas galerías de arte de la ciudad.
La música en vivo es una parte esencial de la identidad de esta capital y, cada año, los clubes y escenarios acogen miles de conciertos, ya sean bandas locales o superestrellas internacionales. En verano, los grandes festivales al aire libre atraen a mucha gente, y se celebran anualmente eventos musicales de géneros tan diversos como la música de cámara y el heavy metal.
Cuando lleguemos a la capital noruega, haremos una visita panorámica para conocer lugares tan interesantes, como el Parque Frogner, con las esculturas en bronce y granito realizadas por Gustav Vigeland durante la primera mitad del siglo XX, entre las que destaca el Monolito, un impresionante bloque de granito de 17 metros de altura en el que aparecen esculpidas más de 100 figuras humanas entrelazadas.
Veremos la calle Karl-Johäns, la principal de la ciudad, que se llamó así en honor de Carlos III, rey de Suecia y Noruega. Nos acercaremos al Ayuntamiento, sede política y administrativa de la ciudad, inaugurado en 1950 y decorado con motivos de la historia, la cultura y la vida laboral noruega. Conoceremos el Castillo de Akershus, un complejo de edificaciones militares situado, estratégicamente, junto al fiordo de Oslo y que se edificó en la Edad Media como un castillo real, sirviendo también de sede para los representantes del rey.
También conoceremos el Palacio Real, residencia de la familia real, un edificio construido a mediados del siglo XIX de aspecto austero y sencillo. Una de las cosas que más nos sorprenderá es que es posible llegar hasta la misma puerta sin ningún problema, ya que el paso no está restringido, como muestra de la cercanía entre el pueblo y la monarquía.
Rodeado de un impresionante bosque y situado en la cima de una colina, ofrece impresionantes vistas de la calle Karl Johans, y del Parlamento. El palacio está rodeado de unos bonitos jardines, llenos de altos árboles y grandes extensiones de césped que pueden recorrerse libremente.
Antes de retirarnos al hotel para cenar y pasar la noche, visitaremos el edificio del Parlamento, en el que llama la atención su color amarillento y su impactante estructura. Conecta, a través de una avenida, con el Palacio real. Su construcción se terminó en 1866. Está dividido en dos áreas, la Cámara Baja y la Cámara Alta y en el Parlamento se escoge, cada año, al ganador del prestigioso Premio Nobel de la Paz.