Día 6: Siem Reap: Descubriendo una maravilla del pasado
RÉGIMEN
Desayuno y comida
Transporte
Autocar, minibús o van
Visitas
Templos Bayon y Ta Prohm en Angkor Thom
Paseo en TucTuc
Angkor Wat
El día comienza con el deseo de llegar ya a una de las maravillas de este país: los Templos de Angkor. A pesar de su nombre no son sólo templos, son auténticas ciudades que fueron albergando paulatinamente la capitalidad del poderoso Imperio khmer entre los siglos IX y XV, de ahí que tengan ese gran tamaño.
Tras su abandono definitivo en el siglo XVI la capitalidad pasó a Phnom Penh, actual capital del país. La mayoría de los edificios tuvieron que ser restaurados para eliminar toda la vegetación que prácticamente había engullido las construcciones, a excepción de Angkor Wat, que siempre tuvo monjes viviendo en su interior y ocupándose de su mantenimiento.
En la visita a este increíble lugar visitaremos Angkor Thom, asentamiento que fue la última capital del Imperio khmer y que podría traducirse como Gran Ciudad. Allí visitaremos dos de sus templos, el de Bayón (conocido por sus torres con la cara de Buda por los 4 lados) y el de Baphuon (finalizado en el siglo XI, seguramente uno de los más importantes de la época pero eclipsado por el vecino templo de Bayon), así como las Terrazas del Rey Leproso y la de los Elefantes (donde aparentemente se desarrollaban las ceremonias tras una victoria militar). Es importante saber que a algunos de estos templos no se puede acudir con los brazos o las piernas descubiertas.
Continuaremos con Ta Prohm, también del siglo XII y que sirvió como monasterio budista, llegando a albergar más de 12.000 personas en su interior. Es el único que no ha sido ‘rescatado’ de la selva, por lo que ofrece algunas de las imágenes más impresionantes del lugar, con árboles creciendo por encima de los edificios y prácticamente tomando posesión de ellos.
Por la tarde viajaremos en tuc-tuc hasta el famoso Angkor Wat, construido en el siglo XII y el mejor conservado de todos. 30 años tardó en construirse la que es considerada como la mayor construcción religiosa del mundo y cuya situación junto a un lago la hace aún más imponente, por no hablar de su extensión, de unos dos kilómetros cuadrados. Su torre central, llamada Torre Bakan, con una altura de 213 metros, es una de las imágenes más conocidas de este asentamiento, que es una réplica en miniatura del universo budista, con, por ejemplo, la mítica montaña Meru y sus cinco picos situados en el centro del complejo, como representación de su situación en el centro de ese universo. A tener muy en cuenta: durante la visita a la Torre Bakan de este templo no está permitido ni pantalones cortos ni faldas cortas, así como mostrar los hombros. Además, los niños menores de 12 años no pueden visitarla y el lugar permanece cerrado en los días sagrados budistas, es decir, cuatro veces al mes de acuerdo con el calendario lunar.
La última etapa de este apasionante recorrido por Angkor será al templo Pre Rup, que sigue el diseño de pirámides a distintos niveles que puede encontrarse en otros templos del recinto. Parece que en él se veneraba a varios dioses y se desarrollaban diferentes ritos funerarios, pero este punto no ha sido comprobado científicamente, así que es un secreto que los khmers se llevaron a la tumba.