Croacia: Gran Tour de Croacia
- Duración
- 8 días
- Tipo de circuito
- Circuito
Empezarás tu viaje en Croacia. Este bello país te sorprenderá por su excelente clima templado; su bella costa adriática de tonos turquesas y aguas transparentes, sus extraordinarios paisajes mediterráneos y su verde entorno natural repleto de Parques Nacionales y Naturales como el de los Lagos de Plitvice. Visitarás Zagreb, una hermosa ciudad repleta de esplendorosos edificios, restaurantes chic y novísimas boutiques; Zadar, una histórica ciudad dotada de una amplia oferta de museos e iglesias; y la histórica y moderna Dubrovnik, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
“Croacia cuenta con un increíble litoral de playas, calas recónditas y más de mil islas que merece la pena descubrir”
En la última etapa del viaje te adentrarás en Bosnia-Herzegovina para descubrir el pintoresco pueblo de Pocitelj, el centro de peregrinación mariana de Medjugorje y la bella ciudad de Mostar, símbolo de la guerra de Yugoslavia que se ha convertido en uno de los destinos turísticos más importantes de los Balcanes. Podrás recorrer sus calles empedradas repletas de comercios tradicionales y edificios que reflejan las culturas que habitaron la ciudad. Finalmente llegarás a Zagreb, donde terminarás este apasionante viaje. ¡No te lo pierdas!
Emociones nuevas en tu viaje
Al cruzar la Puerta de Piedra, una de las entradas originales de la antigua ciudad de Kaptol, nos encontraremos con una pequeña capilla que siempre está iluminada por decenas de velas.
Allí se encuentra una imagen de la Virgen María con el Niño Jesús que se salvó de un enorme incendio en 1731 que destruyó las casas del vecindario. Casi siempre hay algún devoto colocando una vela o rezando frente a la reja de hierro forjado barroca que se ha atribuido a un maestro local del siglo XVI. Esta capilla sirve de introducción a lo que nos vamos a encontrar dentro de la Ciudad Alta, creada en el siglo XVIII a partir de la unificación de dos ciudades construidas en dos colinas en el siglo XI y que habían sido rivales hasta entonces, Kaptol y Gradec. Ambas agrupaban las diferentes sedes del poder político y religioso de lo que posteriormente sería la capital. De hecho, por ejemplo, la Ciudad Alta alberga el Parlamento y el Palacio del Ban –casa del presidente de la República- o el Palacio Arzobispal.
Para subir hasta la Ciudad Alta de Zagreb hay un funicular construido en 1893 que sube en menos de un minuto los 66 metros hasta la zona vieja de Zagreb.
Medios de comunicación de todo el mundo se acercaron hasta las cuevas de Postjona para cubrir la noticia. Los huevos del dragón estaban a punto de abrirse. Y lo hicieron, aunque en realidad no se trate de un dragón –por mucho que se le parezca-. Es un olm o proteo, una salamandra albina ciega que habita las cuevas subterráneas de los Balcanes.
Esta rara especie, protegida por ley en Eslovenia, tiene un olfato extraordinario y puede sobrevivir diez años sin comer. Vive 100 años, pero sólo se reproduce una o dos veces cada década, por lo que el descubrimiento de unos 60 huevos por parte de Juan Pablo Maschio, un guía de las cuevas, fue todo un acontecimiento. Al cabo de 124 días de incubación, el 30 de mayo de 2016, nació el primer bebé dragón, como los llaman en Eslovenia. Esta noticia fue todo un hito en el país, porque es extraordinario que este animal se haya reproducido en libertad pero dentro del acuario, altamente visitado, lo que permitirá a los expertos y visitantes contemplar la evolución del olm.
El olm o proteo fue descubierto hace más de 300 años por el historiógrafo Janez Vajkard Valvasor. Desde entonces, esta curiosa especie se convirtió en un símbolo de la cueva y, de hecho, sirvió de regalo ceremonial para personajes importantes como el emperador Francisco José y su esposa Sissí o el emperador japonés Hirohito, o de objeto de venta para acuarios y zoos de todo el mundo.
Las cuevas de Postojna son, de largo, el lugar turístico más visitado de Eslovenia. En los 200 años que llevan abiertas al público, más de 37 millones de personas han paseado en este espectacular muestrario de estalactitas y estalagmitas.
Las cuevas fueron descubiertas por Luka Sec en 1818, aunque los restos encontrados –firmas del siglo XIII, XVI y XVII, por ejemplo- confirman que los habitantes del lugar ya habían explorado parte de estas impresionantes cavidades. Al año siguiente, la visita del archiduque Fernando I estrena la vocación turística de las cuevas. En ese momento, sólo se podían visitar 300 metros; nada que ver con los 5 kilómetros que se exploran ahora en tren y caminando del total de 24 con los que, de momento, cuenta Postojna. Desde el momento de su descubrimiento fortuito, ya se creó un libro de firmas para los visitantes y, poco después, un comité encargado de la conservación, gestión y explotación turística de las cuevas. Esto benefició las conexiones con la ciudad e impulsó el desarrollo de las cuevas, con un tren de gasolina –que después se hizo eléctrico- y luces para ver mejor el recinto.
Los recorridos por las cuevas varían en función de la época del año y, dado que la temperatura está entre los 8 y los 10 grados centígrados, se recomienda llevar algo de ropa de abrigo.
A simple vista parecen unas simples escaleras. Pero si nos acercamos, podremos comprobar que esos escalones producen sonidos y que la batuta la llevan las olas del mar.
El puerto de Zadar cuenta con una estructura única, diseñada por el arquitecto croata Nikola Basic en el año 2005, que durante 70 metros de costa permite a los visitantes sentarse a contemplar el mar mientras el agua hace de las suyas en las 35 tuberías bajo los escalones de mármol. Su colocación, unida a los diferentes grosores y longitudes, provoca que las olas creen sonidos variados y relajantes cuando pasa por ellos. El proyecto surgió con el objetivo de revitalizar el puerto de Zadar que, después de los graves destrozos producidos por la Segunda Guerra Mundial, fue reformado a base de bloques de hormigón y cemento. La obra de Basic recibió ex aequo el premio de la cuarta edición del Premio Europeo del Espacio Público Urbano.
Justo al lado del órgano, se encuentra un círculo de luces denominado pozdrav suncu, es decir, saludo a sol. Es un monumento solar, que produce energía por el día y por la noche se ilumina en varios círculos de colores.
Si después de pasear por el fabuloso interior del palacio del emperador Diocleciano aún sentimos ganas de quedarnos un poco más en la antigua Roma, la mejor opción es acercarse al barrio norteño de Spinut para visitar el Museo Arqueológico.
Creado en 1820, es el museo más antiguo de toda Croacia -aunque su ubicación actual data de 1921- y gracias a su impresionante catálogo de piezas, es una de las muestras arqueológicas más importantes del mundo. Cuenta con objetos de las épocas iliria, griega, paleocristiana y medieval, aunque sobre todo destaca por los restos del Imperio romano, extraídos casi todos de la ciudad de Salona, capital de la provincia romana. La variedad es enorme: cerámicas, esculturas, capiteles, sarcófagos, joyas, monedas, objetos de terracota vidriada. Las piezas más importantes del museo son tres sarcófagos pertenecientes a los siglos III y IV.
Una visita a Dubrovnik sin caminar por sus murallas no está completa. La vista desde lo alto permite contemplar los tejados de la ciudad en todo su esplendor y quedarse prendado de la costa dálmata, con la salvaje isla de Lokrum al fondo.
Aunque fueron construidas antes, la estructura actual data de los siglos XIV y XV, cuando la República de Ragusa vivía su apogeo y era más necesario defender la ciudad de los ataques piratas y turcos. Las fortificaciones actuales tienen 1.940 metros de largo y, en algunos puntos, 25 metros de alto. Además, cuenta con 15 torres cuadrangulares y tres circulares, dos fuertes exteriores y cinco bastiones. Su resistencia está fuera de duda: sobrevivió al gran terremoto de 1667 y, más de tres siglos después, a las miles de bombas del ejército serbio durante la Guerra de los Balcanes. Se puede acceder a las murallas, previo pago, a través de tres accesos: el Fuerte de San Juan, la Puerta de Ploce y la Puerta de Pile, por la que la mayoría de los turistas suelen empezar.
Para conseguir las mejores vistas no podemos dejar de ir a la Torre de Minceta, el punto más visitado de la muralla porque es el más alto y desde el que se consiguen las vistas más espectaculares de la ciudad y la costa. La diseñó Michelozzo en 1461 y fue completada por Juraj Dalmatinac tres años después.
En nuestro recorrido por Mostar, encontraremos varios carteles que nos animan a no olvidar. ‘Don’t forget’, nos piden, clamando contra la sinrazón de un conflicto que afectó seriamente a la ciudad a finales del pasado siglo.
En apenas unas décadas, Mostar ha comenzado a resurgir de sus cenizas apoyándose en su enorme belleza y en su vocación turística. Su casco histórico, considerado como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, le permite atraer cada año a miles de turistas, que pasean por sus bellas calles adoquinadas y fotografían su sublime puente medieval, reconstruido en 2005 después de que la artillería croata lo destrozase en 1993. Para disfrutarla en todo su esplendor, podemos bucear entre las tiendas del bazar de Kujundziluk o adentrarnos en alguna de sus bonitas mezquitas. Si sólo podemos elegir una, debemos entrar en la Koski Mehmed Pasha y disfrutar de las vistas desde del minarete junto al río Neretva.
Es frecuente encontrarse con algún joven de la localidad en el puente que pide alguna moneda por tirarse al agua desde los 24 metros de altura del puente.
Situado en el corazón de Croacia, el Parque Nacional de los Lagos de Plitvice es una de las maravillas naturales más espectaculares de Europa. Sus 16 lagos se extienden a lo largo de casi 300 kilómetros cuadrados de frondosos bosques, aguas cristalinas, cascadas y cataratas.
Es el parque nacional más grande y antiguo de los ocho que hay en Croacia, ya que se creó en 1949, y fue incluido dentro de los lugares Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1979. Para visitarlo, se puede caminar por los senderos que van bordeando los lagos, cruzar por los puentes de madera que los atraviesan en algunos puntos y pasar incluso por detrás de alguna de las muchas cascadas y cataratas de la zona. Además, se puede realizar una excursión en barco por el mayor de los lagos, el Lozjak. El parque no está habitado, aunque hay algunos hoteles y campings.
El parque da cobijo a una gran cantidad de especies animales, como osos pardos, lobos, jabalíes o corzos. Además, hay 321 especies de mariposas, 161 especies de aves, 21 de murciélagos y viven más de 1.200 especies de plantas, de las que 75 son endémicas.
El plan de viaje a tu alcance
- Cena
- Dubrovnik
- Cena y alojamiento
- Liubliana
- Panorámica de Zagreb
- Panorámica de Ljubljana
- Cena y alojamiento
- Zadar
- Panorámica de Zadar
- Cuevas de Postojna
- Cena y alojamiento
- Split
- Dubrovnik
- Panorámica Split
- Entrada a los sótanos del Palacio de Diocleciano
- Cena y alojamiento
- Dubrovnik
- Panorámica de Dubrovnik
- Cena y alojamiento
- Medjugorje
- Mostar
- Panorámica de Mostar
- Cuevas de Postojna
- Cena fría
- Zagreb
- Parque Nacional Plitvice
- Desayuno
- Zagreb
¿Quieres saber más de Croacia?
Croacia es, sin duda, uno de los países europeos más interesantes desde el punto de vista culinario. Su proximidad a Europa Central y al Mediterráneo, su rico pasado histórico, sus especiales condiciones geográficas, climáticas y sus magníficos entornos naturales han aderezado con el paso de los siglos una cocina excepcional.
Tanto las grandes ciudades como los entornos menos urbanos agasajan al viajero con deliciosos platillos tradicionales que merecen ser saboreados sin prisas. Te sorprenderá comprobar cómo la deliciosa cocina popular se entremezcla con tendencias de los principales países centroeuropeos y del Mediterráneo. ¡Disfruta junto a los croatas de su “gastro cultura”, sus restaurantes tradicionales y sus nuevos locales de moda! ¿Alguna recomendación? No te pierdas los platos de sardinas de Dalmacia, los de caza tan típicos de las zonas montañosas, los frutos del bosque de las áreas arboladas del país, las deliciosas ostras de Mali Ston, la afamada cigala de Kvarner, el delicioso cordero de sus islas, el queso de oveja de Pag, el aceite virgen de oliva, las trufas o el jamón serrano de Istria... Como podrás comprobar, el país ofrece un amplio recetario donde elegir. Platos deliciosos y únicos que podrás maridar con los excelentes vinos y licores nacionales. ¡Brinda con ellos por unas vacaciones perfectas!
Croacia es un país para disfrutar de las compras. La riqueza cultural y las antiguas tradiciones de este país llenan las estanterías de sus tiendas de singulares objetos. ¡Encuentra el recuerdo perfecto! Si te encuentras de viaje en Istria podrás hacerte con un tradicional Kažun de Istria, un instrumento de viento o la típica jarra o Bukaleta. Y mientras en Kvarner es muy conocida la joya “Morčić”, en la hermosa localidad de Rijeka y la isla de Hvar son muy demandados los productos olorosos de lavándula y lavanda.
¿Necesitas más ideas? Además de los finos encajes de Pag o los bordados de seda de Konavle, son muy recomendables el licor Maraschino de Zadar o el chocolate de Sal de Nin. ¿Sabías que Croacia es además la patria de la corbata? Los soldados croatas la expandieron por Europa en el siglo XVII. Hoy cuentas con multitud de tiendas especializadas. ¡Seguro que encuentras tu corbata perfecta! Y si quieres volver a casa con Croacia en el corazón, nada mejor que regresar con un corazón de Licitar, un pastel delicioso realizado con una masa especialmente aderezada con especies y miel y que está adornado con infinidad de colores.
•1 de enero: Año Nuevo
•06 de enero: Epifanía del Señor
•Semana Santa: Domingo de Resurrección y Lunes de Pascua
•Corpus Christi
•22 de junio: Día de la Lucha Antifascista
•25 de junio: Día Nacional de Croacia
•05 de agosto: Día de la Victoria y la Gratitud Nacional
•15 de agosto: Asunción de la Virgen
•08 de octubre: Día de la Independencia
•01 noviembre: Festividad de todos los Santos
•25 de diciembre: Navidad
•26 de diciembre: San Esteban