Italia: Sicilia Clásica y Nápoles

Situadas entre el mar y una enorme roca —y próximas a la capital de Palermo—, las playas de Cefalú son el refugio perfecto para disfrutar de la belleza natural y del buen clima siciliano. De animado ambiente, sobre todo en época estival, este pequeño enclave marinero bañado por el mar Tirreno es frecuentado por sicilianos y turistas que acuden atraídos por largos arenales dorados que se extienden hasta las bahías de Aranciotto y de Settefrati.

Aquí se pueden disfrutar de las agradables jornadas al sol, del frescor del mar y de diversos deportes náuticos. Sus rincones, llenos de autenticidad y encanto medieval, esconden joyas normandas como la Catedral y excelentes restaurantes, donde podrás degustar la deliciosa gastronomía local repleta de excelentes platos de pescado fresco. Desde la Puerta Pescara se puede llegar al puerto y disfrutar de románticos atardeceres y agradables paseos.

A tan solo unos kilómetros de la localidad de Piazza Armerina, se localiza la famosa Villa Romana del Casale, cuyo origen se remonta al siglo IV a.C. Su increíble conjunto de mosaicos, declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, son los mejores conservados de su categoría en el mundo y una de las principales atracciones del centro de Sicilia. Contemplar millones de pequeñas teselas policromadas que cubren más de 3.500 metros cuadrados de suelo es todo un espectáculo. Un excelente estado que se debe a un pasado trágico, ya que la Villa fue sepultada bajo 10 metros de barro por una avalancha de barro en el siglo XII y así permaneció durante siete siglos.

Próxima a la entrada de la Villa, se encuentran los restos de un acueducto. Los mosaicos vieron la luz en la década de los cincuenta, cuando se iniciaron las excavaciones. La Villa se encuentra en un precioso entorno boscoso a unos 5 kilómetros de la localidad de Piazza Armerina.

Una de las ciudades más sorprendentes de Sicilia es la volcánica y bulliciosa localidad de Catania. Su centro histórico es, sin duda, una de las joyas barrocas de la isla italiana. Te sorprenderá conocer que parte de su centro urbano fue construido con la lava de la gran erupción del Etna de 1669.  La ciudad y sus magníficos edificios, muchos de ellos construidos por el artista barroco Giovanni Vaccarini, adquieren un singular e hipnótico color negro lava.

De especial belleza es la plaza del Duomo, donde la piedra volcánica contrasta con la blanquísima caliza de Siracusa dando lugar a uno de los conjuntos arquitectónicos más bellos de la ciudad. Salpicada de elegantes palacios, este histórico enclave se ha convertido en todo un símbolo de superación y reconstrucción tras el terremoto de 1693. En la céntrica plaza del Duomo, declarada Patrimonio Mundial por la Unesco, podrás contemplar la mítica Fuente del Elefante, monumento romano convertido en una seña tangible de la identidad de la ciudad, y la hermosa Catedral de Santa Ágata, que rinde homenaje a la patrona de la ciudad. No te pierdas la capilla de Santa Ágata, el magnífico Museo Diocesano y las catacumbas de la Catedral donde se encuentran antiguas termas que se remontan a la época romana.

¡Vive una experiencia volcánica! Subir hasta el monte Etna, un volcán de 3.330 metros de altura que domina el paisaje de Sicilia, es toda una experiencia. El Etna está considerado como el volcán activo más grande de Europa, y se sitúa dentro del hermoso Parco dell’ Etna, el espacio natural más grande de la isla.

Podrás ascender hasta sus humeantes cráteres es una de las excursiones más impactantes que realizarás en tu vida. Debido a la naturaleza impredecible del volcán, se recomienda seguir todas las normas de seguridad del Parque y hacer la excursión siempre con un guía experto. Para terminar con esta increíble experiencia, prueba la deliciosa gastronomía de la zona y brinda con caldos tan prestigiosos como el “Etna Bianco” y “Etna Rosso”, vinos nacidos de estas fértiles tierras volcánicas. Recuerda que solo podrás acceder a Etna siempre que las condiciones climáticas y sísmicas lo permitan.

La ciudad de Palermo representa perfectamente los ideales arquitectónicos y decorativos normandos. La Capilla Palatina, dentro del Palazzo dei Normanni, la Catedral y la iglesia de San Giovanni son algunas de las joyas que atesora la ciudad. En el interior de la Catedral también podrás encontrar tumbas normandas.

La vinculación de los normandos con la isla de Sicilia ha sido muy acusada. En 1061, el militar Roger de Hautville invade la isla con un pequeño ejército de cruzados. Será el primero de los cinco reyes que gobernarán la isla durante el siguiente siglo. El dominio normando será efímero, hasta el año 1266. Sin embargo, su legado artístico y cultural tendrá un importante desarrollo, sobre todo en sus monumentos arquitectónicos, que presentan una rica simbiosis entre las influencias árabes y occidentales.

El dominio normando en la isla italiana de Sicilia legó al mundo magníficas obras como la Catedral de Monreale, toda una joya medieval conocida internacionalmente por sus espectaculares mosaicos que ocupan una extensión de 6.500 metros cuadrados.

Este colosal edificio fue fundado en 1174 por el rey Guillermo II, y se erigió como un punto de referencia de todo toda la ciudad medieval. La Catedral se localiza en la animada plaza de Guglielmo, próxima a la famosa Cuenca de Oro. Este grandioso edificio constituye una de las construcciones normandas más destacadas del Viejo Continente. La armoniosa simbiosis de corrientes artísticas árabes y europeas ha suscitado uno de los estilos artísticos más especiales del Medioevo. Esto se refleja en los valiosos mosaicos de la catedral, donde se representan las principales escenas del Antiguo Testamento. La Catedral de Monreale se encuentra a escasos kilómetros de Palermo.

Visitar las excavaciones arqueológicas y vislumbrar los restos de la antigua y floreciente ciudad de Pompeya, que quedó sepultada tras la erupción del Vesubio en el año 79 d.C., es una de esas experiencias que no se olvidan. Considerado uno de los complejos arqueológicos más impresionantes del mundo, la antigua ciudad de Pompeya permite al viajero conocer cómo vivían sus habitantes en la Antigüedad. Esto se debe a que la ciudad no fue destruida por el Vesubio, sino enterrada bajo un denso manto de lapilli (piedras en llamas). Es imposible no alzar la vista sobre el imponente volcán e imaginarlo escupiendo lava sobre esta localidad aquel fatídico día.

Entre los puntos más destacados de la visita, se encuentra el Foro, el Teatro Grande, el Anfiteatro, la Casa de Fauno… Sin embargo, una de las imágenes más impactantes de esta excursión será contemplar moldes de los cuerpos en el Granai del Foro que se han realizado tras rellenar con yeso los huecos dejados por los cadáveres calcinados.

Esta apasionante excursión te permitirá descubrir algunos de los principales puntos de interés de la tercera ciudad más grande del país. Su legado histórico y cultural, su centro histórico declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y algunas de las ruinas más famosas del mundo convierten la visita a Nápoles en una experiencia inolvidable. Te esperan lugares únicos como la plaza del Plebiscito, la Galería Umberto I, el Palazzo Reale Real, el Castel Nuovo, el Museo Archeologico Nazionale, el Teatro San Carlo...

No te vayas de esta preciosa ciudad sin deambular por su famosa avenida “Spaccanapoli”, donde podrás visitar las bellas iglesias de Gesù Nuovo y Santa Clara, y descubrir todos los secretos de la Nápoles subterránea a través de un increíble itinerario de unos 40 metros de longitud que transcurre por debajo de las principales calles y avenidas de la ciudad y donde podrás contemplar grutas griegas, catacumbas y ruinas milenarias.