
India: Rajasthan Especial
- Duración
- 10 días
- Tipo de circuito
- Gran Viaje


Imagina despertarte por la mañana y ver cómo la silueta del Taj Mahal se yergue frente a tu ventana. Imagina, después, viajar a una ciudad fantasma, abandonada hace siglos, pero repleta de magia y encanto. Redondea el sueño con paseos en lancha por un lago, recorridos por exóticos jardines, visitas a templos y palacios… Y ahora, imagina que todo eso es real, y que estás a punto de comenzar tu gran viaje a la India.
"Los templos, los palacios y los fuertes del estado indio de Rajasthan son los protagonistas indiscutibles de este gran viaje"
Partiendo de Delhi, capital de la India y tercera ciudad más grande del país, en este inolvidable viaje conoceremos los lugares más bellos e interesantes de la nación, con especial atención al estado llamado Rajasthan. Aunque, por supuesto, no faltaremos a nuestra cita con el Taj Mahal, el mausoleo que fue mandado construir por el emperador mogol Shah Jahan en Agra para rendir homenaje a una de sus esposas. Una vez completada esta imprescindible visita, comenzará nuestro periplo rajasthaní: de Jaipur, la capital del estado, viajaremos a Jodhpur, en el desierto de Thar; a Ranakpur, con sus templos y su colección de esculturas eróticas, y a Udaipur, la ciudad más romántica de la India, en la que dicen que todos los sueños se pueden hacer realidad.
Emociones nuevas en tu viaje
Como gran ciudad y capital del país, Delhi está repleta de monumentos y lugares históricos que visitar, pero también de tiendas y mercadillos capaces de saciar el apetito de los shoppers más exigentes. Con la población y la extensión que tiene Delhi, es casi imposible trazar un mapa de todas las tiendas de la ciudad, pero hay una serie de lugares que son de visita obligada para los amantes de las compras
Uno de ellos, seguramente el más célebre de todos, es Connaught Place, repleto de tiendas tradicionales indias, boutiques que ofrecen la última moda occidental, puestos de artesanía y hasta un mercado subterráneo con artículos de lo más variopinto. DLF Emporio y Select City Walk son dos centros comerciales que se encuentran al sur de Delhi, siendo el primero de ellos uno de los más lujosos de todo el país. En ellos tienen presencia la gran mayoría de las marcas premium más conocidas de Italia, Francia o Estados Unidos.

Si lo que buscas es una experiencia más auténtica, puedes sumergirte en alguno de los mercadillos o bazares que se encuentran por toda la ciudad. Llama poderosamente la atención el mercado de especias de Khari Baoli, por sus aromas y su bullicio, y resulta especialmente divertido el de Jampath, por la increíble variedad de sus artículos, y la posibilidad de regatear hasta conseguir el mejor precio. Una de las experiencias más inolvidables que se pueden tener en Delhi es pasar unas horas en Chandni Chowk, un conjunto de callejuelas estrechas y serpenteantes que están abarrotadas de tiendas y puestos callejeros con las mercancías más dispares. Aquí, además, es posible disfrutar de un paseo en ‘rickshaw’, uno de los tradicionales carritos tirados por un hombre.
Tenemos que remontarnos al año 1459 para encontrar el momento de la historia en que comenzó a construirse este edificio, cuyo nombre proviene del sánscrito Mihir Gahr, que significa Fuerte del Sol. Se encuentra levantado sobre una colina de más de 120 metros de altura, lo que no hace sino contribuir a su majestuosa presencia. Como ocurre con otros fuertes indios, esta construcción ha servido, durante sus casi seis siglos de vida, tanto de castillo defensor como de residencia palaciega. Las puertas que dan acceso al Fuerte de Mehrangarh son en sí mismas enclaves únicos en los que merece la pena detenerse, y dan acceso a una serie de intrincados pasillos, calles interiores, pequeños palacios y amplios patios que, juntos, conforman lo que conocemos como la Fortaleza del Sol.
Este fuerte no es solo un castillo medieval abandonado más, sino que hoy en día sigue teniendo mucha vida en su interior. No en vano, ha sido, es y seguirá siendo el escenario elegido para rodar un gran número de películas, tanto de Hollywood como de su análogo indio Bollywood. Además, el museo que se encuentra dentro de sus formidables muros es uno de los más y mejor surtidos del estado de Rajasthan. La antigüedad del Fuerte Mehrangarh y su decisivo papel en numerosas batallas son la causa de que en su museo podamos ver tantas armaduras, armas reales usadas en la guerra, trajes de época, habitaciones completas reconstruidas a imagen y semejanza de las que existían en el palacio en el Siglo XVIII, y hasta un palanquín dorado que fue ganado en una batalla.

Cuenta la leyenda que cuando Rao Jodha, gobernante de la dinastía Rathore, decidió trasladar la capital desde Mandore hasta Jodhpur, se encontró con un pequeño gran inconveniente. En lo alto de la colina que hoy ocupa la fortaleza vivía un ermitaño que se sintió profundamente agraviado cuando supo que tenía que abandonar su morada. Este hombre, conocido como “Señor de las aves” ya que vivía en la Bhaurcheeria, o “Montaña de las aves”, maldijo a Rao Jodha, augurándole problemas de falta de agua en el futuro. Aunque el gobernante Rathore construyó para él un templo para que meditara dentro de los muros, parece que la maldición no se evaporó tan fácilmente: hoy en día, la zona que rodea a la ciudad de Jodhpur y a su fortaleza sufre fuertes sequías una vez al menos cada cuatro años.
Si de algo no hay duda es de que la India está repleta de fuertes, construidos por distintos gobernantes que querían demostrarle al mundo su poder y sus riquezas. El Fuerte Amber, situado en Jaipur, es claramente una de las más imponentes y majestuosas construcciones de este tipo que podemos encontrar en todo el país. Aunque fue levantado sobre lo que quedaba de una estructura anterior, el Fuerte Amber tal y como lo conocemos data de 1592. Está construido en arenisca roja y mármol blanco, mezclando con acierto los estilos arquitectónicos hindú y musulmán, y se yergue orgulloso sobre una colina desde la que domina todo su entorno.
Este complejo palaciego ha ido sufriendo modificaciones y añadiduras a lo largo de su historia, lo que lo convierte en un recinto inmenso y lleno de cosas que ver. Destacan especialmente los bajorrelieves de dioses hindúes en la entrada del palacio; la sala de audiencias públicas o Diwan-i-Am, y la de audiencias privadas o Diwan-i-Khas; el templo Shila Mata, dedicado a la diosa Kali, esposa de Shiva, y el vestíbulo de los espejos. Este último está diseñado y construido de tal forma que, cuando los habitantes del palacio tenían que atravesarlo de noche, les bastaba con una sola vela encendida, ya que los espejos que hay en las paredes están colocados de manera que, mediante sus reflejos, consiguen iluminar toda la estancia.

Uno de los momentos más divertidos, emocionantes e inolvidables de todo el viaje puede tener lugar en el Fuerte Amber. Y es que, si hay disponibilidad, el ascenso hasta el palacio puede realizarse sobre un elefante. Estos animales, bellamente enjaezados, hacen durante todo el día el recorrido desde la base de la colina hasta el fuerte y de nuevo hacia abajo. Son sumisos, dóciles y simpáticos, y pueden convertir la visita a este lugar en una experiencia que perdure para siempre en la memoria.
En el corazón del estado indio de Rajasthan se encuentra Jaipur, su capital, una de las ciudades más conocidas y visitadas de todo el país. Y es aquí precisamente donde se halla el asombroso edificio llamado Hawa Mahal, comúnmente conocido como Palacio de los Vientos.
Fue mandado construir a finales del Siglo XVIII por el maharajá Pratap Singh con un único objetivo: que las mujeres de la realeza pudieran contemplar las procesiones, desfiles o cualquier otra actividad que tuviera lugar en la calle sin necesidad de mostrarse en público. Sin duda, lo más llamativo del palacio es su fachada rosa y blanca repleta de balcones con ventanas caladas, que se va estrechando a medida que crece en altura. Este palacio parece un decorado de cine. Su fachada principal es casi lo único que queda en pie, pero por su gran belleza bien merece una visita. El edificio fue construido en el año 1799 como un anexo al Palacio de Jaipur. Sus cinco pisos están repletos de pequeñas ventanas que dejaban pasar el aire y mantenían el lugar frío, aislando el interior del cálido ambiente de verano. Sus pisos superiores son más cortos, dando así una forma de pirámide al lugar, similar a la cola de los pavos reales, que tanto valor simbólico tienen en la India. Como es habitual en la zona, está construido con piedra arenisca roja y rosada, dándole así el toque de identidad que va a cautivar el objetivo de nuestra cámara al instante. Son muchos los locales y visitantes que se paran a admirar su belleza, tantos que se ha convertido en un ícono de la ciudad. Es un lugar de fácil acceso ya que se encuentra en una de las vías principales de Jaipur, así que no hay excusa… ¡no tiene pérdida!

Si decides entrar al Palacio de los Vientos, hay algo que no te puedes perder: las increíbles vistas de Jaipur, conocida como la ciudad rosada, desde los balcones que hace siglos ocultaban a las mujeres de la realeza y, sobre todo, desde la azotea. El Hawa Mahal es solo uno de los muchos palacios que se pueden visitar en Jaipur. También resulta muy interesante el City Palace, la residencia del maharajá de Jaipur, un conjunto de edificios monumentales que esconden un curioso secreto: en la sala de audiencias privadas Diwan-i-Khas, de arenisca y mármol en estilo moghul, hay dos urnas de plata que contienen las aguas sagradas del Ganges.
200 kilómetros al sur de Delhi y 235 al este de Jaipur, se encuentra Agra, el enclave más visitado de la India gracias al monumental mausoleo que allí se encuentra: el Taj Mahal. Construido entre 1632 y 1653, este impresionante edificio es el homenaje que el sultán Shah Jahan quiso rendir a su esposa predilecta, Mumtaz Mahal, cuando esta murió dando a luz a una de sus hijas.
El Taj Mahal está considerado como una de las maravillas del mundo contemporáneo, y supone la obra maestra de la arquitectura moghul. Además del mausoleo, en el recinto hay todo un conjunto monumental, que comprende una mezquita y un jawab simétrico (un edificio idéntico a la mezquita pero que carece de minarete), una entrada espectacular y unos jardines por los que es totalmente imprescindible pasear.

Si quieres visitar el Taj Mahal como un viajero experto, hay dos cuestiones que debes tener en cuenta: Aunque el museo que está en su interior abre a las diez de la mañana, el Taj Mahal propiamente dicho abre sus puertas al amanecer y las cierra al atardecer. Es conveniente aprovechar esta circunstancia y llegar a primera hora. Así evitarás el calor y las aglomeraciones de las horas centrales del día. El Taj Mahal no es solamente un lugar de interés turístico; también es Patrimonio de la Humanidad y el monumento más importante de la India. Por tanto, las normas para los visitantes son muy estrictas: nada de comer ni de fumar, no se debe tocar nada, ni llevar aparatos eléctricos de ningún tipo que no sean cámaras de fotos, ni levantar la voz.
Algunos de los otros nombres con que se conoce esta bella y exótica ciudad son “la Venecia de Oriente” o la “ciudad de los 100 lagos”. Puede que te interese saber que varios de estos lagos albergan un palacio en el centro, al que solo se puede llegar en barco. De ellos, el más importante es el lago Pichola. Udaipur es una ciudad que ha sabido conservar el encanto de lo antiguo, pero con el suficiente nivel de limpieza y mantenimiento como para no llegar a parecer vieja.
Situada al sur del Rajasthan y emplazada junto a las montañas Aravalli, Udaipur fue la capital del antiguo reino de Rajput de Mewar, y hoy en día es el lugar donde se encuentra el palacio más grande de toda la región. Este conjunto arquitectónico está compuesto de cuatro palacios, y es una buena muestra del lujo y comodidades extremas con que vivían los antiguos maharajás de la India. La parte que puede visitarse del palacio de Udaipur es espectacular: las salas exquisitamente decoradas se comunican entre sí mediante puertas de marfil, las ventanas dejan ver los preciosos jardines que rodean el edificio, y no hay estancia que no luzca algún mueble, alfombra, tapizo o espejo que no nos deje con la boca abierta.

El palacio de Udaipur es, sin duda, uno de los principales atractivos turísticos de esta ciudad rajasthaní, pero no es el único. Los jardines Sahelion-Ki-Bari o las preciosas vistas del lago Pichola son también dignos de ver. Y, sobre todo, está el Templo Jagdish. Consagrado al dios Visnú, y ubicado en el centro de la ciudad, este templo resulta interesante por un doble motivo. Primero, por sus tallas interiores y por la belleza de su exterior. Y segundo, por el ambiente que se genera siempre a su alrededor. Al tratarse del templo más importante de Udaipur, durante las horas de culto hay mucho movimiento de entrada y salida de fieles, y las ceremonias resultan muy entretenidas de ver.
El Templo de Birla está consagrado al dios Visnú, también llamado Narayan, una de las tres principales deidades del hinduismo junto con Brahma y Shiva, y a su esposa Lakshmi, la diosa de la riqueza. Por este motivo, el templo recibe también el nombre de Lakshmi Narayan. Se encuentra en Jaipur, capital del estado indio de Rajasthan, está construido en mármol blanco y destaca por sus tres cúpulas, que simbolizan los tres caminos distintos que hay para acercarse a la religión. Una cúpula redonda señala el islam, una estupa habla del budismo, y una shinkara se refiere al hinduismo.
Fue construido en 1988 por la familia Birla, una de las más ricas de la zona, y actualmente es uno de los más visitados de la India a causa de la sorprendente ceremonia que se celebra en su interior. Se trata de la ceremonia Aarti, un rito que pretende disipar la oscuridad, entendida esta tanto de forma literal como en el sentido de falta de luz espiritual o intelectual. Consiste en una serie de ofrendas de agua y fuego que se realizan a los dioses mientras se entonan canciones rituales. La ceremonia Aarti se lleva a cabo de noche, y es un espectáculo digno de ver.

En el Templo de Birla se puede ver algo tan llamativo como poco habitual: una especie de “paseo de la fama” en el que se aparecen, tanto en las vidrieras como en exquisitos tallados en las paredes de mármol, una serie de personajes de distintas procedencias. Por un lado, están los dioses del hinduismo y algunas escenas de la mitología local y, por otro, personas que han marcado el devenir de la humanidad, como Jesucristo, Sócrates, Confucio o Buda. Como ocurre en muchos otros templos de la India, los jardines que rodean al de Birla son tan bonitos y agradables como el propio templo. En este caso, además, hay un museo en el que se exponen artículos que han pertenecido a la familia Birla a lo largo de distintas generaciones.
Una masa de agua siempre convierte a la ciudad que la alberga en un lugar especial y diferente. Ríos, playas y lagos ejercen una influencia muy positiva en el paisaje urbano, dando amplitud a los espacios y paz a quien los observa. Y el lago Pichola no es una excepción. De hecho, la ciudad de Udaipur y su lago son uno de los matrimonios mejor avenidos en lo que a esta cuestión se refiere.
Con unas aguas sorprendentemente limpias, el Pichola es el más grande de los lagos de la ciudad, y es el escenario perfecto para dar un agradable paseo en barco o en lancha. Tomar distancia siempre es bueno, y en este caso mejor aún, porque desde la lejanía Udaipur se ve todavía más bonita. Además, en el centro del lago se encuentran cuatro pequeñas islas llenas de sorpresas. Se trata de Jag Niwas, que alberga el Palacio del Lago; Jag Mandir, que también tiene un palacio, en este caso llamado también Jag Mandir, y otras dos islas más pequeñas, Mohan Mandir y Arsi Vilas. El mejor momento del día para llevar a cabo esta divertida excursión náutica es al atardecer, cuando la luz del sol se empieza a apagar y cede el protagonismo a la iluminación de los preciosos edificios de la orilla y de los palacios de las islas.

De los dos palacios que parecen flotar en medio del lago Pichola, el más espectacular es el Lake Palace, Palacio del Lago o Palacio de Verano. Aunque hoy en día funciona como un hotel de lujo, se puede visitar, y realmente merece la pena pasear por sus jardines, contemplar su bella arquitectura y, si el tiempo lo permite, disfrutar de un café o un refresco en su espléndida terraza. Curiosamente, hoy se le conoce como Palacio de Verano, pero cuando el maharajá Jagat Singh II lo mandó construir, lo hizo pensando en que fuera precisamente lo contrario, un palacio de invierno. Por último, puede ocurrir que los viajeros tengan cierta sensación de familiaridad, de haber visto antes este majestuoso edificio. Pues bien, la explicación es muy sencilla: fue uno de los escenarios principales de la película de 1983 Octopussy, protagonizada por James Bond, el espía más universal.
El plan de viaje a tu alcance
- Comidas en el avión
- Nueva Delhi
- Sin comidas
- Nueva Delhi
- Desayuno y cena
- Nueva Delhi
- Nueva Delhi
- Viejo Delhi
- Paseo en Rickshaw
- Desayuno y cena
- Agra
- Fuerte de Agra
- Desayuno y cena
- Fatehpur Sikri
- Jaipur
- Fatehpur Sikri
- Taj Mahal
- Desayuno y cena
- Jaipur
- Ceremonia Aarti
- Panorámica de Jaipur
- Fuerte Amber
- Desayuno y cena
- Jodhpur
- Cenotafios de mármol Jaswant Thada
- Visita al Fuerte Mehrangarh y Jaswant Thada
- Desayuno y cena
- Ranakpur
- Udaipur
- Templos de Ranakpur
- Paseo en Barca por el Lago Pichola
- Desayuno y cena
- Nueva Delhi
- Panorámica de Udaipur
- Sin comidas
- Nueva Delhi
¿Quieres saber más de India?
Variada, exótica y picante, así se podría definir la gastronomía hindú. Los platos más habituales son el dal y el thali. El primero consiste en una sopa de lentejas, verduras y arroz, y el segundo es una especie de plato combinado con el arroz en el centro y patatas, berenjenas y otras verduras alrededor. Existen diferencias significativas entre la cocina del norte de la India y la del sur: al norte predominan los sabores dulzones, se abusa menos de las especias y las carnes más utilizadas son las de pollo, cordero y carnero. Por su parte, la gastronomía del sur es bastante más picante, hay muchas más verduras que carne y el curry y la leche de coco son los ingredientes estrella.
A lo largo y ancho de la India hay miles de tiendas y mercados en los que se puede comprar cualquier artículo imaginable. En Delhi destacan Connaught Place y las calles de Chandni Chowk, en Jaipur el Johari Bazar Road y el mercado del palacio, y en Agra Subhash Emporium y el bazar de Kinari. Si te internas en cualquiera de los mercadillos callejeros del país, tendrás que regatear los precios de los productos que quieras comprar. Si no tienes experiencia en estas lides, lo más aconsejable es que empieces ofreciendo la mitad de lo que el vendedor pide, y te des por satisfecho cuando consigas una rebaja del 20 o del 30%. Un apunte: está bastante mal visto no realizar la compra una vez que se ha acordado el precio, y el comerciante se puede enfadar.
Teniendo en cuenta el tamaño del país y la gran variedad de pueblos y culturas que conviven en él, prácticamente todos los días del año son fiesta en algún lugar de la India. Estas son algunas de las más importantes:
• Día de la República (26 de enero). Es la fiesta nacional, y en Delhi se celebra con desfiles por las calles.
• Holi (marzo). Cada año cambia de fecha, y se celebra lanzando al aire polvos de colores y agua teñida.
• Baisakhi (mayo). Es la fiesta nacional de los sikhs en honor al fundador de esta religión.
• Teej (julio). Festival religioso de Rajasthan en honor a la diosa Parvati.
• Fiesta de la Independencia (15 de agosto).
• Durga Puja (entre septiembre y octubre). Es el festival de carácter religioso más popular del país, sobre todo en Bengala.
• Aniversario del nacimiento de Gandhi (2 de octubre). Fiesta nacional y laboral en todo el país.
• Feria de camellos de Pushkar (mediados de noviembre).
• San Francisco Javier (3 de diciembre).
• Navidad (25 de diciembre).
Para viajar a la India, los ciudadanos de la Unión Europea necesitan un visado de turista, que se puede solicitar en la embajada india de cada país o tramitar la E-Tourist Visa on-line en la web. Este visado tiene una duración de tres meses, pero se puede renovar en las oficinas del Foreign Registration Office que hay en las grandes ciudades. El pasaporte debe tener una validez mínima de seis meses.
Embajada de India en España:
Avenida de Pío XII 30-32, 28016 Madrid
Teléfono: 913 098 870
En las grandes ciudades como Delhi, Agra o Jaipur la mayoría de los establecimientos aceptan el pago con las tarjetas de crédito más habituales, como Visa, MasterCard o American Express. En las zonas rurales y en los pueblos pequeños, es aconsejable disponer de dinero en efectivo, que puedes sacar del banco con tu tarjeta de crédito y una fotocopia del pasaporte.
Para evitar problemas desagradables, lo mejor es apuntar en un papel o en el móvil los teléfonos de las entidades emisoras de tus tarjetas de crédito. Así, si se da el caso de que pierdas o te roben alguna, podrás llamar inmediatamente a tu banco y pedir que la bloqueen.
No es obligatoria ninguna vacuna para viajar a la India, pero dependiendo de las zonas que vayas a visitar puede ser aconsejable tomar un tratamiento profiláctico contra la malaria. Consulta esta cuestión con tu médico, y ten muy presentes las siguientes reglas:
• El agua es el origen de la mayoría de las intoxicaciones y enfermedades que se pueden sufrir en la India, así que nunca bebas agua que no esté embotellada y no comas frutas sin pelar ni verduras crudas.
• Cuando estés fuera de las grandes ciudades, usa siempre un buen repelente de mosquitos, y a ser posible viste pantalón y manga larga cuando empiece a caer la tarde.
• En la India hay muchos animales que viven en la calle. Mantente alejado de ellos, y no te acerques para tocarlos ni mucho menos para alimentarlos. Ni siquiera a los monos, por muy simpáticos que parezcan.
Debido a la gran extensión del país, el clima de la India es muy variado, pero tiene una característica singular: el año indio tiene tres estaciones y no cuatro. El invierno va de noviembre a marzo, el verano de abril a junio, y el monzón de julio a septiembre-octubre. La humedad que genera la estación monzónica hace que el mes de octubre sea especialmente caluroso, con una gran sensación de bochorno, sobre todo al sur del país.
En las costas, el clima es templado y húmedo todo el año, con muy poca variación en las temperaturas, que suelen rondar los 25-30 grados. En el interior es más seco, de tipo continental y con temperaturas que van de los 20 grados en invierno a más de 40 en verano. Al norte del país, en el Himalaya, el frío es extremo, con el termómetro bajando hasta los 20 grados bajo cero.