
Malasia: Gran tour de Malasia con Langkawi
El país donde la diversidad no tiene límites
Conoce el viajeMalasia: Gran tour de Malasia con Langkawi
- Duración
- 14 días
- Tipo de circuito
- Gran Viaje


Este viaje entrará de pleno en la categoría de los inolvidables. Una ruta de contrastes entre la modernidad y la tradición, entre el asfalto de las ciudades y los parajes de naturaleza en su estado más puro. Malasia es un país que ha sabido enriquecerse con cada una de las culturas que han pasado por ella y le ha dado el mayor de los sentidos a la convivencia entre las diferentes religiones y corrientes que hay en el país. Kuala Lumpur, Malaca, las Montañas Cameron, Penang y Langkawi serán algunas de las etapas por las que discurrirá esta aventura por los lugares más especiales de Malasia.
Unas cuevas centenarias y un centro de protección de orangutanes serán algunas de las paradas imprescindibles de este viaje.
El viaje comienza en la capital del país. Kuala Lumpur y su más de millón y medio de habitantes harán de anfitriones a nuestra llegada. Esta ciudad nació como asentamiento de mineros y ha llegado a convertirse en una de las ciudades con crecimiento más rápido de Asia. De la modernidad, daremos paso a la historia viva de Malaca, un patrimonio único en el mundo por la complejidad de su evolución y el rastro que dejaron aquí las diferentes potencias coloniales. Las Cuevas Batu serán nuestro primer contacto con la naturaleza más pura del país, pero no el único, ya que las Montañas Cameron con sus plantaciones de té nos esperan para presentarnos de primera mano la cultura indígena gracias a la tribu de los Orang Asli. Otro de los mayores privilegios será poder visitar la Fundación Bukit Merah Orang Utan Island, un centro de investigación, rehabilitación y protección del orangután. En Penang descubriremos una ciudad llena de color, con un gran legado colonial y donde se encuentra el Jardín de la Especias, con más de 500 tipos de plantas y más de 100 variedades diferentes que se utilizan en la cocina malaya. Los últimos días los pasaremos en la isla de Langkawi, un lugar ideal para terminar de disfrutar de las vacaciones y reponer fuerzas cara a la vuelta a España, con una gran oferta de actividades para todos los gustos, por lo que no será difícil decidir qué hacer en los dos días libres que tendremos allí.
Emociones nuevas en tu viaje
Si hay un aspecto que Kuala Lumpur ha cuidado con esmero en los últimos años es su red de transporte público, que ofrece numerosas posibilidades a la población local y a sus visitantes. El taxi es una buena opción en cualquier ciudad del mundo y esta no es una excepción, aunque hay que asegurarse de que se pone en marcha el taxímetro o, de lo contrario, pactar un precio con el conductor. Los trenes son también una apuesta ganadora en esta ciudad ya que dispone de paradas en numerosas zonas interesantes de la ciudad, como Chinatown. Y no se puede olvidar el monorraíl, un medio de transporte rápido, barato y que además ofrece unas vistas únicas de la ciudad y, por tanto, una forma muy fácil de hacer un tour turístico por Kuala Lumpur.
Pero si hay algo que llama la atención de los viajeros que se desplazan hasta esta ciudad es la posibilidad de disfrutar de autobuses gratuitos que recorren el centro de la ciudad. Se trata de unos autobuses de un llamativo color rosa que conforman el servicio GO KL y que dispone actualmente de 4 líneas diferentes. Fue creado por las autoridades locales para descongestionar el tráfico de la ciudad ofreciendo a sus habitantes una opción ecológica. Además de cómodo, esta opción tiene una elevada frecuencia, ya que pasan cada poco tiempo.

Kuala Lumpur es una ciudad en la que el tiempo parece haber pasado más deprisa que en otras. Resulta curioso pensar que la hoy moderna urbe fue fundada en 1857 durante la dominación británica con un nombre que describía bien su estado, ‘confluencia fangosa’, y que era básicamente un asentamiento de los trabajadores de las minas de estaño cercanas situado entre dos ríos. Hoy alberga unos 2 millones de habitantes (7,2 millones si se suma su área metropolitana) y es la sexta ciudad más visitada del mundo, con unos 8 millones de personas que cada año llegan a ella por uno u otro motivo. Uno de ellos es el Gran Premio de Malasia de Fórmula 1, que se celebra en la ciudad desde 1999.
En todos los países del Sudeste Asiático es habitual moverse en pequeños carros tirados o bien por una bicicleta o por una motocicleta. Malasia no es una excepción y dispone para viajes cortos y medios de los rickshaw, un carro que se mueve gracias a una bicicleta conducida por el chófer, si bien hasta hace unas décadas lo más habitual es que fuera tirado directamente por el conductor.
Pero los rickshaw de Malaca tiene algo especial: sus colores y ornamentos. Corazones, flores, figuras de la gatita ‘Hello Kitty’, personajes de Pokémon, mariposas...De todo hay en estos curiosos vehículos que te pueden gustar o no pero seguro que no te dejan indiferentes. Es una experiencia que no te puedes perder en Malaca.

Este medio de transporte se usa en numerosos países, pero parece ser que el origen de la palabra hay que encontrarlo en Japón y en la palabra ‘jinrikisha’, que traducida podría ser algo así como un carruaje cuya fuerza es el hombre. Y es que aunque hoy por hoy el ‘motor’ es una bicicleta, los rickshaw de Malasia fueron tirados por personas desde su aparición a finales del XIX en las áreas urbanas del país hasta las primeras décadas del XX, cuando poco a poco fue sustituido por la versión actual, que podría considerarse más bien como un ‘bicitaxi’.
Durante este viaje se visitará la Fundación Bukit Merah Orang Utan Island, una oportunidad única de conocer de cerca a los bellos orangutanes malayos en un hábitat muy parecido al que encuentran en sus lugares de origen, que son únicamente 2: la isla de Borneo (que comparten entre Malasia, Indonesia y Brunéi) y la de Sumatra. Pero además es una ocasión única de colaborar en un proyecto que pretende concienciar a los malayos de la importancia de conservar esta especie, actualmente en peligro crítico de extinción, y que no recibe ayudas públicas.
Esta fundación fue creada en el año 2000 para estudiar el comportamiento de esta especie. Inicialmente fueron asentados en este lugar tres ejemplares, pero su adaptación ha sido tan exitosa que han logrado reproducirse, de manera que actualmente viven allí 24 orangutanes de diversas edades en estado de semilibertad. Y es que aunque no pueden salir de la isla, este lugar está diseñado para que quienes se encuentren prácticamente enjaulados son los visitantes, que sólo pueden ver a los animales desde una zona lateral de la reserva de manera que no puedan interferir en su crecimiento y desarrollo. De esta forma, los animales disfrutan de prácticamente todo el territorio de la isla, aunque es fácil verlos mientras se les atrae con comida, que consiste mayormente en frutas como el coco o las manzanas.

El mayor peligro que acecha actualmente a los orangutanes de Borneo es la industria del aceite de palma o, mejor dicho, las crecientes plantaciones de la palmera de cuyo fruto se obtiene el aceite de palma, que es el más utilizado del mundo por delante del de soja o el de colza para productos muy variados, desde bollería a precocinados, aperitivos, cosméticos o productos de limpieza. Según denuncia la organización ecologista Greenpeace, los bosques en los que viven son talados o incendiados para poder aumentar los cultivos, lo que no sólo las provoca daños directos, sino que también aumenta la tasa de mortandad entre los individuos jóvenes y disminuye el número de nacimientos.
Son muchos los santuarios hindúes que se pueden visitar en el país malayo, pero ninguno tan único y característico como las Cuevas Batu. A tan sólo 15 kilómetros de la colosal Kuala Lumpur se esconde esta joya, que es visitada cada año por más de dos millones y medio de personas.
Aunque no se conoce la fecha exacta de su construcción estas cuevas de piedra caliza fueron descubiertas en 1878. Antes de acceder a su interior la gran estatua del dios Murugan, con 42 metros de altura, recibirá a cada uno de los visitantes y les recordará, con su lanza, que es el dios de la guerra. Para entrar en su interior hay que superar 272 escalones, esfuerzo que merecerá la pena sin ninguna duda. Y los que estén más en forma pueden contribuir subiendo uno de los cubos de material de construcción que suelen dejar en la parte baja. Algo que los más devotos agradecerán seguro, ya que las cuevas están siempre en continúa restauración y subir los ladrillos y el material no es tarea fácil.

No está demás tomar nota de algunos consejos para la visita a las Cuevas Batu. Es habitual no tener muy claro que indumentaria llevar en este tipo de lugares de culto. Para entrar dentro de los templos de las Cuevas Batu habrá que tener las piernas cubiertas, aunque las camisetas de tirantes sí están permitidas. Además, conviene tener cuidado con los macacos, que pueden pasar de ser graciosos y dóciles a convertirse en pequeños ladrones, especialmente de comida, así que lo ideal es no llevar nada de comer o tenerlo guardado a buen recaudo.
En toda Malasia se pueden probar absolutas delicias. Pero cuando estés en Penang no puedes dejar de probar todas las delicias gastronómicas que puedas, especialmente en la tarde libre que tendrás en esta isla, considerada como la capital gastronómica malaya. En restaurantes, puestos callejeros, bares… En todos los lugares que te puedas imaginar se disfruta de la comida como en ninguna otra localidad del país. Hay numerosos lugares en los que disfrutar como nunca de esta experiencia para el paladar. En Little India puedes disfrutar como nunca de los restaurantes hindús y en Georgetown es imprescindible visitar el Red Garden, un mercado nocturno rodeado de restaurantes de muy diversos tipos.
¿Y qué platos hay que probar? Si duda el Assam Laksa, una sopa con una base de pescado; el Tandoori Chicken, muy popular y con un inconfundible aroma; el Roti Canai, un pan al estilo indio que se rellena o sirve para acompañar platos; y un postre que no se debe dejar de probar, el Cendol, con sus noodles de gelatina verde a los que suelen llamar ‘gusanos verdes’.

Penang compite con otra de las más conocidas ciudades del país, Malaca, en uno de los platos más típicos del país, el Laksa. Mientras en Malaca lo tomarás hecho con una base de leche de coco, que le da una textura cremosa, además de brotes de soja y tofu. En cambio, el de Penang lleva una base de pasta de tamarindo y se prepara con pescado, habitualmente caballa. Dos versiones de una de las especialidades malayas por excelencia. No se sabe bien de dónde viene el nombre de Laksa, pero podría proceder de Laksha en sánscrito, que podría traducirse por ‘muchos’, debido probablemente al elevado número de ingredientes necesario para prepararla.
No es ningún secreto que la gastronomía ocupa un lugar muy importante en los viajes. En Malasia se disfruta de una deliciosa cocina llena de sabor y color gracias a las especias. La visita permite descubrir el origen de todos esos condimentos a lo largo de tres hectáreas de entorno silvestre.
El jardín cuenta con más de 500 variedades de plantas y animales, lo que lo convierte en un agradable paseo donde dejarse embriagar por el aroma de más de 100 hierbas y especias. Podrás por ejemplo descubrir cómo huele la flor del jengibre o tocar las hojas del curry. El jardín también cuenta con el sendero ‘Ornamental Trail’, donde descubrir una gran colección de plantas exóticas, y el ‘Jungle Trail’, que cuenta con helechos, grandes palmeras y orquídeas.

La cocina malaya ha desarrollado una gastronomía que combina sabores de China, India y Oriente Medio. Las especias, diminutas pero potentes, pueden convertir la monotonía de un plato en una experiencia inolvidable. Las que nunca faltan son las guindillas, el jengibre, la cúrcuma o el comino. Así entre las especialidades del país se puede encontrar platos como el satay, a base pinchitos de pollo macerados en cúrcuma con una salsa de cacahuetes, o la sopa Laksa, hecha a base de fideos finos, guindilla, leche de coco, pescado fresco, jengibre, cilantro y lima. Una explosión de sabor imprescindible.
El plan de viaje a tu alcance
- Sin comidas.
- Kuala Lumpur
- Sin comidas.
- Kuala Lumpur
- Desayuno.
- Kuala Lumpur
- Panorámica de Kuala Lumpur
- Desayuno. Comida.
- Kuala Lumpur
- Malaca
- Desayuno.
- Cameron Highlands
- Cuevas de Batu
- Cascadas Lata Iskandar
- Desayuno. Comida. Cena.
- Perak
- Plantación de té
- Ipoh
- Desayuno. Comida picnic. Cena.
- Perak
- Reserva forestal Belum-Temengor
- Desayuno.
- Penang
- Templo de Khoo Kongsi
- Templo de Kek Lok Si
- Desayuno. Comida. Cena.
- Penang
- Excursión de día completo de Penang
- Desayuno.
- Langkawi
- Desayuno.
- Langkawi
- Desayuno.
- Langkawi
- Desayuno.
- Langkawi
- Según itinerario
- España
¿Quieres saber más de Malasia?
La gastronomía de este país es un vivo reflejo de su variedad étnica. En todo caso, la base de la alimentación es arroz acompañando a diversos platos. Se trata de un tipo de grano muy parecido al basmati, es decir, alargado y con un aroma especial, que además suele cocerse con leche de coco, lo que lo otorga aún más sabor.
Si hay que señalar un plato nacional ese podría ser el Nasi Lemak, que consiste en el citado arroz como acompañante de una mezcla de anchoas, huevo y verduras con una salsa picante denominada sambal. También son muy conocidos los pinchitos, es decir, los Satay, carne (habitualmente pollo) inserta en un palillo largo de madera acompañado por arroz y una salsa hecha a base de cacahuetes. Y no nos podemos olvidar de las sopas denominadas Laksa, de las que pueden encontrarse diversas variedades, así como de los Roti, unas tortitas que se mezclan con ingredientes salados o dulces, siendo una modalidad muy habitual las dulces con azúcar y leche condensada. Todas las comidas suelen acompañarse de infusiones, como el Teh Tarik, ideal para acompañar platos dulces debido, precisamente, a su propia dulzura, o el té de limón con hielo para los platos salados.
Malasia es un paraíso para los amantes de las compras ya que tiene un gran número de sitios en el que hacerlo y de formas muy diferentes. Así, gracias al fuerte desarrollo registrado en las últimas décadas, en las grandes ciudades, y sobre todo en la capital Kuala Lumpur, existen grandes centros comerciales donde se puede encontrar de todo, aunque tienen especialmente buena reputación la ropa, la electrónica o los relojes, y donde se puede pagar con tarjeta a unos precios superiores que en el resto del país. En ciudades medianas hay también centros comerciales de gran calidad, mientras que las localidades más pequeñas son ideales para acudir a los mercadillos en los que encontrar artesanías de todo tipo.
•Mediados febrero: se celebra el Año nuevo Chino dada la fuerte presencia de personas originarias de este país en Malasia. Cambia de fecha cada año ya que sigue el calendario lunar.
•1 mayo: Malasia también conmemora el Día Internacional del Trabajo.
•Mayo: Wesak Day o día del nacimiento de Buda, probablemente el día más sagrado del calendario budista.
•15 junio (en 2018): Hari Raya Aidilfitri o fiesta con la que se celebra el fin del mes del Ramadán o del ayuno para los musulmanes. Cambia cada año ya que se celebra durante el noveno mes del calendario lunar. De hecho, cada año se celebra 11 días antes que el anterior.
•Agosto: Hari Raya Haji o día del Sacrificio, que también cambia cada año al seguir el calendario lunar y con el que se conmemora el momento en que, según el Islam, Abraham casi sacrificó a su propio hijo para demostrar su amor a Dios.
•31 agosto: Día de la Independencia, que conmemora la independencia del colonialismo británico declarada el 31 de agosto de 1957.
•9 septiembre: día en que se celebra el nacimiento del actual rey del país, Yang Di Pertuan Agong, que reina con el nombre de Mohamed V. Curiosamente, Malasia es uno de los pocos países del mundo en que se elige a los reyes por un periodo de 5 años.
•16 septiembre:Día de Malasia, se conmemora la unión de Malasia, Borneo Norte y Sarawak para crear la actual Malasia.
•Entre septiembre y octubre: Awal Muharram, año nuevo islámico, que cambia de fecha cada año ya que se celebra en torno a la primera luna llena en el primer mes del calendario musulmán.
•Noviembre aproximadamente: Maulidur Rasul o Nacimiento del Profeta Mahoma, se celebra el día 12 de la tercera luna según el calendario musulmán, por lo que también cambia de fecha cada año.
•25 diciembre: Día de Navidad, que es fiesta nacional a pesar de ser un país mayoritariamente musulmán.
La moneda de Malasia es el ringgit malayo, que se divide a su vez en 100 sen. Curiosamente, la palabra ringgit significa ‘dentado’ en recuerdo de los bordes dentados de los reales españoles que estuvieron presentes en la zona durante los siglos XVI y XVII.
El cambio actual entre el ringgit y el euro se sitúa aproximadamente en 4,5 ringgits por cada euro, aunque antes de iniciar el viaje conviene consultar el cambio en alguno de los conversores de moneda online que se encuentran en Internet. El cambio de euros a ringgits puede hacerse directamente en el destino, ya sea en propio aeropuerto o bien en bancos o casas de cambio en Kuala Lumpur.
Para entrar en Malasia no es necesaria ninguna vacunación obligatoria, salvo que en el último mes se haya visitado alguno de los países en los que sí existe riesgo de transmisión de la fiebre amarilla (esta información puede consultarse en el link www.msc.es/profesionales/saludPaises.do). Es en todo caso aconsejable llevar un repelente de mosquitos, que proliferan en los climas húmedos como el de Malasia y es especialmente aconsejable si se piensa visitar la parte oriental del país (Borneo). También es conveniente tomar las precauciones habituales cuando se viaja a destinos lejanos, como consumir únicamente agua embotellada, apostar por los alimentos bien cocinados y beber abundante agua para evitar la deshidratación por el calor.
Conviene además tener en cuenta que en los últimos años se viene presentando un fenómeno ambiental entre los meses de septiembre y octubre derivado de la nube de ceniza que se genera por los incendios en la cercana isla de Sumatra. Así, puede ser perjudicial para las personas que pertenezcan a algún grupo de riesgo, como las personas que padecen asma, los niños o las personas con cardiopatías.