Tailandia: Gran Tailandia y Playas de Phuket
Descubre el paraíso en la maravillosa Tailandia
Conoce el viajeTailandia: Gran Tailandia y Playas de Phuket
- Duración
- 14 días
- Tipo de circuito
- Gran Viaje
Tailandia suele ser uno de esos destinos que uno siempre tiene en la lista de viajes pendientes. Un lugar ideal para cualquier amante de la aventura, la buena gastronomía y la cultura. Podremos disfrutar de los contrastes que tiene el país iniciando el viaje en Bangkok con sus majestuosos rascacielos, para pasar después al oscuro pasado de Tailandia visitando el Río Kwai y el conocido como Tren de la Muerte. Nos esperan tanto la que fue siglos atrás capital del país, Ayutthaya, como Sukhothai, declarada Patrimonio de la Humanidad. Descubriremos en barca el Triángulo de Oro para visitar el Museo del Opio e iremos a la capital cultural, Chiang Mai, llena de templos de la época del reino de Lanna. Podremos disfrutar de la increíble biodiversidad de este país, el cual cuenta con una variedad de más de 400 especies de aves, y descubrir la importancia que tienen los elefantes en este país, para terminar el viaje en las playas de Phuket mientras disfrutamos de la tranquilidad y la claridad del mar de Andamán.
Piérdete en las mil y una playas de Tailandia, descubre sus templos budistas y explora sus selvas escondidas
Este gran tour por Tailandia comenzará en Bangkok, una de las ciudades más impresionantes no sólo de Tailandia sino también de toda Asia. En ella podremos ser testigos de cómo la modernidad se ha abierto camino a pasos agigantados mientras que la tradición sigue también presente de forma muy remarcable en la ciudad. Otra de las ciudades con más encanto será Chiang Mai, donde podremos comprobar de primera mano por qué está catalogada como la capital cultural del país, ya que decenas de templos inundan las calles y posee un casco antiguo con mucho encanto. Dentro de esta ciudad amurallada podremos visitar templos de gran importancia tanto por su arquitectura como por su simbología, como por ejemplo el templo Phra Singh o el Chedi Luang. Otra de las actividades memorables del viaje será la visita a un campamento de elefantes cerca de Chiang Mai. A pocos kilómetros de la ciudad podremos conocer muy de cerca la importancia que tienen estos animales en Tailandia y cuáles son las actividades en las que prestan su ayuda al ser humano. Después disfrutaremos de otras paradas de interés, conoceremos varias tribus y su modo de vida, y para finalizar este viaje, los últimos días estaremos pegados a la costa, descansando y contemplando el mar de Andamán, bien desde una hamaca, paseando, en barco o tirados sobre su inmaculada arena blanca. Phuket será el broche de oro a una aventura sin igual.
Emociones nuevas en tu viaje
Los tuc-tuc son una muy buena alternativa a los típicos taxis que podremos encontrar en la ciudad, y una solución más rápida y económica también. Son motos que tienen una parte trasera adaptada para poder llevar a pasajeros. Estos vehículos de tres ruedas no cuentan con taxímetro por lo que habrá que pactar el precios antes de iniciar el trayecto. Es ideal para trayectos cortos y podemos encontrarlos por toda la ciudad. Ir en estos vehículos también implica estar más expuestos que si lo hacemos en taxi, así que habrá que evitar cogerlos en hora punta ya que Bangkok es una ciudad con mucho tráfico y corremos el riesgo quedar atrapados y no dejar de respirar la polución que generan los coche.
Y sí, tienen un nombre gracioso, pero tiene su explicación y es que ‘imita’ al sonido del motor pequeño tan característico de las viejas motocicletas. En el país se llevan usando desde los años 30 cuando Japón los exportó y hoy en día ya son toda una seña de identidad del país.
Habrá que estar alerta con todos aquellos tuc-tuc que nos ofrezcan sus servicios a precios muy baratos o incluso gratis. Por norma general suelen estar compinchados con tiendas de la ciudad para que hagan ciertas paradas en los establecimientos y así ‘medio’ obligar a los turistas a entrar en ellas y comprar. Ellos a cambio consiguen una comisión o tickets para gasolina. Suelen ser tiendas de ropa, de trajes a medida o de souvenirs. Si no queremos perder más tiempo de la cuenta habrá que ser claros con nuestro conductor y declinar cualquier invitación de este tipo. También se aconseja no cogerlos en las calles más turísticas de la ciudad ni cerca de los hoteles, ya que suelen estar esperando a turistas recién llegados que aún no tienen mucha idea de las tarifas así que aprovecha para duplicarlas e incluso triplicarlas.
Durante muchos años una de las actividades favoritas de muchos turistas era la de pasear subidos a lomos de un elefante. Con los años va creciendo la conciencia social y cada vez hay más personas que quieren hacer un turismo respetuoso con el medio ambiente y con los animales. Visitar un santuario de elefantes es una fantástica manera de no renunciar a ver de cerca de estos fantásticos ejemplares a la vez que colaboramos para que tengan una vida mejor.
Un ejemplo es el Parque Natural de Elefantes en Chiang Mai. En este campamento cuentan con más de 40 ejemplares de paquidermos y también se hacen cargo de más de 400 perros, otros tantos gatos y más de una decena de búfalos. Este es el sitio ideal para cualquier amante de los animales. La mayoría de los elefantes han sido rescatados tras haber sufrido abusos por parte del ser humano, ya sea acarreando mucho peso o usados para conseguir dinero gracias a la simpatía que despiertan.
¿Sabías que un elefante come al día aproximadamente el 10 por ciento de su peso? Eso es más o menos 250 kilógramos de fruta al día. En este santuario el visitante les prepara la comida y los alimenta. También tiene la oportunidad de lavarlos y frotarles el lomo para que queden bien limpios, un momento que parece gustar especialmente a estas criaturas. En este parque tienen también como objetivo concienciar a los visitantes, para ello se apoyan en unos vídeos que muestran la realidad que aún se vive en algunas partes del país. De esta manera los viajeros pueden identificar cuándo se dan esos abusos y decidir no ser partícipes de ellos.
Esta es una de esas actividades que no solo se disfrutarán durante el viaje sino que una vez de vuelta en España se pueden seguir practicando. No hace falta ser un gran chef para animarse a hacer uno de los tantos cursos de cocina que se ofrecen en Chiang Mai y además es una gran oportunidad para conocer de primera mano la gastronomía local y las mezclas imposibles que hacen los tailandeses, que de forma casi mágica acaban funcionando a la perfección y dando un sabor memorable a todos sus platos.
Hacer un curso de este tipo se convierte también en una forma original de compartir una experiencia cultural donde se conocerán de primera mano los ingredientes más específicos de la cocina tailandesa. Lo mejor de todo es que después de cocina nos podremos comer lo que hemos realizado y disfrutar con el resto de alumnos la experiencia.
La cocina tailandesa destaca por ser una de las más sofisticadas de todo el sudeste asiático. La mezcla de sabores salados, agrios, dulces y picante hacen que el resultado sea exótico e inolvidable. Una experiencia que vale la pena conocer. El ingrediente principal es el arroz y también destacan otros como los pimientos picantes, la leche de coco o los fideos. Las carnes que más utilizan son el pollo y el cerdo y como condimentos nunca falta un buen curry verde o rojo. Sólo tres platos dejar volar la imaginación: el pollo satay, con salsa de cacahuetes, el curry massaman, acompañado de arroz y el famoso pad thai, los fideos fritos tailandeses. Se nos hace la boca agua.
Chiang Rai es una tranquila y pequeña ciudad de unos 60.000 habitantes y se encuentra casi haciendo frontera con Myamar y Laos. Está considerada la hermana pequeña de Chiang Mai y los fines de semana cuenta con un mercado nocturno con una oferta sensacional. Lo habitual es acabar paseando durante horas por dentro del mercado que suele ponerse en la calle principal.
Allí podemos encontrar cualquier tipo de artículos desde fundas para el teléfono móvil, ropa, o gadgets de todo tipo. Lo mejor es que al final del mercado, concentrado en una plaza, podemos encontrar una zona con otros cientos de puestos, en este caso únicamente de comida. Pad thais, arroz, brochetas, insectos, verduras, y todo tipo de dulces típicamente tailandeses. Una oportunidad única de disfrutar de la gastronomía del país de una forma auténtica y barata.
Muy cerca de lo la zona donde están los puestos de comida también hay otra plaza con cientos de mesas donde parar a comer tranquilamente lo que habremos comprado previamente a la vez que disfrutamos de espectáculos de música y danza local. La ciudad también cuenta con un mercado nocturno diario, por lo que si no llegamos a la ciudad en fin de semana podrás también podremos disfrutar de estos puestos tan característicos pero a una escala menor. Allí también hay puestos de artesanía muy interesantes que nos pueden servir para llevarnos algún recuerdo de la zona o hacer algún regalo.
Tailandia es uno de los grandes destinos para aquellos a los que les gusta bucear. Si no se posee titulación siempre existe la posibilidad de hacer un bautizo de buceo o bien de disfrutar haciendo snorkel. Pero si la tenemos no debemos desaprovechar la oportunidad de sumergirnos y dejarnos seducir por un entorno marino espectacular.
En Phuket concretamente se puede hacer una inmersión memorable en una zona conocida como ‘shark point’. Es uno de los lugares más populares para hacer buceo y podemos llegar a este punto tras un trayecto en barco. Lo que nos espera en este lugar son preciosas formaciones de coral y una gran variedad de peces tropicales y morenas, así como la posibilidad de ver a los tiburones leopardo descansando en el fondo marino. Además es un lugar ideal para personas principiantes ya que las inmersiones no suelen ser demasiado profundas.
La oferta de buceo es amplia y variada. Se puede contratar una única salida o por el contrario hacernos con algún pack. Además en Phuket encontraremos que en casi todos los centros de buceo cuentan con monitores y guías que hablan en español lo cual nos hará disfrutar aún más de nuestra salida de buceo ya que entenderemos a la perfección todas las instrucciones que nos den. En esta zona además se suele gozar de gran visibilidad, son aguas muy seguras para iniciarse en esta disciplina ya que no hay grandes corrientes ni peligros y la temperatura suele estar entre los 29 y los 31ºC, algo que permite ir con un neopreno corto lo que hará las experiencia aún más cómoda.
La gastronomía no es lo único que ha hecho famoso a Tailandia en el mundo entero. Cualquier persona que viaje a este país seguro que ha pensado en darse un masaje tailandés. Y, desde luego, es una buena idea. Se trata de una técnica milenaria que mezcla masaje y estiramiento de los músculos, es decir, que puede llegar a resultar enérgico ya que comenzó hace unos 2.000 años como una técnica de curación en la que se utilizaba la presión de algunas zonas del cuerpo para lograr el equilibrio de energías.
Según la tradición, lo creó un doctor budista unificando diversas técnicas terapéuticas, que incluyen el yoga y la medicina ayurveda. La primera escuela de masaje tailandés nació en el templo Wat Pho, en Bangkok, donde se encuentra una famosa estatua de Buda reclinado de 43 metros de largo.
A la hora de solicitar uno de estos masajes conviene tener algunas cosas en cuenta. En primer lugar, no es un masaje de puro relax, así que si lo que se busca es exactamente eso, es mejor advertirlo al comienzo para que utilicen una técnica más adaptada a tus deseos. Además, conviene indicar el nivel de intensidad que se desea. No es lo mismo recibir un masaje porque se tiene una lesión, para el que es ideal un masaje normal, que simplemente por mantener en buena forma el cuerpo, para lo que conviene solicitar un masaje moderado.
El plan de viaje a tu alcance
- Sin comidas
- Bangkok
- Sin comidas
- Bangkok
- Desayuno
- Bangkok
- Visita Ciudad y Templos
- Desayuno, almuerzo y cena
- Kanchanaburi
- Hellfire Pass Memorial y Tren de la Muerte sobre el río Kwai
- Museo de Guerra JEATH
- Desayuno, almuerzo y cena
- Phra Nakhon Si Ayutthaya
- Phitsanulok
- Parque Histórico de Ayutthaya
- Templo de los monos
- Desayuno, almuerzo y cena
- Chiang Rai
- Parque Histórico de Sukhothai
- Templo de Phitsanulok
- Desayuno, almuerzo y cena
- Chiang Rai
- Triángulo del Oro y Casa del Opio
- Desayuno, almuerzo y cena
- Chiang Mai
- Wat Rong Khun conocido como Templo Blanco
- Visita a los poblados de las minorías étnicas
- Cena Kantoke
- Desayuno, almuerzo y cena
- Chiang Mai
- Fábricas de artesanía
- Campamento de Elefantes
- Wat Doi Suthep
- Desayuno
- Phuket (Ciudad)
- Desayuno
- Phuket (Ciudad)
- Desayuno
- Phuket (Ciudad)
- Desayuno
- Phuket (Ciudad)
- Desayuno
- Phuket (Ciudad)
¿Quieres saber más de Tailandia?
La cocina tailandesa es, actualmente, una de las más populares y mejor valoradas del mundo. En todas las grandes ciudades de Occidente surgen cada día nuevos restaurantes de cocina thai, que no hacen sino poner de manifiesto el peso culinario de esta insólita gastronomía.
El recetario tradicional del país es muy variado, y se caracteriza por la profundidad de sus sabores, por el empleo de hierbas aromáticas y especias en abundancia, y por lo picantes que pueden llegar a ser algunos de sus platos. La lista de ingredientes de la cocina thai no está sometida a los mismos límites que imponemos en Occidente, y sus chefs mezclan sin complejos los sabores salados con los dulces y los agrios. El arroz jazmín, el cilantro, la salsa de pescado, la leche de coco, los chiles y las frutas tropicales como la papaya, el mango o la lima keffir son algunos de los elementos que hacen de esta gastronomía una de las mejores del mundo. El más famoso de los platos tailandeses es el pad thai, unos fideos fritos con verduras o con carne, pero el abanico de combinaciones es casi infinito. Como valor añadido, hay que decir que por todo el país existen puestos de comida callejera, en los que disfrutar, a cambio de unos pocos bahts, de la auténtica gastronomía local.
Tailandia en general y Bangkok en particular se encuentran entre los mejores destinos del planeta para ir de shopping. Las tiendas, centros comerciales, mercados y bazares del país se cuentan por miles.
En la capital destacan CentralWorld, Siam Paragon, Terminal 21, Platinum Fashion Mall y MBK, centros comerciales lujosos, enormes y bien surtidos de todas las tiendas imaginables. Pero también están los comercios del casco histórico de estilo colonial de Phuket Town, las encantadoras tiendecitas de Fisherman’s Village, en Koh Samui, los mercadillos callejeros de Chiang Mai, de Krabi y de Chiang Rai, y, por supuesto, los pintorescos mercados flotantes que hay por todo el país. El de Damnoen Saduak, a las afueras de Bangkok, es uno de los más importantes, aunque también destacan los de Khlong Sra Bua, en Ayutthaya y los de Rim Klong y Don Wai, en Nakhom Pathom.
Es importante tener en cuenta que, si tus compras superan los 2.000 bahts, te puedes descontar el 7% de IVA en la misma tienda rellenando un impreso. Además, los turistas internacionales tienen un 5% de descuento. Los comerciantes a veces se “olvidan” de decirlo, pero si les refrescamos la memoria nos aplicarán la rebaja correspondiente.
Hay un gran número de días festivos en Tailandia, que por norma general combinan religión y diversión a partes iguales. Estas son algunas de las fiestas más importantes:
• 1 de enero. Aunque tienen su propio año nuevo, en las zonas más turísticas se celebra el comienzo del año para los occidentales por todo lo alto.
• 6 de abril. Se conmemora la toma de posesión del rey Rama I.
• 13-15 de abril. El Songkran es el Año Nuevo budista, y los tailandeses lo celebran haciendo guerras de agua por todo el país.
• 1 de mayo. Como nosotros, los tailandeses celebran el Día del Trabajo. Muchos comercios cierran.
• Mayo. Coincidiendo con la luna llena se celebra el Visakha Pucha, una fiesta budista.
• Luna llena de julio. Se conmemora el primer sermón de Buda, la fiesta se llama Asaha Pucha.
• 12 de agosto. Es el aniversario de la reina, y todo el país sale a la calle a celebrarlo con sus mejores galas.
• Luna llena de noviembre. Los tailandeses celebran el Loi Krathong poniendo pequeños barquitos con velas en los ríos, canales y lagos de todo el país.
• Última semana de noviembre. La ciudad de Lopburi rinde homenaje a los monos en el Lopburi Monkey Festival.
• 10 de diciembre. Día de la Constitución.
Para viajar a Tailandia, los ciudadanos de la Unión Europea no necesitan ningún visado ni permiso especial, siempre y cuando su estancia en el país vaya a tener una duración inferior a 30 días. El único requisito para entrar en el país es tener el pasaporte en regla y con una validez mínima de seis meses a partir de la fecha de entrada. Si piensas pasar en Tailandia más de 30 días, o si el motivo de tu viaje no es turístico, puedes informarte de las condiciones en la embajada del país en España.
Prácticamente en todos los comercios, hoteles y restaurantes de Tailandia se acepta el pago con las tarjetas de crédito más habituales, como Visa, MasterCard o American Express. Al menos, en las zonas habituadas a recibir turistas. No obstante, es aconsejable disponer de dinero en efectivo para las pequeñas compras en los mercadillos, en los puestos de comida callejera o en las tiendas de recuerdos de las aldeas rurales. Podrás sacarlo de los cajeros automáticos de los bancos con tu tarjeta de crédito, o en las ventanillas interiores presentando también tu pasaporte original o una fotocopia.
Para evitar problemas desagradables, lo mejor es apuntar en un papel o en el móvil los teléfonos de las entidades emisoras de tus tarjetas de crédito. Así, si se da el caso de que pierdas o te roben alguna, podrás llamar inmediatamente a tu banco y pedir que la bloqueen.