Kenia: Safari en Kenia: Parque Nacional de Tsavo
Descubre la vida salvaje en estado puro
Conoce el viajeKenia: Safari en Kenia: Parque Nacional de Tsavo
- Duración
- 10 días
- Tipo de circuito
- Safari
Kenia seduce a quienes la visitan por la variedad de alicientes que ofrece. Cuenta con núcleos urbanos como Nairobi y Mombasa llenos de vida y de monumentos históricos y con impresionantes reservas nacionales, como el parque Nacional de Amboseli o el Masai Mara, que la convierten en el mejor destino para conocer la fauna salvaje. Posee una increíble variedad de hábitats naturales y una gran biodiversidad. Además, los más de 40 grupos étnicos que conviven en su territorio dejan de manifiesto su enorme riqueza cultural.
“El circuito Safari en Kenia: Parque Nacional de Tsavo te permitirá conocer las principales ciudades del país africano y recorrer sus parques naturales más imponentes“
El circuito Safari en Kenia: Parque Nacional de Tsavo te acercará a los mejores espacios naturales de África, donde podrás contemplar los Cinco Grandes, las especies más representativas de este continente (leopardo, león, elefante, búfalo y rinoceronte). Aterrizarás en Nairobi y empezarás la aventura en la Reserva Nacional de Masai Mara, el parque más popular del país, donde podrás ser testigo de la migración anual de los ñus y entrar en contacto con la cultura masai visitando alguno de sus poblados. Después te sumergirás en el valle del Rift para dar un paseo en barca por el lago Naivasha, un destino privilegiado para el avistamiento de aves como los flamencos. Seguirás la expedición en el Parque Nacional de Amboseli, donde podrás deleitarte observando como atraviesa las llanuras una manada de grandes elefantes con la montaña más célebre del continente africano, el Kilimanjaro, dibujada en el horizonte después de un agradable picnic. Terminarás viendo los característicos leones sin melena en el parque más extenso de Kenia, Tsavo Este, antes de partir a Mombasa, la capital de la zona costera.
Emociones nuevas en tu viaje
Kenia es sinónimo de naturaleza salvaje y de paisajes idílicos. Pero también de ciudades llenas de vida y de oferta cultural como Nairobi. Levantada prácticamente de la nada en el siglo XIX sobre unos terrenos pantanosos, esta ciudad cosmopolita se ha convertido en un destino elegido por turistas de todos los lugares del planeta y puede presumir de ser el lugar con más restaurantes de comida internacional del continente. Con una población que ya supera los 3 millones de habitantes, la capital keniana cuenta con oficinas elegantes, imponentes mansiones y centros comerciales para carteras abultadas que conviven con barriadas marginales superpobladas.
El Museo Nacional es uno de los principales lugares de interés. Cuenta con una colección de retratos de los pueblos de Kenia de la artista y naturalista austriaca Joy Adamson -famosa por el libro Nacida libre- que reflejan las culturas tradicionales de las etnias locales. Ofrecen exposiciones de arte rupestre y de la cultura swahili. A 18 kilómetros de la ciudad está el Centro de Jirafas de Langata, donde podrás acercarte a la fauna del país. ¡Atrévete a dar de comer a las jirafas! Muy cerca se encuentra el parque nacional de Nairobi, el más antiguo del país. No hay elefantes, pero podrás contemplar la mayor concentración de rinocerontes del mundo.
El Museo Nacional posee una de las colecciones de fósiles de homínidos más importantes el planeta, entre los que destaca el "Niño de Turkana", unos restos que datan de inicios del pleistoceno.
Para tomar el pulso a la ciudad, lo mejor es dar un paseo por sus calles. Un buen comienzo puede ser la estación, el lugar que marca el nacimiento de Nairobi. El tren ha jugado un papel tradicional en la vida de la población, ya que era el único medio de transporte existente para llegar al puerto de Mombasa. Ahora ese protagonismo ha desaparecido, ya que la circulación de trenes ha disminuido drásticamente. En el Railway Museum ofrecen una retrospectiva de la historia del ferrocarril. Después de esta parada, recomendamos volver al centro. En City Square se encuentra la sede del parlamento, un edificio que por su estilo recuerda al Big Ben. Cuando pases por el ayuntamiento, llegarás a la Kenyatta Avenue, la avenida más concurrida de la capital. Caminando por Koinange Street encontrarás la mezquita Jamia, la más antigua de la ciudad, y en una boca calle podrás salir a Biashara Street y detenerte en sus innumerables puestos y comercios donde podrás adquirir prácticamente cualquier cosa. ¡Es obligatorio regatear!
Todo aquel que decida sumergirse en la ciudad y pasear por sus calles pronto podrá advertir que hay vendedores que acosan a los turistas tratando de vender pulseras de pelo de elefante. Pero por más argumentos que utilicen, la materia prima no es auténtica. Suelen estar elaboradas con esquirlas de cuero de vaca, hierbas de junco embetunadas o incluso plástico. ¡Que no te engañen!
La cocina tradicional keniana está compuesta por platos muy sencillos, por lo general muy consistentes, realizados a base de maíz, patatas con alubias o una espesa salsa de carne. Una alimentación de supervivencia desarrollada por los nativos muy abundante y barata. El plato nacional es el nyama choma, carne asada -generalmente de cabra- sobre brasas. Hay muchos locales que lo ofrecen por su gran fama, aunque no en todos los sitios podemos encontrar materia prima de calidad. El comensal puede escoger los cortes de carne que desea por kilos de una selección refrigerada. Después, se asa y el camarero lo corta en trozos pequeños y lo sirve con puré de verduras. Habitualmente matoke, de plátano. Y para maridar, ¡atrevete con la genuina cerveza Tusker! En la zona costera, la gastronomía ha evolucionado y ha desarrollado platos más complejos fruto del contacto de la cultura swahili con la cultura árabe y la de otros pueblos que han llegado al país gracias al comercio a través de las aguas del océano Índico. Fruto de este contacto encontramos elaboraciones en las que se introducen elementos como el coco y las especias.
Uno de los restaurantes más famosos para degustar el nyama choma es Carnivore. El camarero va cortando carne de avestruz, camello y cocodrilo de un gran asado y lo sirve en el plato de cada comensal. Hay variedades menos exóticas, como la de añojo, cerdo o pollo. Junto al restaurante está el Simba Saloon, un lugar ideal para bailar por la noche la danza del vientre. ¡La mejor opción para quemar calorías!
Esta reserva es una de las paradas imprescindibles para todos los viajeros que visitan el país. Se trata de una llanura de 1.510 kilómetros cuadrados salpicada de acacias de copa plana, arbustos y alguna colina rocosa. La atracción principal es la migración anual de más de dos millones de ñus. El desplazamiento es un espectáculo natural incomparable. Las manadas, a las que se suman cebras, gacelas y antílopes, se agrupan en una columna de hasta 40 kilómetros de longitud y recorren más de 800 kilómetros al año cruzando la frontera con Tanzania para adentrarse en el Serengueti en búsqueda de pastos. En su peregrinar, se encuentran con innumerables peligros. Leones y hienas manchadas les siguen y los cocodrilos les aguardan en las aguas del río Mara. Al atravesar este fluvial mueren cada año cientos de animales. Los primeros que se lanzan al agua son los que tienen más riesgo de ser devorados. Por eso aguardan junto al río durante una o dos semanas hasta que el más atrevido se lanza y el resto le sigue. Este paraje destaca también por la gran densidad de leones que concentra. Hay entre 250 y 300 por lo que encontrarse con alguno... ¡Está asegurado! La opción de divisar estas increíbles maravillas de la naturaleza en globo es muy popular.
Este territorio ha sido habitado por los pastores masái desde el siglo XVIII procedentes del Nilo sudanés. Su fama de aguerridos les libró de formar parte de las caravanas de esclavos que recorrieron la región en el siglo XIX. En las últimas décadas su territorio ha disminuido y han dejado de ser nómadas, aunque a pesar de encontrarse presionados por el estilo de vida moderno, siguen apegados a la tradición y a su modo de vida.
En pleno valle del Rift se encuentra este lago de agua dulce famoso por ser uno de los mejores destinos ornitológicos de Kenia. Se pueden divisar hasta un total de 500 especies diferentes, entre las que destaca por su elevado número el pelícano común. En el lado oeste se encuentra el lago del Cráter Verde, un paraje idílico situado en la base de un frondoso cráter volcánico. Forma parte del Santuario de Animales Salvajes del Lago Volcánico, una reserva de fauna privada que cuenta con colobos, jirafas y flamencos. En el este del lago Naivasha puede visitarse la isla de Crescent, a la que se puede llegar en coche o en barco. Rodea la parte más profunda del lago y en ella campan a sus anchas los cobos de agua. En el sur encontrarás el Centro de Conservación de Elsamere, la casa en la que vivió la naturista y artista Joy Adamson, que compró la finca en 1967. La austriaca escribió gran parte de su obra aquí, donde murió asesinada en 1980. Ahora, en este lugar se pueden ver algunos de sus recuerdos y se realizan programas de concienciación medioambiental. También puedes reservar una mesa para comer o cenar.
El perímetro y profundidad del lago Naivasha son muy variables. A principios de la década de 1890 se secó casi por completo pero en los 20 años siguientes alcanzó un nivel récord de 15 metros nada menos. Entre 1937 y 1950 el lago era el aeropuerto de Nairobi. Había aerolíneas que cubrían el recorrido de cuatro días desde la ciudad inglesa de Southampton con hidroaviones Empire y Solent. Los pasajeros desembarcaban en el hotel Lake Naivasaha, actualmente conocido como Lake Naivasha Country Club, para subirse en unos autobuses que les dejaban en la capital.
Después de Masai Mara, es el segundo parque más importante del país. No es el más extenso -solo tiene 392 kilómetros cuadrados- ni es el que cuenta con una mayor variedad de animales, pero la fauna salvaje es más fácil de avistar. Aquí pueden verse algunos de los elefantes más grandes y viejos de la región. Es muy fácil verlos es las inmediaciones del pantano Ol Okenya comiendo en la orilla o sumergidos en sus aguas. El lago Amboseli domina el tercio oeste del parque, aunque demasiado a menudo permanece prácticamente sin agua y se convierte en una zona semi árida, en una extensión yerma de barro resquebrajado. Durante gran parte del año este parque natural es un desierto de polvo. En la estación seca los mamíferos grandes recurren al pantano Encongo Narok en busca de agua y alimento. Se trata de una amplia extensión de ciénagas y charcas que se surte de aguas subterráneas procedentes del Kilimanjaro. La enorme silueta de esta montaña, la más alta de África, se divisa desde cualquier punto de este parque y da sombra a los enormes elefantes que pasean por la sabana. Ver cómo se esconde el sol tras su cumbre nevada es un espectáculo inolvidable. ¡No te olvides de la cámara!
En 1975 la investigadora estadounidense Cynthia Moss fundó el proyecto para el Estudio de los Elefantes de Amboseli (AERP), el estudio más amplio realizado sobre una población de elefantes salvajes. Ha compilado datos de nacimientos, muertes y parentescos de estos animales a lo largo de 30 años dentro de una comunidad de 50 familias con más de 1.000 ejemplares. Gran parte de lo que sabemos de los elefantes es gracias a este trabajo. Entre sus logros también está el hecho de haber conseguido que los cazadores furtivos no esquilmaran a la población local de elefantes en los años 80. Y tras tantos años de estudio, los animales han perdido el miedo a los vehículos. ¡Es posible contemplarlos de cerca!
Con 21.812 kilómetros cuadrados, el de Tsavo es el parque nacional más grande y agreste de Kenia. El territorio fue dividido. La parte este abarca las llanuras abiertas semi áridas que se extienden unos 200 kilómetros al norte de la autopista que une Nairobi y Mombasa y, pese a la división, sigue siendo el más grande del país. El río Galana atraviesa este paraje antes de desembocar en el océano Índico. Lo más llamativo que encontramos en su recorrido son las llamadas cascadas Lugard, que en realidad son una serie de rápidos que fluyen sobre roca erosionada. También destaca la "Roca Mudanda", elevada sobre un dique natural que ofrece excelentes vistas sobre el río. Para observar la fauna de manera más accesible, lo mejor es decantarse por la ruta que discurre en paralelo al río Voi en dirección a la presa Aruba. En esta zona son frecuentes los impalas, las cebras, las gacelas y los leones sin melena tan característicos de esta zona. También es posible encontrar generuks, órices y aves de zonas secas, como las carracas doradas, pintadas vulturinas, estorninos de pecho dorado o avestruces somalíes. El cercano pantano de Kanderei también alberga gran cantidad de vida salvaje.
En la década de los 70, Tsavo contaba con la mayor población de rinocerontes negros del continente -unos 6.000 ejemplares- y ofrecía refugio a más de 20.000 elefantes. Estas cifras resultaban insostenibles y se habló de la necesidad de sacrificios selectivos. Finalmente no fue necesario, porque los furtivos somalíes empezaron a visitar la zona animados por los 300 dólares que sacaban por el kilo de marfil en el mercado abierto. Empezaron con la caza de elefantes y siguieron con los rinocerontes hasta dejarlos al borde la de extinción en los 80. En 1986 únicamente quedaban tres. Pero la situación se consiguió revertir en los 90 gracias a la prohibición del comercio de marfil. Ya hay más de 100 rinocerontes y 10.000 elefantes.
Situada en una gran isla de 15 kilómetros cuadrados, es la ciudad comercial más importante. A sus muelles llegan los productos importados que posteriormente llegan a Nairobi y cruzan la frontera hasta Ruanda, Uganda, Burundi y el Congo. El viejo muelle de los dhows, donde se construían y reparaban estas pequeñas barcazas de vela, merece una visita. Pasear por el laberinto de callejones que conforman el casco antiguo también es imprescindible. La mayoría de edificios de esta zona datan de 1870 a 1930 y la arquitectura combina influencias coloniales británicas con elementos indios y árabes. Oirás llamar al rezo cinco veces al día, ya que la zona costera es de mayoría musulmana, al contrario que el resto del país, donde el cristianismo es la opción más numerosa. En la ciudad se conservan restos arquitectónicos del siglo XVI, época de dominación portuguesa. De esta fecha data el Fuerte Jesús, uno de los principales atractivos de Mombasa, construido para proteger el antiguo puerto. Incorporó algunos elementos innovadores, como la configuración angular de las murallas. Este diseño imposibilitaba a los invasores sitiar una de ellas sin convertirse en blanco seguro para los soldados de alguna de las otras. Cuando termines este recorrido ya habrás constatado el ritmo excesivamente lento que impera en el lugar. El clima húmedo no invita al sobre esfuerzo...
Los amantes de los retales no pueden abandonar la ciudad sin hacer una visita a la calle Biashara. Se pueden adquirir todo tipo de telas africanas, desde las más baratas hasta piezas de colección. Aquí encontrarás el famoso kangas, un tejido tradicional decorado con refranes que los swahilis utilizan para usarlos como turbantes, y los kikoys, más sólidos, que se suelen utilizar como toallas de playa. Además, si dispones de tiempo, pueden confeccionar trajes a medida muy económicos en 24 horas. ¡Pon a prueba tus dotes para el regateo!
El plan de viaje a tu alcance
- Sin comidas
- Nairobi
- Sin comidas
- Nairobi
- Desayuno, almuerzo y cena
- Reserva Nacional Masái Mara
- Safari por la tarde
- Desayuno, picnic y cena
- Reserva Nacional Masái Mara
- Safari por la tarde
- Safari por la mañana
- Desayuno, almuerzo y cena
- Naivasha
- Paseo en barca por el lago Naivasha
- Desayuno, pic-nic y cena
- Parque Nacional de Amboseli
- Safari por la tarde
- Desayuno, almuerzo y cena
- Parque nacional de Tsavo East
- Safari por la tarde
- Desayuno, almuerzo y cena
- Parque nacional de Tsavo East
- Safari por la tarde
- Safari por la mañana
- Desayuno
- Mombasa
- Según itinerario
- España
¿Quieres saber más de Kenia?
La deliciosa gastronomía keniana ofrece multitud de platos ricos en sabor y tradición. La comida nacional por excelencia es el nyama choma, carne a la barbacoa, generalmente de ternera, salpimentada y acompañada de sabroso plátano frito o patatas. Para los más atrevidos también se elabora con carne de antílope, cocodrilo, cebra y ñu, que contrasta fuertemente con la comida tradicional española. La tilapia pescada en el lago Victoria es cocinada a la brasa obteniendo un plato jugoso y lleno de sabor con guarnición de ensalada o verduras. Alimentos sencillos como maíz, patatas y guisantes se unen para dar lugar al mukimo, comida típica de la tribu kikuyus. Elaborado con carne guisada sorprende con la mezcla de sabores. Todo un deleite para el paladar, la comida keniana, con influencia de las tribus y de elementos gastronómicos hindúes ofrece un fuerte contraste con la comida mediterránea a la que estamos acostumbrados.
En Kenia existe una gran variedad de productos artesanales. Pasear por los mercados y encontrar cestas pintadas a mano, figuras talladas en madera, joyas de piedras semipreciosas y ropajes con múltiples colores resultará fácil a lo largo de todo el país. Se pueden comprar cuencos y bolsos de rafia, objetos producidos en hojas de banana como recuerdo del país, así como kangas, tela tradicional keniana para la mujer, para un vestido. En Kenia el regateo es muy típico por lo que si compramos más de un producto en un establecimiento podemos negociar el precio con el vendedor y llegar a un acuerdo.
•1 de enero: Año nuevo
•Viernes Santo, domingo y lunes de Pascua.
•1 de mayo: Día del trabajador
•1 de junio: Madaraka day
•Junio: Eid al-Fitr
•Agosto: Eid al-Adha
•20 de octubre: Mashujaa day
•12 de diciembre: Jamhuri day
•25 y 26 de diciembre: Navidad
Las zonas de altitud baja, a lo largo de la costa, tienen un clima tropical, húmedo y caluroso. En la zona de meseta y tierras más altas, el clima es templado con fuertes lluvias. Las lluvias largas tienen lugar de abril a junio y las lluvias cortas en el mes de octubre. La temperatura media de Kenia es de 25,5 grados.
Fotografías
En Kenia es delito fotografiar al presidente, instalaciones militares, televisión nacional, comisarías de policía así como a los agentes y en los aeropuertos. En caso de duda, evita tomar fotos a cualquier edificio gubernamental. En algunas tribus locales, como los Masais, también se ha de pedir permiso antes de sacar fotografías.