Día 1: España - Londres. Castillos y rascacielos
Quizás nunca hayas estado en Inglaterra pero hayas leído o escuchado historias sobre ella. Pues bien: olvídalas. La mejor manera de conocerla de verdad es dejar atrás tópicos y lugares comunes. Atrévete a pisarla por primera vez. O quizás a mirarla con ojos nuevos. Sus calles, su gente, sus paisajes, su patrimonio.
En el avión, puedes sacar tu guía y empezar a soñar con tu primer paseo, pues tendrás tiempo libre tras la llegada al hotel. Aterrizas en Londres tras un vuelo breve y -si estás bien preparado- ya en el aeropuerto empezarás a vivir tu experiencia londinense. No la de los libros o reportajes. ¿Una mujer con un colorido traje indio te pregunta algo en el más puro British style? ¿Un trabajador del aeropuerto, de mediana edad, con ojos claros y sonrientes, te resuelve una duda? Disfruta cada segundo.
Acabas de empezar tu única, personal e intransferible estancia en la capital de Inglaterra. Al final de la tarde, en la recepción del hotel, conocerás a tu guía acompañante. Ahora la única preocupación es dormir a pierna suelta. Para mañana dejarse llevar.