Noruega: Lo mejor de los Fiordos y Oslo
- Duración
- 8 días
- Tipo de circuito
- Circuito
Dicen que Noruega es uno de los países más hermosos del mundo y seguramente, cuando aterrices en Bergen, entenderás que quienes lo aseguran tienen toda la razón. La antigua capital del país es una ciudad espectacular, rodeada de colinas y fiordos, entre los que se apilan casas de madera y sinuosas calles que conforman un paisaje que no olvidarás. En la visita panorámica, podrás caminar por las encantadoras calles del viejo barrio de Bryggen, declarado Patrimonio de la Humanidad, y contemplar desde lo alto las mejores vistas de la zona. Desde allí, iniciarás tu ruta hacia la Región de los Fiordos, a la que llegarás después de atravesar el Valle de Vos, con su Tren de Flam, una insigne obra de ingeniería que permite contemplar paisajes sublimes.
“Un delicioso paseo en barco te llevará por el Sognefjord, conocido como el Fiordo de los Sueños, que es el más largo y profundo de todo Noruega”
El recorrido continúa con una ruta de senderismo que no olvidarás nunca y que te permitirá pasear por la lengua del glaciar de Briksdal, situado en el Parque Nacional de Jostedalsbreen. Si las condiciones meteorológicas lo permiten, puedes hacer una excursión en helicóptero para ver desde lo alto las maravillas que esta región te ofrece. Tendrás la oportunidad de contemplar gracias a un crucero el más espectacular de los fiordos noruegos, el Geiranger, declarado Patrimonio de la Humanidad en 2005. La ruta te permitirá descubrir Alesund, una ciudad completamente diferente a lo que podrás contemplar en Noruega. El motivo es que, después de un gravísimo incendio en 1904, la ciudad se reconstruyó con casas estilo modernista, que le otorgan un carácter único. Desde allí te adentrarás en el Valle de Lillehammer, para conocer la ciudad donde se celebraron los Juegos Olímpicos de Invierno de 1994. Y para poner el broche de oro, podrás dejarte seducir por los encantos de la capital, Oslo, donde te aguardan monumentos, vida nocturna y cultural, zonas verdes, etc.
Emociones nuevas en tu viaje
¿Estás preparado para conocer las hazañas de los exploradores noruegos? Pues visita el Vikingskipshuset donde conservan las embarcaciones y los trineos donde viajaban, los utensilios domésticos y tejidos que utilizaban e incluso observarás el único carro conservado de la época vikinga. El curioso Museo Naval Vikingo, ubicado en la península de Bygdoy, tiene tres joyas, que son los barcos vikingos que se encontraron cerca del fiordo de Oslo y que tienen más de mil años de antigüedad.
Te asombrará saber que estos buques servían como mausoleo para los nobles, que eran enterrados con todo lo necesario para su ‘viaje’ al más allá: muebles, comida, joyas y hasta sirvientes.... El imponente Oseberg, de más de 22 metros de eslora y que necesitaba 30 remeros para hacerlo navegar, fue enterrado en el 834 d. C.; su fátua decoración con relieves de serpientes y dragones impresiona. El segundo buque, el Gokstad, es el mejor ejemplo de barco vikingo del mundo. Del Tune, el tercero, sólo se conservan algunos tablones. El sugerente vídeo ‘Vikingtiden lever’ se proyecta durante todo el día en el techo y las paredes del museo, y la tienda tiene una amplia oferta de artículos de recuerdo.
The Nobel goes to… No es la gala de los Óscar. Es mucho más que eso. Es la ceremonia que alberga el Nobels Fredssenter y donde se premia a las mejores personas del mundo, los que trabajaron para alcanzar la paz en el mundo. Seguro que tienes curiosidad por conocer este lugar donde cada año se celebran los Premios Nobel de la Paz, un sitio evocador que recuerda que los conflictos se pueden solucionar con un gesto pacífico y donde tendrás la oportunidad de conocer la historia de más de un centenar de pacifistas en exposiciones que datan desde 1901. ¿Quieres buscar a Barack Obama, la niña Malala, Rigoberta Menchú, Nelson Mandela, Martin Luther King o a la Madre Teresa de Calcuta? Sus pensamientos se recuerdan en evocadores vídeos, artículos y hasta se escucha el famoso discurso de Luther King: “I have a dream”.
Tras empaparte de la historia de estas celebridades, seguro que echas en falta uno… No lo encontrarás porque a Mahatma Gandhi nunca le dieron este merecido premio. Para saber más sobre los Premios visita la planta Nobel donde se cuenta la historia de Alfred Nobel, un filántropo que inventó la dinamita y que destinó su fortuna a crear estos premios. El principal motivo es que se arrepintió de su hallazgo (“Yo debí morir en la cuna”, dijo cuando se dio cuenta del uso pernicioso de su invento). No te pierdas el libro interactivo situado en el podio de esta sala, y sorpréndete en el jardín de luces de la sala The Nobel Field. Además, si viajas con niños, dedica un momento a la actividad Fred y Toca Loca, que dura aproximadamente media hora.
Dos veces al día se ofrecen visitas guiadas en inglés donde se da información adicional muy interesante.
Puede que algunos no sepan quién es Gustav Vigeland pero seguro que han visto alguna de sus expresivas esculturas en postales y souvenirs como todo un símbolo de Noruega. Nos referimos al niño enrabietado, su obra más conocida, que se encuentra ubicada en el parque Vigeland dedicado a este célebre escultor. ¿Verdad que ya te suena? El parque Vigeland, dentro del Parque Frogner, es uno de los lugares más visitados de Noruega. Sus expresivas esculturas atraen cada año a más de un millón de visitantes que deambulan por este lugar intentando poner nombre a los sentimientos a las más de 200 obras hechas en bronce, granito y forja de este célebre artista reunidas en un mismo recinto. Busca la famosa figura del niño enojado (Sinnataggen) situada en el puente del parque y obsérvalo detenidamente: parece más enfadado de lo que pensábamos…
Párate a contemplar los gestos de otras 27 estatuas que hay a su alrededor y respira hondo cuando llegues al Monolito, quizás el lugar que más interés despierta. Este bloque de granito de 17 metros de altura contiene 121 figuras desnudas y entrelazadas como si quisieran formar un mismo yo. Durante el paseo encontrarás abrazos que funden en una misma alma, posturas imposibles que evocan el paso del tiempo y gestos que pasan en el transcurso de una vida. Todo esto es el parque Vigeland. Una reflexión sobre el nacimiento, el primer amor, la madurez, los hijos o la temida muerte. Una oda a la rueda de la vida que Vigeland representó con cuatro adultos y tres niños entrelazados formando un círculo perfecto. El círculo vital.
Si deseas conocer más sobre Gustav Vigeland puedes visitar el Museo Vigeland, dentro del parque. El ayuntamiento de Oslo lo construyó como taller y hogar para el artista a cambio de buena parte de su obra.
Lillehammer ya era una estación de esquí muy conocida en toda Noruega pero su fama se hizo mundial en 1994 cuando albergó con mucho éxito los Juegos Olímpicos de Invierno. De este entonces, esta ciudad de algo más de 25.000 habitantes, situada en el extremo norte del mayor lago del país, el Mjøsa, ha quedado marcada por el espíritu olímpico. Para sentirlo al máximo nivel, nada mejor que acercarse a la gran zona conocida como el Oympiaparken, que incluye el salto de esquí, el telesilla y el simulador de bobsleigh. Además, allí se encuentra el fantástico Museo Olímpico de Noruega, hace un completísimo recorrido por la historia de los Juegos Olímpicos desde 1896.
Además, si se quiere vivir una experiencia intensa, a 15 kilómetros del pueblo, en Hunderfossen, se puede bajar en un trineo con ruedas por la pista olímpica de bobsleigh. Ahora bien, los mandos están controlados por un piloto experto, porque se pueden llegar a alcanzar velocidades de hasta 100 kilómetros por hora. Y si se quiere más velocidad, la mejor opción son los taxibobs, que alcanzan los 130 kilómetros por hora y bajan la montaña en poco más de un minuto.
Dice la historia que en 1880 Anne Hove, una quesera de Gudbrandsdalen, una población al norte de Noruega, echó nata fresca a una caldera a fuego lento con el suero de la leche de cabra y, queriendo o no, fue la creadora de uno de los quesos más especiales que se pueden probar en el mundo. El brunost o geitost es un queso dulce. Sí, dulce. Tiene un sabor que recuerda al caramelo, aunque sin perder la sobriedad que le da la leche de cabra con el que está hecho. De hecho, el color intensamente tostado le confiere un aspecto de caramelo toffee más que de queso. Incluso uno de sus nombres, brunost, viene de la combinación entre las palabras Brun (moreno) y Ost (queso). Su otro nombre, procede de Gein (cabra), porque tradicionalmente se hace con la leche de este animal.
La clave de este queso es que no lleva azúcar, sino que su dulzor característico procede de la caramelización natural que provoca el cocinado a fuego lento. Este tipo de queso es muy popular en Noruega y también tiene otros ‘hermanos’ muy parecidos en el resto de Escandinavia. Se suele tomar en el desayuno, cortado finamente, o en los gofres de tipo escandinavo.
Se puede encontrar brunost por todo el país –e incluso quesos similares en el resto de Escandinavia- pero la zona originaria es el distrito de Gudbrandsdal, cuya ciudad más conocida es Lillehammer.
Hay que caminar, pero a cambio de un cómodo paseo, viviremos una experiencia única que no olvidaremos en la vida. Pasear por el interior de un glaciar como el de Briksdal o el de Nigardsbreen nos asegura contemplar unos paisajes auténticamente fabulosos: lagos de aguas cristalinas, montañas llenas de nieve, cascadas espectaculares, bosques profundos y ríos de intenso caudal.
Tanto el El Glaciar de Briksdal como el de Nigardsbreen son, en realidad, brazos del Glaciar de Jostedal, el casquete glaciar más grande de la Europa continental con puntos de 400 metros de grosor. Toda la zona, de 487 kilómetros cuadrados, ha sido protegida bajo la denominación de Parque Nacional, lo que asegura el mantenimiento impoluto de la región. Las lenguas de los glaciares fluyen valle abajo e incluso llegaron a cubrir totalmente los lagos, aunque actualmente, como todos los glaciares del mundo, están en retroceso como consecuencia del calentamiento global del planeta.
Caminar por los glaciares de Briksdal o Nigardsbreen es una experiencia al alcance de casi todo el mundo. No es necesario tener una forma física excelente, basta con poder caminar tranquilamente durante unas horas. La única exigencia es ponerse un calzado cómodo, importante para poder manejarse bien en el recorrido.
Una ciudad rodeada de siete colinas y siete fiordos, con un espíritu activo y vital pero que ha sabido preservar todo el hechizo que han ido dejando los siglos en sus calles. Todo esto y mucho más es Bergen, la segunda ciudad más grande de Noruega que, sin embargo, conserva el encanto propio de las localidades pequeñas. Su animada vida estudiantil –se calcula que en torno al 10% de sus habitantes son universitarios- multiplica la actividad en las calles de la que fue capital de Noruega hasta 1830.
Fundada hace 900 años, Bergen presume de una larga historia que se remonta a los vikingos y que tiene uno de sus hitos en el desarrollo comercial de la Liga Hanseática, que dejó en la ciudad un fabuloso barrio de casas de madera y el puerto antiguo de Bryggen, declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Desde lo alto de alguna de las colinas que rodean la ciudad se puede disfrutar de unas vistas excepcionales de la ciudad que sirve de puerta a los fiordos.
Además de su zona monumental, no hay que perderse el bullicioso mercado de pescado, donde siempre se puede degustar alguno de los productos típicos de la zona.
No todo en Bergen va a ser positivo. El tiempo no es ninguna maravilla y llueve como mínimo 275 días al año, así que conviene tener un paraguas o un chubasquero a mano.
Flam es un pequeño pueblo de pequeños edificios y cuidados huertos situado en un entorno espectacular de la punta del Aurlandsfjorden. Pero su principal punto de interés es su ferrocarril, una obra maestra de la ingeniería del siglo XXI que consigue alcanzar los 864 metros con una inclinación de 1:18 que lo convierte en el tren más inclinado del mundo que funciona sin cable y sin ruedas dentadas. A través de 20 túneles, sube desde la orilla del fiordo hasta Myrdal, situado en una inhóspita meseta.
En su camino, permite al visitante disfrutar de unos paisajes sublimes: escarpados barrancos, espectaculares cascadas que dejan caer el agua decenas de metros desde montañas cubiertas de nieve y pequeñas granjas de montaña que se agarran a las laderas como si fueran cabras montesas. Además, hay varias paradas para poder hacer fotografías, entre las que destaca la excepcional cascada de Kjosfossen. El tren de Flam funciona todo el año y en verano puede llegar a hacer hasta diez salidas diarias.
El Tren de Flam fue nombrado el viaje en tren más bonito del mundo por Lonely Planet en 2014.
El plan de viaje a tu alcance
- Alojamiento.
- Bergen
- Desayuno. Almuerzo. Cena
- Stavanger
- Subida en funicular a la colina Floyfjellet
- Panorámica de Bergen
- Desayuno. Cena.
- Stavanger
- Desayuno. Cena
- Vossavangen
- Desayuno. Cena.
- Sognefjord
- Olden
- Desayuno. Almuerzo. Cena
- Borgund
- Lillehammer
- Oslo
- Desayuno. Almuerzo. Cena.
- Oslo
- Panorámica de Oslo
- Ayuntamiento de Oslo
- Desayuno.
- Oslo
¿Quieres saber más de Escandinavia?
Conoce la historia, cultura e idiosincrasia de los países escandinavos a través de su singular cocina. Las bajas temperaturas y las tradiciones ancestrales han modelado la sabrosa y contundente gastronomía de este bello rincón del mundo.
Actualmente, los países escandinavos son famosos por sus guisos de carnes con esencia, sus platos de pescado como el salmón, sus calentitas y sustanciosas sopas... ¡Prepárate para probar platos en los que las carnes de alce, reno o la de oso son los protagonistas! Además de las recetas tradicionales, la cocina escandinava ofrece platos de vanguardia que se sirven en elegantes restaurantes -algunos de ellos, como el desaparecido “Noma” de Copenhague ha sido considerado durante años como el mejor restaurante del mundo-. ¡Descubre la sorprendente revolución gastronómica que está viviendo la considerada Nueva Cocina Nórdica!
Las capitales escandinavas son prolijas en recuerdos, regalos originales y productos locales de alta calidad. Durante el viaje, te recomendamos hacerte con alguna pieza de artesanía local y de la famosa porcelana y cerámica danesa. ¡Son únicas! Para los amantes de lo singular, un casco de vikingo será un recuerdo imborrable del viaje.
¿Más claves para encontrar el recuerdo perfecto? En clave textil, recomendamos revisar el equipamiento deportivo, las prendas de diseñadores locales –que se mueven entre la tradición y las líneas más vanguardistas-, las prendas de lana o piel... Y los amantes de la buena mesa, podrán regresar a casa con una botella de los deliciosos licores típicos, la cerveza artesanal o con alguna pieza del delicioso salmón noruego.
Suecia
1 de enero - Año Nuevo • 6 de enero - La Epifanía del Señor • 1 de mayo - Día del trabajador • 6 de junio - El Día Nacional de Suecia • 25 y 26 de diciembre - Navidad • Viernes Santo: el viernes antes de la Pascua • Pascua: el domingo que sigue a la luna llena entorno al 21 de marzo • Lunes de Pascua: el día después de la Pascua • La Ascensión del Señor: el sexto jueves después de la Pascua • Pentecostés: el séptimo domingo después de la Pascua • Midsommar: el sábado situado entre el 20 y el 26 de junio • Día de todos los Santos: el sábado situado entre el 31 de octubre y el 6 de noviembreNoruega
1 de enero, Día de Año Nuevo • Domingo de Ramos • Jueves Santo • Viernes Santo • Domingo de Resurrección • Lunes de Pascua • 1 de mayo, Día Internacional de los trabajadores • 17 de mayo, Día de la Constitución • Día de la Ascensión (5º jueves después de Semana Santa) • Domingo de Pentecostés (5º domingo después de Semana Santa) • Lunes de Pentecostés • 25 de diciembre • 26 de diciembreDinamarca
1 de enero, Día de Año Nuevo • Jueves Santo • Viernes Santo • Domingo de Resurrección • Lunes de Pascua • Día de la Oración común (4º viernes después de Semana Santa) • Día de la Ascensión (5º jueves después de Semana Santa) • Domingo de Pentecostés (5º domingo después de Semana Santa) • Lunes de Pentecostés (5º lunes después de Semana Santa) • 5 de junio, Día de la Constitución • 24 de diciembre • 25 de diciembreFinlandia
1 de enero, Día de Año Nuevo • 6 de enero, Día de Reyes • Viernes Santo • Domingo de Pascua • Lunes de Pascua • 1 de mayo, Día del Trabajador • Día de la Ascensión (5º jueves después de Semana Santa) • Domingo de Pentecostés (5º domingo después de Semana Santa) • Víspera y Día del Solsticio de Verano • Día de Todos los Santos (1er sábado de noviembre) • 6 de diciembre, Día de la Independencia • 24 de diciembre • 25 de diciembre • 26 de diciembreIslandia
1 de enero, Día de Año Nuevo • Jueves Santo • Viernes Santo • Domingo de Pascua • Lunes de Pascua • Primer día de verano (1er jueves después del 18 de abril) • 1 de mayo, Día del Trabajo • Día de la Ascensión (40 días después de Semana Santa) • Domingo y Lunes de Pentecostés (7º domingo y lunes después de Semana Santa) • 17 de junio, Día de la Independencia • Día de los Comerciantes y Oficinistas (1er lunes de agosto) • 24 de diciembre (tarde) • 25 de diciembre • 26 de diciembre • 31 de diciembre (tarde).En líneas generales, las temperaturas registradas en las capitales escandinavas suelen ser frías, variando notablemente según la época del año. También influye la localización geográfica, ya que en las ciudades localizadas más al sur los meses estivales suelen ser más templados y los inviernos menos gélidos.
Del mismo modo, mientras más al norte nos situemos las temperaturas irán descendiendo en grados hasta llegar a zonas caracterizadas por el clima polar. En las capitales escandinavas, los meses más cálidos y con mayor número de horas de sol suelen abarcar la horquilla de abril a septiembre. Los meses invernales se caracteriza por su clima gélido y escasas horas de sol. Los turistas que suelen viajar a esta zona del planeta en invierno suelen buscar grandiosos paisajes naturales nevados, practicar deportes de invierno o contemplar la aurora boreal en todo su esplendor.