Camboya: Laos y Templos de Camboya
- Duración
- 11 días
- Tipo de circuito
- Gran Viaje
Laos y Camboya. O Camboya y Laos. Da igual por donde empieces, es un viaje único que permite disfrutar durante diez días de todo tipo de experiencias, desde las más místicas a las más sensoriales. Pero si hay un elemento presente en este viaje son los templos. En Luang Prabang o en Angkor, es el itinerario perfecto para visitar las más bellas construcciones realizadas por el hombre en dos países en los que el budismo ha tenido un peso muy importante en la vida cotidiana de sus poblaciones.
Un recorrido por la historia de dos países marcados por su bellos paisajes y la amabilidad de sus gentes
El viaje empieza en Laos, concretamente en Luang Prabang, conocida como ‘la ciudad de los mil templos’. En este país marcado por la influencia de la religión budista en su vida cotidiana visitaremos algunos de los ejemplos más importantes de construcciones religiosas laosianas, así como los bellos paisajes que pueden verse desde la colina Phou Si o en las cascadas Kuang Si. En camboya los protagonistas serán los Templos de Angkor, que más que templos son auténticas ciudades en la jungla camboyana que llegaron a albergar miles de personas durante el apogeo del Imperio khmer, y en las que le paso del tiempo y el abandono de muchas de ellas permitieron a la naturaleza engullir parte de las construcciones creando un espectáculo entre bello y estremecedor. Un viaje por la esencia asiática que incluye un recorrido por dos de las gastronomías más impactantes del continente.
Emociones nuevas en tu viaje
Subir los 322 escalones hasta llegar a lo alto de la colina Phou Si tiene una increíble recompensa: una vista de 360 grados de toda la región, incluyendo no sólo las casas y templos de Luang Prabang, sino también los dos ríos que bañan esta localidad: el Mekong y el Nam Khan. Pero además la propia colina esconde diversos tesoros, como varios templos, cuevas y estatuas de Buda que se pueden visitar en el camino.
Por ejemplo, cerca de la cima se encuentra la cueva Wat Phra Bat Nua en la que se puede observar una huella del pie de Buda. Lo más recomendable es subir a la colina al atardecer, para evitar el calor del día y para aprovechar unas magníficas vistas junto a la preciosa puesta de sol.
Durante el ascenso a la colina, e incluso antes del mismo, se puede encontrar algunas mujeres laosianas vendiendo pájaros. El objetivo es que algunos turistas los compren para soltarlos en la cima de la colina y atraer así la buena suerte. Y es que esta colina tiene un cierto toque místico para los laosianos. De hecho, su nombre significa “montaña sagrada”.
El conflicto en Vietnam tuvo una gran influencia en Laos otorgándole un triste récord: es el país más bombardeado de la historia. Según datos desclasificados en el año 2000, entre 1964 y 1973 Estados Unidos realizó miles de incursiones aéreas en Laos para atacar bases del Frente Nacional de Liberación de Vietnam (lo que conocemos como el Viet Cong), así como para frenar el avance del comunismo en la región, a pesar de que Laos no se encontraba en guerra con el gobierno de Washington. Como resultado de todas aquellas incursiones, sobre Laos cayeron unos 270 millones de bombas --más que en toda la II Guerra Mundial--, de las que el treinta por ciento aproximadamente no detonó, de manera que se calcula que en el país hay unos 80 millones de bombas sin detonar.
En Luang Prabang hay una pequeña exposición sobre los artefactos no explotados creada por la organización UXO Laos (nombre que corresponde a las siglas en inglés unexploded ordnance - munición sin explotar), que consiste en dos salas en las que pueden verse tanto fotos de los diferentes tipos de artefactos que permanecen en suelo laosiano (se calcula que el veinticinco por ciento de las zonas rurales del país están afectadas por este problema), como incluso algunos de esos artefactos, como una impresionante bomba de racimo abierta. La exposición explica además los esfuerzos que se están llevando a cabo para descontaminar el suelo de Laos de estos terribles recuerdos del pasado, que cada año provocan víctimas mortales en el país. Por ello es muy importante cuando se visita Laos fuera de las zonas más turísticas no salirse de los caminos señalizados.
Los laosianos han tenido que adaptarse a la realidad de la munición no explotada en su país y, de hecho, han sabido utilizarla para fines muy diferentes. Así, diversas ONG fomentan la elaboración de piezas de artesanía con restos de las bombas que ya han sido retiradas y desactivadas, haciendo piezas de bisutería o cubiertos. Las carcasas de las bombas recuperadas sirven a veces también como pilares para algunas construcciones y en algunas de las zonas rurales más castigadas, los cráteres que dejaron las explosiones son utilizados a menudo como estanques de riego o para la cría de peces.
Una buena opción durante el tiempo libre en Luang Prabang es cruzar los dos puentes de bambú que se encuentran sobre el río Nam Khan. De hecho, lo ideal es entrar por uno y salir por el otro, haciendo un recorrido en bicicleta entre uno y otro. Pero esto sólo es posible durante la estación seca ya que la época de lluvias destruye estos puentes, que deben ser reconstruidos cada año para poder conectar las dos orillas, que en época de lluvias sólo están unidas por unas barcas gratuitas cortesía de un conocido restaurante de la ciudad.
Por ello, si se desea cruzar los puentes es necesario pagar una pequeña cantidad, de manera que los visitantes de la localidad colaboran también así en la reconstrucción de los puentes.
La crecida de las aguas no aporta sólo la destrucción de los puentes de bambú. Con ella las orillas del río se llenan de nutrientes que favorecen la plantación no sólo de arroz sino de numerosas frutas y verduras, que están presentes en casi todos los platos típicos del país y aportan un toque sabroso e incluso picante a su gastronomía. Así, durante todo el viaje se podrá disfrutar del típico arroz glutinoso (o pegajoso si se traduce del inglés) que se come con la mano. También es imprescindible probar el laap, posiblemente el plato más arraigado en Laos, que es una ensalada que incluye carne picada de ternera, pollo o cerdo y se adereza con salsa de pescado y lima.
Siem Reap es conocida por sus mercadillos, tanto el Old Market durante el día como los diversos mercadillos que surgen al marcharse el sol. En ellos se puede encontrar todo tipo de artesanías locales y resultan el lugar ideal para encontrar un recuerdo del viaje para llevar a casa, así como disfrutar de sus puestos de comida y la actuación de artistas callejeros.
Pero si hay algo fundamental en estos mercadillos es el regateo. Y es que los vendedores de entrada piden un precio muy superior al que están dispuestos a aceptar, pero no por un intento de engaño, sino porque están convencidos de que habrá un regateo que sitúe el precio en un nivel aceptable para las dos partes. Un precio que, seguro, quedará fijado en dólares, ya que la moneda local, el riel, está tan devaluada que incluso los camboyanos prefieren comerciar en dólares.
Algunos puntos de Siem Reap ofrecen un extraño espectáculo que llama poderosamente la atención de los viajeros, como es el hecho de encontrar grandes murciélagos colgados de los árboles. Las numerosas películas sobre Drácula vistas pueden hacer pensar lo contrario, pero lo cierto es que los también llamados ‘zorros voladores’ se alimentan exclusivamente de frutas y flores, por lo que resultan totalmente inofensivos. Comienzan a alzar el vuelo y revolotear por la ciudad cuando cae la tarde y la luz va disminuyendo, un espectáculo también muy llamativo.
En los viajes es habitual querer tomar un medio de transporte para realizar una visita o trasladarse de un lugar a otro. Y aunque Camboya ofrece numerosas opciones, el tuc-tuc es probablemente la más aconsejable para moverse en trayectos cortos o medios.
En primer lugar, es el más barato en relación calidad/precio, aunque antes de tomarlo es aconsejable haber cerrado ya el precio con el conductor. En segundo lugar porque al ser abiertos se mantiene el contacto con la fascinante realidad que se va descubriendo en el viaje. Pero sobre todo porque los conductores de estos transportes se convierten en auténticos guías de viaje, facilitando todas las comodidades a su alcance, como por ejemplo botellines de agua mineral. De hecho, si en algún momento se necesita algo de cierta importancia, no hay nada como consultar con un conductor de tuc-tuc, seguro que lo encuentra o puede indicar dónde encontrarlo.
La moneda de Camboya es el riel, pero lo cierto es que resulta más cómodo y eficaz disponer de dólares estadounidenses, que aceptan en todas partes. Y es que la moneda local está tan devaluada que incluso los habitantes del país prefieren utilizar el dólar. Camboya es además de los pocos países en los que prácticamente no circulan monedas que fraccionen su divisa, ya que la inflación es tan elevada que el Banco Central del país dejó de emitir monedas en 1994. El origen de esta curiosa situación del riel hay que encontrarlo en la decisión de los sangrientos Khmers Rojos de Pol Pot de suprimir la moneda como sistema de pago en 1975 y la ineficaz reintroducción del riel realizada tras el fin de su régimen
La gastronomía de Camboya es muy variada, ya que recibe influencias de sus países vecinos, la India y China. Su plato más popular y tradicional es el amok, una delicia para el paladar que mantiene un perfecto equilibrio con un contraste de los sabores picantes y dulces. Se trata de un plato caldoso que se sirve caliente y está compuesto por una salsa de curry cocida al vapor y con hojas de plátano. Se combina con pescado o pollo, verduras y arroz. Una mezcla de productos que proporciona un aroma y un gusto de lo más exquisito.
Relajarse en uno de los restaurantes locales y pedir este plato típico de Camboya es ideal para adentrarse en la cultura gastronómica de este país.
Camboya es un país con una variada oferta culinaria, ya que puedes encontrar productos de la zona y de otras naciones, como sus vecinas India y China. Además, su pasado colonial francés le ha dejado una exquisitez para los que prefieren sabores más suaves, como por ejemplo el pan tipo baguette que se puede encontrar en cualquiera de los puestos ubicados en las calles.
Una parada en el Museo del Genocidio o Tuol Sleng es ideal para conocer de primera mano el pasado más reciente de la población de Camboya. Eso sí, hay que tener estómago para afrontar una visita como esta, ya que este edificio que hoy se conoce como museo fue escenario de torturas y asesinatos por parte de los Khmers Rojos, liderados por Pol Pot. La crueldad de este gobierno no tenía límites y justificaban sus actos exponiendo que querían devolver al país su pasado agrícola. Por eso, todo aquél que no estuviera de acuerdo con esta decisión era juzgado, condenado y asesinado. Una de las medidas que utilizaban para evitar que los familiares de las víctimas se vengaran era torturar a la víctima hasta que pronunciase los nombres de sus seres queridos. Cuando el régimen ya tenía lo que quería, aniquilaba al preso. Esta base secreta, llamada S-21, antiguamente era un instituto. Donde antes había aulas, el régimen construyó celdas, cerró el recinto con alambres de espinos y cubrió las ventanas con barras de hierro.
Es una visita dura, a la par que interesante. En ella se pueden recorrer los pasillos de este antiguo edificio, las celdas, además de ver las fotografías de los prisioneros, archivos del régimen, aparatos de tortura e incluso cráneos de algunas de las víctimas.
Por este complejo llegaron a pasar alrededor de 13.000 personas, de las que unos tres millones murieron asesinados. Resulta imposible tener un número exacto de las víctimas que pasaron por la cárcel, ya que en la S- 21 había un fuerte secretismo.
El paisaje de los templos de Angkor es una auténtica maravilla, árboles que crecen con fuerza entre las piedras y que envuelven con sus poderosas raíces las paredes de estos antiguos edificios religiosos. Pasar un día entero es este emplazamiento es una de las experiencias más enriquecedoras del viaje, ya que a cada paso el panorama es más sorprendente.
Sin duda alguna, uno de los momentos más asombrosos que uno puede vivir en este enclave único en el planeta es su atardecer. Se trata de un momento mágico, en el que todo el mundo está en silencio y a la espera de que se produzca este fenómeno, un contraste de colores rojizos en el cielo que combinan perfectamente con las fachadas de las ruinas que descansan en esta zona.
Para poder presenciar este hermoso atardecer es imprescindible ubicarse en un lugar alto y con las vistas despejadas, ya que hay muchos turistas interesados en ser testigos de este espectáculo único y exclusivo.
El plan de viaje a tu alcance
- Sin comidas
- Luang Prabang
- Cena
- Luang Prabang
- Desayuno y comida
- Luang Prabang
- Visita a las cuevas de Pak Ou
- Visita a los Templos
- Desayuno y cena
- Luang Prabang
- Visita a los templos
- Cascadas de Kuang Si y el santuario de osos chinos
- Desayuno y cena
- Siem Reap
- Desayuno y comida
- Siem Reap
- Templos Bayon y Ta Prohm en Angkor Thom
- Paseo en TucTuc
- Angkor Wat
- Desayuno y comida
- Siem Reap
- Lago Tonle Sap
- Desayuno y comida
- Kampong Thum
- Visita del Sambor Prei Kuk
- Desayuno y comida
- Phnom Penh - Chamkarmorn
- Panorámica de Phnom Penh
- Desayuno
- Phnom Penh - Chamkarmorn
- Según itinerario
- España
¿Quieres saber más de Laos y Camboya?
Laos
La cocina de Laos toma muchos de sus platos de sus países vecinos, manteniendo la presencia del picante, de una potente salsa de pescado o de los curries originarios de la India. Pero también tiene algunos platos propios, como por ejemplo el larb, una ensalada que mezcla carne de pollo, ternera o pescado con diferentes vegetales, o el estofado larm, también con carne, pero acompañado de un número aún mayor de verduras.
Y, por cierto, los laosianos adoran también la carne asada a la parrilla. Si hay que elegir un elemento de la cocina que esté casi siempre presente sería el arroz glutinoso, un arroz cuyos granos tienden a pegarse entre sí a pesar de estar en su punto, lo que facilita poder hacer ‘bolas’ del mismo a la hora de comer de la manera más típica de Laos: con las manos.
Camboya
Como reflejo de su pasado, la gastronomía camboyana está influida por sus países vecinos, si bien es mucho menos conocida que la de estos. En primer lugar, como buen país asiático el arroz acompaña buena parte de sus comidas. Además, en su preparación se utilizan cantidad de especias que le otorgan un sabor contundente.
De la gastronomía China toma el gusto por el pato y la presencia de tallarines acompañados por diversos ingredientes. De la India toma el amor por lo picante y de hecho uno de sus platos más típicos es el curry khmer. En cuanto al pasado colonial francés, igual que en la cocina de Vietnam, los camboyanos están acostumbrados a comer un pan tipo baguette, que es vendido también de forma ambulante por las calles. Pero si hay algo propio es una pasta elaborada con varios pescados en salazón llamada prahok y que se utiliza mayormente en platos de verdura. En cuanto a la forma de comer, la tradición camboyana apuesta por comer en el suelo sobre un tapete sobre el que se colocan todos los platos. Lo habitual era comer con las manos, aunque mucha gente ya utiliza los palillos chinos o los cubiertos occidentales. Y a pesar de la fuerte influencia del budismo en este país, los camboyanos comen pescado y carne habitualmente, aunque resulta muy fácil seguir una dieta vegetariana si se desea.
Laos
Laos es un país de ciudades pequeñas y en el que la vida rural es mayoritaria, por lo que no hay grandes centros comerciales ni grandes tiendas en las que realizar muchas compras. Por el contrario, el mejor lugar para comprar son los mercados nocturnos de Luang Prabang y de Vientiane, la capital, donde todos los puestos son de color rojo, lo que lo hacen especialmente llamativo. Allí se puede encontrar artesanías de todo tipo, siendo tal vez los farolillos de papel los más populares, así como puestos en los que comprar productos tan típicos como el café o el té local.
A la hora de ir de compras en estos lugares conviene tener en cuenta algunas costumbres locales, como el hecho de que casi todo se regatea, a menos que sean precios fijos como, por ejemplo, un billete de transportes. En estos mercadillos resulta fácil comunicarse en inglés o francés. Y dado el carácter tranquilo de los laosianos, aunque se regatee el precio no son tan insistentes como en otros países vecinos y es conveniente mantener una actitud relajada, ya que levantar la voz o hacer muchos aspavientos es algo mal visto en este país.
Camboya
En las ciudades de Camboya más frecuentadas por viajeros, como por ejemplo Phnom Penh y Siem Reap, uno puede adentrarse en el mundo de las compras, ya sea en los centros comerciales, pequeñas tiendas y sobre todo mercados locales. La única diferencia entre uno y otros es el precio, puesto que en el primero el precio siempre tenderá a ser más caro que en las tiendas y en los mercadillos.
Para vivir una experiencia única, sin duda la mejor opción es ir de compras por los coloridos mercados locales, donde uno puede encontrar todo tipo de productos y sumergirse en un ruidoso ambiente donde los comerciantes además de exponer sus productos, los promocionan. A diferencia de los centros comerciales, en los mercados tradicionales los precios no son fijos, ya que los vendedores están acostumbrados al regateo, así que resulta muy fácil negociar la cantidad que se pagará por el producto. Eso sí, en los mercadillos no se aceptan tarjetas de crédito, por lo que es recomendable el uso de dólares en billetes, pero que no sean de muy alto valor.
Laos
Laos disfruta de varias fiestas oficiales al año, marcadas tanto por motivos religiosos como por celebraciones de carácter seglar. Las más destacadas son las siguientes:• 1 enero: A pesar de seguir el calendario budista, en Laos también se celebra la llegada del Año Nuevo igual que la mayoría de países del mundo.
• 8 marzo: el Día Internacional de la Mujer se celebra con una fiesta oficial, a imagen de otra veintena de países en todo el mundo.
• Mediados de abril: se celebra el Año Nuevo budista, aunque no tiene una fecha fija por seguir el calendario lunar.
• 1 mayo: Día Internacional del Trabajo.
• 25 octubre: un festival de carreras de barcos pone fin a un periodo especial para el budismo de unos 3 meses de duración, denominado en inglés Buddhist Lent, en el que los monjes llevan a cabo de manera especialmente intensa actividades de estudio y meditación, así como de formación de nuevos monjes.
Camboya
Los camboyanos se visten de fiesta varias veces al año por motivos diversos, que suponen una ocasión inmejorable para conocer este país y sus costumbres más arraigadas.
• Enero: Día 7 de enero es una fecha muy importante para el pueblo camboyano. Y es que es los lugareños celebran el Día de la Victoria con la dictadura khmer. • Abril: El Bon Chol Chnam Thmey o Año Nuevo Khmer se celebra día 13 de abril y dura aproximadamente tres días. Se trata de la mayor festividad local y durante el primer día los lugareños van a los templos a encender velas para bendecir a Buda. El segundo día es para llevar a cabo acciones caritativas y el último van a los templos para lavar con agua las estatuas e imágenes de Buda. El ambiente también es muy festivo en las calles y en muchos rincones se celebran batallas de agua. • Octubre: A mediados de este mes se celebra el Pchum Ben que conmemora la vuelta de los ancestros, de los espíritus de los familiares fallecidos. Dura aproximadamente 15 días y durante este periodo las familias van a las pagodas a entregar ofrendas, vestidos con ropa blanca en señal de purificación. • Noviembre: Durante este mes Camboya celebra el Bon Om Touk Festival del Agua. Se trata de una fiesta en la que los residentes acuden a la orilla del Lago Tonle Sap, ubicado en Phnom Penh y disfrutan de las regatas de los coloridos barcos tradicionales. • Diciembre: Una de las fiestas populares más especiales es el Angkor Festival, que se celebra, entre día 3 de diciembre y día 10 del mismo mes, en los increíbles Templos de Angkor. En este entorno idílico se recrean danzas tradicionales de los khmers.Para entrar en Laos es necesario tener el pasaporte en vigor y con al menos seis meses de validez desde la entrada en el país. Además, es obligatorio contar con visado, pero resulta fácil conseguirlo en los principales puestos fronterizos.
España no cuenta con Embajada en Laos, la más cercana es la sede diplomática en Tailandia. Pero eso no significa que los españoles estén desprotegidos cuando se encuentren en este país, ya que nuestros intereses están representados en la Embajada de Alemania en Vientiane. Tampoco Laos tiene embajada de España, por lo que la más cercana es la de París, a la que hay que dirigir las consultas que se puedan tener al respecto.
Para viajar a Camboya los españoles necesitamos visado y su extensión máxima es de un mes desde la entrada en el país. Se puede tramitar en los aeropuertos internacionales de Siem Reap y Phnom Penh, aportando la documentación necesaria: pasaporte, fotografías y una tasa que solo se puede pagar en dólares. También se puede obtener por internet, a través del Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación de Camboya: https://www.evisa.gov.kh/ Además, también necesitamos tener el pasaporte en vigor y con al menos seis meses de validez desde la fecha de entrada en el país.La moneda de Laos es el kip laosiano y el cambio suele estar en torno a los 9.500 kips por un euro. La moneda local es más aconsejable para las zonas rurales, ya que en las ciudades el dólar e incluso el baht tailandés pueden utilizarse sin problemas. Debido a la gran inflación que sufre el país no es habitual ver monedas, por lo que las transacciones se suelen hacer en billetes, que existen de entre los 500 y los 100.000 kips. Dada la casi imposibilidad de cambiar kips en euros, lo más aconsejable es salir de Laos sólo con los kips que uno quiera quedarse como recuerdo.
La moneda de Camboya es el riel, pero lo cierto es que resulta más cómodo y eficaz disponer de dólares estadounidenses, que aceptan en todas partes. El cambio suele estar entorno a los 4.700 rieles por un euro, aunque es conveniente consultar el cambio antes del viaje. La moneda local está tan devaluada que lo habitual es viajar con dólares, mucho más apreciado incluso por los camboyanos que su propia moneda, así que no es necesario molestarse en cambiar dinero para conseguir moneda local. Además, Camboya es de esos pocos países en los que prácticamente no circulan monedas que fraccionen su divisa, ya que la inflación es tan elevada que el Banco Central del país dejó de emitir monedas en 1994. El origen de esta curiosa situación del riel hay que encontrarlo en la decisión de los sangrientos Khmers Rojos de Pol Pot de suprimir la moneda como sistema de pago en 1975 y la ineficaz reintroducción del riel realizada tras el fin de su régimen.El uso de la tarjeta en Laos está sólo extendido, y no demasiado, en la capital, Vientiane, por lo que fuera de allí lo más aconsejable es utilizar dinero en metálico, que puede ser tanto el kip laosiano, que es lo que más se utiliza en las zonas rurales, como los baht tailandeses o el dólar estadounidense.
En Camboya no está excesivamente extendido el uso de tarjetas, excepto en hoteles y lugares comerciales de las grandes ciudades, y hay menos cajeros automáticos que en otros destinos, por lo que es recomendable el uso de dólares en billetes, aunque se recomienda no llevar billetes de muy alto valor.
Para viajar a Laos no es obligatorio vacunarse, si bien las autoridades recomiendan las vacunas contra el tétanos, encefalitis japonesa y hepatitis A y B. En todo caso, igual que en el resto de países de su entorno, resulta fundamental llevar un buen repelente de mosquitos no sólo por lo molestos que resultan, sino porque en algunas zonas pueden ser portadores de enfermedades.
En cuanto a los riesgos sanitarios, por lo general basta con tener algo de cuidado para evitar malestares gastrointestinales. Así, es mejor evitar tomar hielo en las bebidas, descartar alimentos crudos y apostar por el agua embotellada. En cuanto al vino de arroz, muy típico en estos países, el Ministerio de Exteriores recomienda expresamente evitar aquellos caseros o de origen desconocido ya que pueden llegar a ser peligrosos para la salud. Además, se pide a los viajeros que se mantengan alejado de los mercados de aves y de las reservas naturales con aves y granjas de aves y cerdos, por la incidencia en el país de la gripe aviar.
Para viajar a Camboya no hay vacunaciones obligatorias, salvo que en el último mes se haya visitado alguno de los países en los que sí existe riesgo de transmisión de la fiebre amarilla (esta información puede consultarse en el link http://msc.es/profesionales/saludPaises.do), aunque sí se recomienda las de tétanos, encefalitis japonesa, hepatitis A y B, tifus y rabia. Para las zonas más húmedas es recomendable llevar un repelente de mosquitos. En cuanto a los riesgos sanitarios, basta con tener algo de cuidado para evitar malestares gastrointestinales. Así, es mejor evitar tomar hielo en las bebidas, descartar alimentos crudos y apostar por el agua embotellada. En cuanto al vino de arroz, muy típico en estos países, el Ministerio de Exteriores recomienda expresamente evitar aquellos caseros o de origen desconocido ya que pueden llegar a ser peligrosos para la salud. Además, se recomienda mantenerse alejado de los mercados de aves y de las reservas naturales con aves y granjas de aves y cerdos, por la incidencia en el país de la gripe aviar.Camboya es un país de clima tropical y subtropical. El mes más caluroso es abril, en el que pueden alcanzarse los 40 grados con una importante humedad, y el más ‘frío’ es enero, con unos 28 grados. Cada época tiene sus encantos, ya que, al contrario de lo que pueda pensarse, la época de lluvias, que coincide con nuestro verano, es buena para visitar los Templos de Angkor porque la lluvia les otorga una belleza especial.