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Carnaval Caribeño

Carnaval, carnaval… Una costumbre ancestral

Aunque sus orígenes parecen estar más vinculados con el paganismo, lo cierto es que la religión juega un papel mucho más importante en el carnaval caribeño de lo que, a priori, podríamos pensar. Justo unos días (o semanas) antes del pistoletazo de salida de la Cuaresma cristiana, que tiene lugar el Miércoles de Ceniza, se celebran los carnavales tanto en España como en los países del Caribe. Además, etimológicamente hablando, carnaval significa “fiesta de la carne”, precisamente por el carácter de prohibición de la misma durante la Cuaresma cristiana.

Distinguida por los grupos de charangas, pasacalles y comparsas que llenan de luz y sonido las calles de donde se celebran, la festividad del Carnaval ha sufrido una serie de transformaciones desde sus comienzos hasta su celebración tal cual la conocemos hoy en día. Inicialmente, el sentido del Carnaval era similar al de las fiestas paganas en honor al Dios Baco o al Toro Apis de Egipto. De hecho, se barajan varias opciones sobre el lugar de donde procede, y la cultura egipcia es una de ella.

Esta fiesta, donde los desfiles de sus participantes con máscaras y disfraces subían la moral del pueblo, ha ido evolucionando hasta eventos tanto grupales como individuales, públicos o privados, donde la permisividad, la exageración y el descontrol se despliegan y campan a sus anchas por las calles. Paradójicamente, este aparente libertinaje y ostentación, es un cambio de rol donde la clase popular se hace con el poder por unos días y se ríe de las vestimentas y danzas típicas de la élite de hace siglos. Hablamos de cuando la jerarquía social marcaba notablemente la diferencia de estamentos con las celebraciones de grandes bailes donde se remarcaban y acentuaban los lujos y a las que el pueblo no tenía acceso.

¿Cómo es el carnaval caribeño?

Si el carnaval de por sí se asocia de alegría, sátira y buen humor, el carácter amigable y extrovertido de las gentes caribeñas, así como su clima tan agradecido, contribuye aún más a que sea una festividad que ningún turista debe perderse si visita el Caribe entre enero y marzo (el calendario depende cada año según cuando se celebre Semana Santa).

El Caribe de por sí es una zona geográfica multicultural que celebra entre música y bailes el simple hecho de vivir y eso les hace felices a sus gentes. Con una filosofía de vida bastante relativista y optimista, el habitante caribeño nunca dice que no a una fiesta. Es así como el carnaval es una razón más que, marcada en el calendario, hace que el pueblo se vista con ropas coloridas y se evada de la rutina diaria. Sin duda, los turistas que acuden a observar estos espectáculos que iluminan las calles, se contagian de su alegría y sus sones. Por si viajas en Carnaval al Caribe, te dejamos algunos consejos útiles a la hora de hacer tu equipaje.

El carnaval haitiano

La herencia de las costumbres africanas por el tráfico de esclavos cimarrones en la época de la colonización, también ha dejado huella en los carnavales caribeños. Por un lado, las celebraciones más tradicionales tienen lugar previamente a la cuaresma, pero los carnavales más vinculados con la tradición cimarrona pueden encontrarse en las calles de Haití prácticamente en cualquier época del año.

Conoce también el carnaval mexicano

Como no podía ser de otra manera, el carnaval caribeño tiene un gran protagonista en el ranking de los mejores clasificados del Caribe. Se trata de Cozumel, uno de los carnavales más antiguos de México y también, de los más importantes. Las comparsas, disfraces y carretas que alegran las calles mexicanas durante varios días al año, son un claro símbolo de la expresión cultural, sociológica y musical tanto de la península del Yucatán en concreto, como del Caribe en general.

No podía faltar el carnaval cubano

Al igual que México, Cuba tiene una larga tradición en lo que al carnaval caribeño se refiere. Nos remontamos a 1585, cuando tenían lugar celebraciones en las que, en lugar de comparsas y carrozas, tenían lugar paseos de quienes se vestían con máscaras y algún que otro complemento. Cuba, al igual que tantos otros países del Caribe, defienden esta fiesta que, antiguamente era denostada y se mal veía, promoviendo al máximo la libertad, la espontaneidad y el carácter popular.

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