Una joya de la Historia, bañada por el océano Índico y rodeada de árido desierto, da la bienvenida al viajero. Estamos hablando de Omán, un país excepcional en tierra hostil. De un tamaño considerable y con una población de unos 4 millones de habitantes, Omán es considerado un país relativamente nuevo para los viajeros, pero tremendamente longevo en el paso de la Historia. De hecho, la primera prueba que se tiene de la existencia de este increíble estado son unas tablillas egipcias de 1530 a.C. Y es que el estado omaní ofrece al viajero una lista infinita de monumentos patrimoniales, con leyendas e historia interesantes. Y todo esto amenizado con los mejores de los paisajes naturales. Porque el que viaja a Omán espera encontrar dunas infinitas, algún oasis, e incluso elevadas montañas. Pero lo que no se espera son bosques frondosos, vergeles, palmerales y, ¡hasta fiordos! Pues sí, Omán tiene todo esto y mucho más. Playas, piscinas naturales, pueblos rurales intactos desde tiempos ancestrales y lo mejor de todo, los omaníes son gente amable, abierta y deseosa de enseñar sus modestos tesoros que para el visitante son auténticos tesoros. A pesar de estar rodeado por países en continuas disputas y de ciudades completamente creadas en la edad contemporánea, Omán en un oasis de tranquilidad y belleza infinita esperando a ser descubierta.