Día 1: Bilbao – Edimburgo. Aterrizando en tierras de castillos
Por fin hoy sale nuestro vuelo con destino Escocia. Para realizar todos los trámites necesarios en el aeropuerto será necesario llegar unas dos horas antes para no tener que ir corriendo. Por eso revisamos que tenemos todo el equipaje preparado y los documentos más importantes en un lugar accesible, ¡ya estamos listos para empezar nuestro viaje!
Siempre hemos querido conocer este territorio repleto de bellos paisajes, fiordos mágicos, castillos que parecen encantados, ciudades que conservan el encanto de otra época y las animadas gentes que lo pueblan. Hemos oído leyendas del lugar, conocemos sus famosos kilts (las típicas faldas vestidas por los hombres) , y sabemos que suele llover, pero nunca hemos tenido la oportunidad de pisar sus tierras. Nuestro primer contacto con Escocia será su capital, Edimburgo. Aunque es la segunda ciudad más grande del país es la primera culturalmente y se debate en importancia con su vecina Glasgow. Después de instalarnos en el hotel tendremos tiempo libre para ir explorando la ciudad, podremos observar las diferencias de la Old Town, repleta de callejuelas que discurren entre edificios de época medieval y sus edificios más destacados, como el Castillo o el Palacio de Holyrood; y la New Town, construida a partir del siglo XVIII para albergar la gente que ya no cabía dentro de los antiguos límites. En este punto se pueden visitar los jardines de Princes Street, el parque urbano más importante de Edimburgo y que sirve de espacio divisorio entre la vieja y la nueva ciudad.
Por la noche nos retiraremos al hotel para una cena local y aprovecharemos las merecidas horas de descanso antes de salir a comprobar a fondo la belleza característica de las calles y los edificios de la capital escocesa.