Viaje a Estados Unidos: Circuito Triángulo del Este

Día 1: España - Nueva York. Volando hacia la capital del mundo

Nos presentaremos en el aeropuerto con la antelación sugerida por la compañía aérea Iberia y realizaremos los Trámites de facturación y embarque requeridos en los vuelos a Estados Unidos. Después de aterrizar y de realizar los trámites de inmigración y aduana nos llevarán a nuestro hotel donde pasaremos la noche.

Día 2: Nueva York. Mucho más que rascacielos

Después de tomar el desayuno, saldremos a hacer una visita guiada de la isla de Manhattan, en la que descubriremos el Alto Manhattan, elegante, culto y residencial. A lo largo del recorrido admiraremos los edificios y monumentos más emblemáticos de la ciudad: La Catedral de San Patricio, una catedral católica de estilo neogótico, situada en la parte central de Manhattan, concretamente, entre las calles 50 y 51 de la Quinta Avenida. El Rockefeller Center, construido por la familia de este nombre, es un complejo de 19 edificios comerciales, situado entre las calles 48 y 51 y las avenidas quinta y sexta, en frente de la Catedral de San Patricio. El Centro fue declarado National Historic Landmark en 1987 y en la zona se encuentran algunas de las boutiques más lujosas de Nueva York.

Times Square es una plaza formada en la intersección de Broadway con la Séptima Avenida de Manhattan. Antes era conocida como Plaza Longacre, pero cambió su nombre al actual por las oficinas de The New York Times, que se encontraban en el edificio One Times Square. Visitaremos también El Empire State Building, un rascacielos situado en la intersección de la Quinta Avenida con la calle 34 Oeste. El edificio fue el más alto del mundo durante cuarenta años, desde su finalización en 1931 hasta 1971, año en que se terminó de construir la torre norte del World Trade Center. El rascacielos toma su nombre del apodo del estado de Nueva York (Empire State).

También conoceremos Central Park, el pulmón verde de Manhattan, en pleno centro de la isla. Después, continuaremos nuestro recorrido y nos dirigiremos al distrito financiero, en el sur de la isla, donde veremos la Bolsa y Battery Park. Desde este último enclave podremos admirar en toda su belleza la Estatua de la libertad. A continuación, aquellos que realizamos la visita de Manhattan en domingo disfrutaremos de un auténtico Brunch americano en un rooftop (terraza de un edificio), mientras que los que hacemos el recorrido en martes o miércoles, tomaremos una cena buffet en el hotel.

Por la tarde, dispondremos de tiempo libre para pasear por la ciudad a nuestro ritmo y dejarnos sorprender por la increíble vida nocturna de Times Square. Al final de la jornada regresaremos al hotel para dormir.

Día 3: Nueva York – Niágara. Una de las maravillas naturales del mundo

Tras tomar el desayuno, partiremos por carretera, para realizar una escapada a uno de los destinos naturales más atractivos del este americano: las cataratas del Niagara. Saldremos por la mañana, aproximadamente a las 07:30hrs en dirección noroeste, atravesaremos los estados de Pennsylvania y Nueva York, y durante parte del recorrido estaremos acompañados por los Montes Apalaches. Llegaremos a Niágara por la tarde y nos dirigiremos a nuestro hotel, donde pasaremos la noche.

Las cataratas del Niágara son un grupo de cascadas sobre el río Niágara, en la zona noreste de América del Norte, entre Estados Unidos y Canadá. Se encuentran a unos 236 metros sobre el nivel del mar, tienen casi 1000metros de anchura y su caída es de aproximadamente 64 metros. Comprenden tres cataratas: la «catarata canadiense» (Ontario), la «catarata estadounidense» (Nueva York) y la «catarata Velo de Novia», más pequeña. Aunque no tienen una gran altura, son muy amplias y son las más caudalosas de América del Norte, ya que por ellas pasa toda el agua de los Grandes Lagos.

Día 4: Niágara - Toronto – Niágara. Disfrutando de las cataratas

Después de desayunar, disfrutaremos de las cataratas en una pequeña embarcación, a bordo de la cual gozaremos de unas divertidas dosis de emoción, al sentir como los motores del barco luchan contra la fuerte corriente del rio. Desde el Parque de la Reina veremoss una impresionante panorámica de las caídas de la Herradura.

Contemplaremos también el curioso reloj floral y accederemos al mirador Table Rock. Desde este enclave disfrutaremos de una fantástica panorámica del mayor salto de agua, la caída del lado canadiense. Este mirador es, además, el sitio más cercano al precipicio y desde donde se oye rugir más fuerte las aguas. Es el lugar perfecto para fotografiar el conjunto. A continuación, haremos una visita a la ciudad de Toronto.

Esta urbe es la capital de la provincia de Ontario y, con una población de más de 2 600 000 habs. es la ciudad más grande de Canadá, y su centro financiero. Se trata de una ciudad moderna de arquitectura mayoritariamente contemporánea. No obstante, algunos de los edificios más antiguos están construidos en estilo gótico o en estilo Art Déco. El perfil de Toronto está dominado por grandes rascacielos. Una vez concluid la visita, regresaremos a Niagara, donde pasaremos la noche en nuestro hotel.

Día 5: Niágara - Washington D.C. Hacia la capital de los Estados Unidos

Después de tomar el desayuno, saldremos por carretera hacia Washington D.C., capital de los Estados Unidos y sede de la administración del país. A pesar de ser una ciudad importantísima, desde los puntos de vista histórico, político, cultural, académico y económico, Washington D.C. es una ciudad desconocida para muchos, que frecuentemente se ve eclipsada por la frenética Nueva York.

Washington D. C., cuyo nombre oficial es Distrito de Columbia, es la capital de Estados Unidos. Se encuentra a orillas del río Potomac y está rodeada por los estados de Virginia, y Maryland. Desde el punto de vista administrativo es una entidad diferente de los cincuenta estados que componen la unión y depende directamente del gobierno federal.

El Distrito de Columbia se fundó el 16 de julio de 1790, y poco tiempo después se creó, dentro del distrito, una nueva ciudad denominada Washington, al este de la ya existente Georgetown. En 1871 todas las poblaciones existentes dentro del Distrito, se unificaron en una sola entidad: el D. C. La ciudad de Washington nació como una ciudad planificada, y el distrito federal fue formado para marcar la diferencia entre la capital nacional y los estados. La ciudad fue nombrada en honor a George Washington, el primer presidente de los Estados Unidos. El nombre del distrito, Columbia, es el nombre poético de Estados Unidos, en referencia a Cristóbal Colón.

Llegaremos a Washington D.C. a última hora de la tarde y nos dirigiremos a nuestro hotel, donde pasaremos la noche.

Día 6: Washington D.C. Un pedazo de historia en cada rincón

Tras tomar el desayuno, dedicaremos parte de la jornada a recorrer los monumentos y espacios urbanos más emblemáticos de la Capital. Recorreremos el exterior de la Casa Blanca, la residencia oficial del presidente de los Estados Unidos. El proyecto fue ideado por George Washington y construido en 1790 bajo la dirección del arquitecto de origen irlandés James Hoban, en estilo Neoclásico.

Como su nombre indica, se trata de un edificio blanco localizado en Pennsylvania Avenue número 1.600, y fue inaugurado por John Adams en 1800. Formalmente, el edificio recibió los nombres de Palacio Presidencial, la Mansión Ejecutiva, hasta que el presidente Theodore Roosevelt en 1902 propuso al Congreso que adoptara oficialmente el nombre de ‘La Casa Blanca’.

Veremos también el Capitolio, un ejemplo del Neoclasicismo arquitectónico estadounidense, que alberga las dos cámaras del Congreso de los Estados Unidos. Tiene una gran cúpula en el centro y dos edificios anexos a cada lado. El ala norte corresponde al Senado y el ala sur a la cámara de Representantes.

También conoceremos el Monumento a Washington, el gran obelisco blanco localizado en el extremo al oeste del National Mall de Washington D. C. Se trata de un monumento conmemorativo al primer presidente de los Estados Unidos y líder del revolucionario Ejército que ganó la independencia del país luchando frente a los británicos. En 1884, el monumento se convirtió en la estructura más alta del mundo, hasta que se construyó la Torre Eiffel en 1889.

Recorreremos también el Cementerio de Arlington, situado en Arlington, Virginia. Se trata de un cementerio militar estadounidense creado durante la Guerra de Secesión. Se encuentra cerca del Río Potomac, en las proximidades del Pentágono.

Después de esta visita, tendremos el resto del día libre. Al final de la jornada regresaremos a nuestro hotel para dormir.

Día 7: Washington D.C. - Philadelphia - Nueva York. El Triángulo de la Costa Este

Después de desayunar, volveremos a Nueva York por carretera. En el camino de vuelta pararemos en la ciudad de Philadelphia para visitar su casco antiguo. Philadelphia, con más de millón y medio de habitantes es la ciudad más poblada del estado de Pensilvania y la 5ª ciudad más poblada del país. La ciudad se sitúa sobre la orilla derecha del río Delaware, en un punto intermedio entre las ciudades de Nueva York y Washington D. C.

Philadelphia desempeñó un papel fundamental en el proceso de independencia del país, ya que aquí se firmó la Declaración de Independencia de los Estados Unidos de América el 4 de julio de 1776. Llegaremos a Nueva York a última hora de la tarde y nos dirigiremos a nuestro hotel en el que pasaremos la noche.

Nota: El desayuno es tipo “Grab & Go” (una bebida y una pieza de bollería para llevar).

Día 8: Nueva York – España. Haciendo las maletas con morriña

Tras tomar el desayuno, tendremos la mañana libre, que podremos utilizar como nos apetezca. Podremos visitar alguno de los fantásticos museos que ofrece la ciudad (Metropolitan, MOMA, Guggenheim, de Historia Natural, o la interesante colección Frick), también podremos despedirnos del mágico ambiente de la ciudad, o realizar las últimas compras en la 5ª Avenida.

A la hora convenida, nos recogerán en el hotel para llevarnos al aeropuerto donde realizaremos los trámites de facturación y embarque necesarios para tomar el avión con destino a España. Pasaremos la noche a bordo del Avon, volando sobre el Atlántico.

Día 9: España. Después de la aventura, bienvenidos a casa

Durante el vuelo recordaremos las cosas extraordinarias que hemos visto y vivido en los últimos días. Al llegar nos despediremos, pero seguro que nuestro espíritu viajero ya ha identificado los nombres de varios destinos que sin tardar mucho querremos visitar. Esperamos que en algún de ellos nos encontraremos ¡Hasta entonces! ¡Hasta siempre!