Día 1: España - Estocolmo. Una primera incursión en la capital sueca
Ya tienes la maleta abierta sobre la cama. Empiezas a meter ropa de abrigo, calzado cómodo… ¡No te olvides el pijama! Comprueba que tienes la documentación y que la cámara de fotos –o el teléfono móvil- tienen batería y espacio de sobra. ¿Ya lo tienes todo? Pues es el momento de ponerse en marcha e ir hacia el aeropuerto que, cuando se trata de vuelos internacionales, siempre es mejor ir con tiempo de sobra. De hecho, asegúrate de que llegas al menos con dos horas de antelación para así facturar tu equipaje sin agobios. Un avión te llevará directamente, sin escalas, hasta tu primer destino, Estocolmo.
En cuanto pises suelo sueco, un guía te acompañará hasta tu hotel para que puedas disfrutar tu primer día en una de las capitales más bellas del Viejo Continente. Tienes el resto de la jornada libre, así que tú decides el plan. Puedes tomártelo en plan tranquilo, descansando en el hotel o dándote un paseo por sus alrededores. O puedes lanzarte a hacer una primera incursión por el precioso casco histórico de Estocolmo, conocido como Gamla Stan. Bucea entre tiendas, monumentos y calles llenas de encanto antes de regresar al hotel, en cuya recepción te espera el guía para explicarte todos los detalles de tu viaje antes de cenar y descansar.