Día 5: Roma. Una jornada inolvidable recorriendo la capital italiana
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Panorámica de Roma
En la jornada de hoy vamos a conocer con detenimiento la Ciudad Eterna, ya que realizaremos una visita panorámica por los lugares más emblemáticos de Roma, la capital italiana, acompañados de un guía local. El recorrido comenzará en cuanto terminemos de desayunar y nos llevará por las orillas del río Tíber, que en italiano se llama Tevere, y la Avenida de los Foros.
En nuestro camino podremos admirar lugares tan importantes como la Piazza Venecia, donde destaca imponente y blanco -de hecho, se empleó mármol blanco en su construcción- el Monumento a Víctor Manuel II, que fue el primer monarca de Italia tras la unificación del país. Los romanos también denominan a esta enorme construcción el Altar de la Patria y, más irónicamente, la “Máquina de Escribir”, debido a su forma y su escalinata. El Monumento fue erigido a principios del siglo XX para albergar el Museo de la Unificación de Italia y la Tumba del Soldado Desconocido. Algo más allá nos detendremos en el Coliseo. Este imponente y famosísimo edificio es muchas cosas: símbolo de Roma, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y una de las Siete Maravillas del Mundo Moderno. Fue construido en el siglo I y sirvió para una gran variedad de espectáculos públicos, sobre todo luchas de gladiadores. Además, podremos admirar el Circo Máximo, el “estadio” donde se celebraban las carreras de cuadrigas en tiempos del Imperio Romano.
Después de este recorrido panorámico ya no tendremos visitas concertadas, así que podremos recorrer a nuestro ritmo la ciudad. Sin embargo, aquellos que quieran conocer Roma más profundamente tendrán la opción de hacer dos visitas acompañados de un guía local. En una de ellas se visitan dos de los lugares más importantes de la capital italiana: la Basílica de San Pedro y los Museos Vaticanos. La primera es la construcción más importante de todo el catolicismo, ya que es donde dirige el culto el Papa y, además, es el lugar en el que están enterrados todos los Santos Pontífices. El gigantesco edificio, que puede llegar a albergar a 20.000 fieles, tiene una nave central de 200 metros de largo por 46 de alto, y la inmensa cúpula se eleva 136 metros sobre el suelo. Pero, además de su valor religioso, la Basílica de San Pedro es un verdadero museo: entre las obras de arte que se pueden admirar aquí y allá están la Piedad de Miguel Ángel y la estatua de San Pedro en su trono. Por otro lado, los Museos Vaticanos son una visita imperdible en Roma. Están formados por varios museos que atesoran miles de obras de arte de muy diversos periodos, desde el Antiguo Egipto al Imperio Romano, la India, Tíbet… Sin embargo, la guinda del pastel es la maravillosa Capilla Sixtina, la obra cumbre de Miguel Ángel que nos dejará con la boca abierta y la mirada clavada en sus techos.
La segunda experiencia que podremos disfrutar de manera voluntaria es un recorrido por el interior del Coliseo. Observando sus gradas y sus arcadas no es difícil imaginar el ambiente en los días de espectáculo, con el propio César disfrutando de las sangrientas luchas. Después del Coliseo caminaremos hasta el Trastévere, uno de los barrios más populares de Roma. Lo visitaremos con un guía local que nos enseñará sus rincones más interesantes. Es un barrio moderno y joven, lleno de calles bulliciosas y fascinantes escenas.
En cuanto finalicemos el día y las visitas volveremos al alojamiento para poder descansar.