Día 6: Innsbruck - Alpbach - Rattenberg - Región de Achensee - Inssbruck
RÉGIMEN
Desayuno. Almuerzo. Cena.
Transporte
Autocar, minibús o van
Visitas
Panorámica de Innsbruck
Pintura Circular Gigante Innsbruck
Después de dar buena cuenta de nuestro desayuno, nos dispondremos a recorrer algunos de los lugares más típicos e interesantes de El Tirol. Lo primero que haremos será dirigirnos a Alpbach, un clásico pueblo tirolés, un lugar ideal para practicar senderismo en verano y esquí y snowboard en invierno. Alpbach estuvo aislado en la parte alta de un valle hasta que, en 1926, se construyó una carretera.
Debido a la falta de contacto con el mundo exterior, los habitantes de Alpbach todavía conservan su estilo de construcción tradicional: casas de campo de madera con tejados empinados y balcones. Sigue siendo un lugar muy tranquilo en el que tendremos tiempo libre que nos ayudará a comprobar la razón por la que hay quien considera que Alpbach es el pueblo más bonito de Austria. Conoceremos Rattenberg, que, con una antigüedad de 600 años, es la ciudad más pequeña de Austria con una población de, aproximadamente, 440 habitantes. Un pueblo que no ha sufrido cambios desde el siglo XVI y en el que tendremos tiempo libre para pasear por sus antiguas calles y donde nos sentiremos transportados a la época medieval.
Más tarde, continuaremos a la región del lago Achensee, donde haremos un interesante recorrido en un tren de vapor, construido en 1889 con permiso del emperador Francisco José. Volveremos a Innsbruck y, después del almuerzo, haremos una visita panorámica que nos permitirá conocer los lugares más significativos de la capital tirolesa: la abadía de Wilten, la iglesia rococó más bonita de Austria; el Tejadito de Oro, el símbolo más famoso de Innsbruck, mandado construir por Maximiliano I, padre de Felipe el Hermoso, a finales del siglo XV, con motivo de su boda con María Sforza; los edificios medievales de la época de Maximiliano I de Habsburgo; la Maria Theressian Strasse, la calle más importante de la ciudad, que tiene, como telón de fondo, las montañas de los Alpes que rodean Innsbruck; la Columna de Santa Ana, una columna corintia de mármol rojo que conmemora la liberación de la ciudad, en 1703, etc.
También visitaremos la pintura gigantesca circular, una pintura que refleja, en un panorama de 360º, una batalla de tiroleses y franceses en 1809. Se trata de un lienzo impresionante de diez metros de alto y diez de ancho, tan realista que nos hará creer que estamos ante una ventana.
Después de cenar, si queremos, podremos asistir, opcionalmente, a un espectáculo de folklore tirolés. Después, nos retiraremos a nuestras habitaciones a pasar la noche.