Viaje a Austria: Circuito Lo mejor de Austria y Baviera Semana Santa

Día 1: España – Múnich. Arranca el esperado viaje

Tres, dos, uno… Ha llegado el momento de iniciar este viaje. Cojamos las maletas y emprendamos rumbo al aeropuerto con al menos dos horitas antes de que salga el vuelo para, llegado el caso, hacer frente a los imprevistos y no perder el avión que nos llevará a Munich. Ésta es una de las ciudades más relevantes de Alemania por su carácter histórico y su fortaleza económica.

Nada más llegar nos llevarán a nuestro hotel y tendremos tiempo libre hasta la hora de la cena. Un tiempo en el que podremos optar por descansar y coger fuerzas para las intensas jornadas de viaje que tenemos por delante o para empezar a tener una primera idea de lo que es la ciudad y de cuál es su ritmo y el de sus habitantes. Independientemente de cuál sea nuestra opción, el día acabará con una rica cena y con un merecido descanso en nuestra agradable habitación de hotel.

Día 2: Múnich – Castillo de Neuschwanstein – Innsbruck. Imágenes que quedarán para siempre en nuestra memoria viajera

Tras degustar un rico y contundente desayuno, el día arrancará con una visita panorámica de Munich. ¿Y qué mejor lugar para empezar que frente al majestuoso Ayuntamiento de la ciudad y el Rathaus-Glockenspiel, cuyo carillón representa dos veces cada día escenas tradicionales de esta ciudad bávara? Visto el edificio haremos un recorrido por la plaza que lo acoge, la Marienplatz en cuyo centro se ubica la columna de Santa María, construida para conmemorar el fin de la invasión sueca en la primera mitad del siglo XVII. Desde allí dirigiremos nuestros pasos a la avenida más chic de la ciudad, a la mismísima Maximiliam Strasse, donde se dan cita las firmas de lujo, y seguiremos con otros puntos de interés como la Villa Olímpica (sede de los Juegos Olímpicos de 1972), la conocida iglesia de San Pedro o el edificio de BMW.

¿Satisfechos? Pues esto no ha hecho más que empezar. Tras visitar Munich nos trasladaremos al imponente Castillo de Neuschwanstein, al sur de Baviera, y una de las perlas de este viaje. ¡Su visita es un auténtico regalo para la vista! Así lo atesora el más de millón y medio de visitantes que este lugar recibe cada año. Ubicado junto a los Alpes Bávaros, este majestuoso castillo fue idea de Luis II de Baviera (conocido como el ‘Rey loco’) que, inspirándose en los castillos románticos del siglo XIII, lo mandó construir allá por 1866. Su imponente arquitectura y su hermoso entorno, en cualquier época del año, han servido para inspirar a grandes genios de la historia, como al músico Richard Wagner, Walt Disney (para ‘La Bella Durmiente’) o Luchino Visconti y su ‘Ludwig’. ¡Sin duda es un sitio único!

Tras comer en el castillo, proseguiremos viaje y cruzaremos la frontera entre Alemania y Austria para llegar a Innsbruck. Allí nos estará esperando una suculenta cena con la que recuperar fuerzas para después descansar en nuestro hotel. Al día siguiente podremos recorrer esta ciudad y disfrutar de su maravilloso entorno natural y de su población, que ha sabido conservar la herencia de un pasado glorioso e imperial y respetar gran parte de sus tradiciones.

Día 3: Innsbruck – Salzburgo. Una jornada para el recuerdo en tierras austriacas

Nuestro día comenzará con un sabroso desayuno al que le seguirá una visita panorámica de Innsbruck con la que podremos hacernos una más que buena idea de lo que es y hay en esta ciudad. ¡No es poco! Nuestra ruta empezará por la popular y hermosa Abadía de Wilten (sede de los Niños Cantores de Wilten) y el Tejado (o Tejadillo) de Oro. Este mirador situado en uno de los edificios más antiguos del casco histórico se ha convertido en todo un símbolo de la ciudad. Antes de que nos demos cuenta habremos sucumbido al encanto de la magia y de la tradición histórica del Tirol, donde se dan cita edificios medievales de la época de Maximiliano I de Hagsburgo, la Maria-Theressian Strasse y la Columna de Santa Ana, construida en 1703 (el día de Santa Ana) para conmemorar la liberación de la zona tras expulsar a las tropas invasoras. Nuestra visita acabará en la parte alta de la ciudad, en uno de sus símbolos más pintorescos y próximo a la que en 1964 y 1976 fue sede de los Juegos Olímpicos de Invierno: hablamos de la Pintura Gigantesca Circular, una auténtica obra de arte que en 360 grados representa diferentes hitos de la historia de Austria.

Nuestro viaje seguirá hasta la elegante estación de invierno de Kitzbuhel, calificada como la más importante del Tirol. Aquí tendremos tiempo libre para admirar sus casas gremiales y sus edificios del siglo XVI, que actualmente conforman un museo al aire libre que pueden contemplar todos sus visitantes. La siguiente etapa será Salzburgo, ciudad natal de Wolfgang Amadeus Mozart. Aquí también tendremos tiempo libre para recorrer las calles de esta hermosa ciudad. Eso sí, cuando la jornada vaya tocando a su fin iremos al hotel para cenar y descansar tras esta ajetreada e interesante jornada.

Día 4: Salzburgo. Conociendo lo mejor de la ciudad natal de Mozart

Recuperados del ajetreo del día anterior y tras cargar pilas con un rico desayuno austriaco, esta jornada la dedicaremos a conocer y a disfrutar de las maravillas que nos ofrece Salzburgo, con una interesante y completa visita panorámica. En nuestro recorrido podremos admirar en primera persona la belleza de los jardines del Palacio de Mirabell, habitados por estatuas inspiradas en la mitología griega, y hechos respetando meticulosamente la geometría. También iremos hasta la catedral, una auténtica joya de la arquitectura barroca del siglo XVII con una impresionante altura de 33 metros en su bóveda central, cuyos orígenes además se remontan al siglo VIII, cuando Salzburgo era la romana Juvavum. En nuestra ruta no nos perderemos ni mucho menos el casco histórico de la ciudad, que podremos explorar a fondo gracias a su carácter peatonal, ni la Getreidegasse, la calle más comercial de la ciudad y en la que se encuentra la casa donde nació Mozart. Esta fase de la visita culminará con nuestra llegada a la Plaza de la Residencia (la Residenzplatz) y su espectacular fuente barroca.

Las horas que queden de este día las podremos usar para hacer por ejemplo algunas de las excursiones opcionales que tendremos a nuestra disposición. Una de ellas nos podrá llevar hasta las Minas de Sal (‘Salzbergwerk’) de Berchtesgaden. Operativas desde el siglo XVI, estas minas cuentan con importantes atracciones para sus visitantes como un tobogán minero de 36 metros, la visita al Lago del Espejo o la ‘catedral de la sal’… Esta excursión incluye además la visita al Palacio de Hellbrun, cuya construcción fue ordenada por el príncipe-arzobispo de Salzburgo a principios del siglo XVII.

Si este plan no nos convence, también podremos apostar por el que nos llevará hasta el Lago Chiem y sus alrededores, y hasta el palacio situado en la isla de Herrenchiemsee, también mandado construir por Luis II de Baviera, quien fascinado por los gustos arquitectónicos de Luis XIV de Francia, soñó con tener su propio Versalles en tierras austríacas. Sea cual sea nuestra opción, el día acabará con una rica cena y un merecido descanso en nuestro hotel.

Día 5: Salzburgo – Viena. Rumbo a la extraordinaria Viena

El día de hoy será una oportunidad única para admirar la belleza de esta región de los Lagos Austríacos y de sus emblemáticos enclaves, como Sankt Wolfgang, donde dispondremos de horas libres para pasear y descubrir su popular lago, su maravilloso entorno natural y las pintorescas calles del pueblo. Además de respirar el aire puro de esta región centroeuropea, en nuestro recorrido por esas callejuelas llegaremos hasta la iglesia fundada en el siglo X donde no debemos perdernos su altar barroco.

La belleza austriaca volverá a nuestro encuentro cuando lleguemos a Hallstat, ‘La joya del Salzkammergut’, situada a 80 kilómetros de Salzburgo y declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Protegida por las montañas alpinas y vigilada por el Dachstein, de 2.995 metros, y el Lago Hallstäter, este lugar nos ofrecerá auténticas imágenes de cuento de hadas. Su paisaje es sin duda inspirador de novelas y de películas, gracias entre otras bellezas a las de sus casas pegadas al lado. Es momento de sacar la cámara fotográfica y de contemplar este lugar antes de dirigir nuestros pasos hasta otros puntos de alto interés en el lugar como su iglesia del siglo XV, su Plaza del Mercado, su zona peatonal con casitas pintadas de distintos colores, sus minas de sal, sus cuevas de hielo, etc.

Antes de seguir viaje hasta la imperial Viena, nos detendremos en Traunkirchen. Esta localidad, enclavada en una península en la orilla occidental del lago Traunsee y al pie del pico Traunstein, destaca por la belleza de su paisaje y por su capilla del siglo XIV donde se celebran animadas celebraciones en las que no falta ni música ni canto. Al llegar a Viena cenaremos y pasaremos la noche en nuestro hotel.

Día 6: Viena. Recorriendo los puntos clave de la capital austriaca

Una vez hecho el desayuno, nuestra visita panorámica de Viena arrancará en la monumental Ringstrasse, una majestuosa avenida de más de cinco kilómetros de longitud que abraza todo el casco histórico de la ciudad y alberga algunos de los edificios más significativos de Viena. En esa lista figuran la Ópera, el Parlamento, los Museos de Historia del Arte y de la Historia Natural, la Iglesia Votiva, el Ayuntamiento, la Biblioteca Nacional, la Bolsa, etc.

Erigida sobre la vieja muralla que protegió la ciudad desde el siglo XIII, la Ringstrasse rodea el corazón peatonal de la ciudad que sin duda también visitaremos. En esa visita podremos admirar la Catedral de San Esteban que, ubicada en la plaza que lleva su nombre, es una auténtica joya del gótico vienés, además de testigo de la historia y de las tradiciones austriacas. Nuestra ruta seguirá hacia el Palacio Hofburg, un majestuoso lugar que alberga los antiguos aposentos imperiales, además de varios museos, una iglesia, la Biblioteca Nacional Austriaca, el despacho del presidente de Austria…

La siguiente parada será en la dinámica Kartner Strase, la calle principal de toda esta zona. Justo antes del almuerzo iremos hasta la popular Columna de la Peste, construida para festejar la erradicación de la epidemia que diezmó la ciudad a mediados del siglo XVII.

El resto del día dispondremos de tiempo libre para seguir descubriendo la ciudad a nuestro aire o para, si queremos, contratar una visita a la Ópera, sin duda el templo por antonomasia de la música clásica. Su construcción arrancó en 1861 y en su inauguración se pudo escuchar el internacionalmente conocido ‘Don Giovanni’ de W.A. Mozart. La visita incluye un completo recorrido por dentro y por fuera de este edificio que es sin lugar a duda un icono cultural y artístico a nivel internacional. Si la Ópera no nos convence la otra opción de visita será la del Palacio de Schönbrunn, nada más y nada menos que la residencia de verano de la familia imperial (fue el caso de la popular ‘Sissí’ y Francisco José), y el escenario en el que se han desarrollado acontecimientos históricos como la firma del Tratado de Viena o el encuentro entre los presidentes Kennedy y Krushev.

Si nos sobran fuerzas, antes de volver al hotel, también podremos acudir a un concierto donde no faltarán valses y otras piezas típicas de la música tradicional europea.

Día 7: Viena. Tiempo libre en la maravillosa Viena

Después de desayunar en nuestro hotel vienés, tendremos que elegir entre disfrutar de un día libre en la ciudad y sus alrededores o contratar alguna excursión. Entre las opciones que estarán a nuestra disposición figurará la que nos conducirá al Valle del Danubio. Con ésta podremos contemplar uno de los enclaves más populares de Austria donde el arte ha sido capaz de atravesar fronteras: se trata de la Abadía de Melk, escenario de la novela de Umberto Eco “El Nombre de la Rosa”. Su espectacular biblioteca y su iglesia (una auténtica joya del barroco centroeuropeo) nos ayudarán a rememorar la historia de Guillermo de Baskerville, interpretado por el inconfundible Sean Connery en la película de Jean-Jacques Annaud, cuyo éxito también se debió a la actuación de Christian Slater en el papel de Adso de Melk.

Tras impregnarnos de la magia de esta abadía, podremos disfrutar de un crucero por el Danubio (siempre y cuando nuestra visita coincida con los meses del año que está operativo), y visitar a nuestro aire las ciudades de Krems y Durnstein, en cuyo castillo estuvo prisionero Ricardo Corazón de León. Las dos localidades están a orillas del que sea el segundo río más largo de Europa. El día acabará con una rica cena.

Día 8: Viena – España. Llegó el día de decir adiós

¡Fin de trayecto! Nuestro viaje por las impresionantes Baviera, Tirol y Austria habrá terminado, pero de él nos habremos traído maravillosas imágenes que se quedarán para siempre grabadas en nuestra memoria. Entre ellas contaremos con las que se desprenden de los preciosos paisajes que habremos visto y de las históricas ciudades que habremos recorrido, teñidas por el color que les impregnan sus gentes y las costumbres de Centroeuropa.

Viena habrá sido un perfecto colofón de nuestro viaje. Un viaje que ¡parece mentira! ya habrá acabado. Eso sí, de él nos habremos traído ilusiones, emociones y recuerdos que perdurarán siempre. Toca digerir todo lo que habremos visto y descubierto y ordenar ideas. ¡Muchas gracias por acompañarnos!