La mayoría de estos espectaculares recintos se encuentran en las cimas de las colinas, ya que de esta manera era más fácil vigilar y defenderse de las fuerzas enemigas. No obstante, también hay algunos que descansan en las inmediaciones de mares, ríos o lagos, formando así una estampa espectacular y única.
Según se dice, los feudos vivían en las faldas del castillo, aunque cuando se sentían en peligro subían hasta la enorme torre.
Actualmente en Japón solo hay 12 castillos en perfecto estado. Esto se debe a que durante el periodo Edo muchos de ellos fueron destruidos, ya que solo se permitía un castillo por feudo. Su demolición continuó en la Restauración Meiji y los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial. Posteriormente, algunos fueron restaurados y a día de hoy se muestran grandiosos, majestuosos e imponentes ante todo aquél que los visita. Sin duda alguna, descubrir los castillos de Japón es una de las mejores oportunidades para profundizar en la historia de Japón, ya que no solo disfrutaremos de unas vistas inigualables gracias a la arquitectura tradicional de estas construcciones, sino también por el paisaje que las rodea.