Sicilia es una isla auténtica, que atesora sorprendentes joyas artísticas que la historia ha legado en diferentes épocas, y a la vez, te ofrece singulares playas y una naturaleza especial, mediterránea y en estado puro. Con sus 3320 metros, el Etna es un volcán que, soberbio, impacta al visitante.
En Sicilia tendrás que elegir porque, desgraciadamente, el tiempo pasa y necesitarías una vida para verlo todo. No dejes de visitar el imponente Etna, es posible subir el volcán por la cara sur desde Catania y pasando por Nocolosi y por la cara noroeste desde Taormina a través de Linguaglossa. Otra opción es descubrir los sorprendentes yacimientos arqueológicos que Sicilia te brinda, como el de Agrigento y su pintoresco Valle de los Templos, o el soberbio Teatro greco de Taormina. No dejes de visitar la Villa romana del Casare, de valor excepcional, próxima a Piazza Armerina y descubre sus impresionantes mosaicos.
Las ciudades de Siracusa, Noto y Ragusa ofrecen un rico patrimonio barroco, que contrasta con las ruinas clásicas. Conoce ciudades repletas de leyendas y tradiciones milenarias como Siracusa, Catania y Noto. Palermo agasaja al viajero por su mezcla intensa de sabores, colores y monumentos artísticos. No dejes de pasear por su animado centro histórico y admirar sus bellísimas Capella Palatina, ubicada en el Palazzo dei Normanni.
En cuanto a sus paradisíacas playas, te recomendamos acercarte al bello enclave costero de Cefalù, pueblo salpicado de historia y enmarcado por su sorprendente catedral románica. Aquí encontrarás excelentes playas de arena fina y de aguas transparentes. En Trápani, al norte de la Isla, la playa de San Vito te conquistará.