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Deporte y Gastronomía

El binomio perfecto

Una de las mejores opciones para hacer deporte al aire libre en Suecia es el senderismo. Es verdad que podrás caminar casi por cualquier lugar, pero a menudo es recomendable seguir una de las muchas rutas de senderismo que hay fijadas. Por las tierras llanas tienes muchas opciones, como la de Skaneleden, y en las de montañas también puedes vivir una experiencia sublime. La mejor y más famosa es Kungsleden, que se extiende a lo largo de 450 kilómetros. La mayoría de las rutas, especialmente las de montaña, están señalizadas y los mapas cuentan con toda la información sobre lugares de interés, alojamiento y servicios que encontrarás en tu recorrido.

Si en vez de caminar, prefieres la bici o nadar, Suecia es tu país ideal. Puedes moverte por las ciudades sobre las dos ruedas y son muy habituales las vacaciones en bicicleta en ciertos lugares con poco tráfico rodado, como las islas de Öland o Gotland. Asimismo, hay decenas de rutas en bicicleta por todo el país. Y debes saber que en Suecia la calidad del agua es excepcional, así que podrás darte un chapuzón en casi cualquier río, lago o costa. De todas formas, tienes preparadas miles de zonas públicas de baño y para encontrarlas, ni siquiera tendrás que alejarte de las ciudades. De hecho, Langholmen, en pleno centro de Estocolmo, reúne a numerosos bañistas cuando el calor aprieta. Con tanto deporte, seguro que se te ha abierto el apetito. Afortunadamente, en Suecia vas a poder elegir entre una variedad enorme de platos para todos los gustos. ¿Te apetece una buena ración de carne? Pues si te gusta probar alimentos nuevos, pide alce o reno. Si en cambio prefieres algo más ‘clásico’, dos de los platos más tradicionales de Suecia seguro que te encantan. Uno son las albóndigas, habitualmente de carne de cerdo y acompañadas de puré de patata, arándanos y pepino. Y el otro son los guisantes con cerdo, un guiso de guisantes silvestres con carne ligeramente salada o salchichas acompañadas con mostaza. Hay más opciones para los carnívoros, como la falda de vacuno salada o la pyttipanna –una especie de estofado con carne y verdura- Pero no sólo de carne se come en Suecia. De hecho, el pescado y el marisco son parte fundamental de la dieta del país gracias a la enorme calidad de las materias primas. Buena parte de los platos que forman el tradicional Smörgasbord -un bufé tradicional sueco- son pescados como el arenque o las anchoas. También tienes que probar el excelente salmón o la lucioperca; y si estás en la costa oeste, no dudes en pedir una sopa de marisco con ostras, mejillones, camarones o gambas. En los meses de verano, muchos lugares de Suecia celebran la fiesta del cangrejo comiendo una sopa de cangrejo y cangrejos condimentados con eneldo.

No puedes perderte

La mejor ruta de montaña de Suecia

Si te apasiona el senderismo de montaña y tienes tiempo suficiente, no puedes perderte la Ruta Kungsleden. Se desarrolló a principios del siglo pasado y se extiende de norte a sur durante 450 kilómetros, pasando por lugares tan espectaculares como el Parque Nacional de Sarek, los glaciares de Akka o el Kebnekaise, el pico más alto de Suecia, con 2.111 metros.

Nadar en cualquier época del año

Si viajas fuera de la época estival, puede que nadar al aire libre sea un reto demasiado duro. Afortunadamente, en Suecia hay una larga tradición de piscinas climatizadas, como por ejemplos las clásicas Centralbadet y Sturebadet, de Estocolmo. Además, si quieres escoger una opción más relajante, busca alguno de los excelentes balnearios del país.

Un pan de lo más peculiar

Seguro que te llama la atención en cuanto lo veas... y lo vas a ver mucho, porque el pan sueco está en todas las comidas del país. Está hecho con harina de centeno y tiene una consistencia dura, como de tosta –lo que multiplica su duración y mejora su conservación-. Se come acompañando las comidas o como picoteo untado con mantequilla, mermelada, salmón marinado o fiambre.

A nadie le amarga un dulce

Seguro que después de saborear unas albóndigas o un delicioso salmón, aún te queda hueco para un sabroso postre. Tranquilo, que tendrás mucho donde elegir: las bolas de chocolate, la tarta de queso y arándanos negros, la sopa de escaramujo o el chocolate caliente con un bollito de canela son sólo algunas de las opciones más típicas.