En el corazón de Europa, Alemania alberga tesoros incalculables, algunos bien conocidos por el viajero, debido a su peso internacional, y otros que permanecen escondidos entre sus calles y gentes y que iremos descubriendo en nuestra travesía por los principales ciudades y pueblos.
Bienvenido a un país de contrastes donde pasaremos de las espectaculares vistas de los rascacielos de Frankfurt y el bullicio de su centro financiero a una tranquila caminata por las casas de vigas de madera de Quedlinburg con más de seis siglos de antigüedad y en el que podremos disfrutar de un ambiente intercultural y moderno sin olvidar las tradiciones de cada uno de sus estados federados.
Alemania es una nación miembro de la Unión Europea (EU) y posee fronteras comunes con otros países que conforman el espacio Schengen. Si eres ciudadano de la Unión Europea, podrás entrar en Alemania solo con el DNI o el pasaporte en vigor. Es recomendable que siempre que te desplaces fuera de tu país lleves la Tarjeta Sanitaria Europea.
La corriente eléctrica de Alemania es de 220 voltios a 50 Hz. Los enchufes son los propios del estándar europeo, por lo que posee clavijas redondas.
